UN personaje bien enterado de los intríngulis de las negociaciones al interior del PRI, me revela dos datos:
1.- Que en las entrañas de este partido, conforme avanza la campaña electoral, ven asomarse con mayor contundencia la posibilidad de recuperar el palacio de gobierno.
2.- Que por esta perspectiva, las pugnas intestinas por las candidaturas se tornaron muy encarnizadas. Otro factor determinante que complicó bastante el proceso de selección fue la ausencia de mujeres con experiencia política. Aquí, el fenómenos fue al revés, no había mucha tela de donde cortar. A esto se debió que el registro de candidatos a concejales se realizará hasta el último momento.
Yo agregaría otro ingrediente que calentó sobremanera el ambiente en el cuarto de guerra del PRI: la corrupción de los diputados que quieren brincar a alguna presidencia municipal, lo mismo que de los ediles que quieren ser diputados. Todos buscan una especie de blindaje para cuando llegue la hora de que los llamen a cuentas.
Uno de los casos más emblemáticos de corrupción en el PRI, es el del presidente municipal de Xoxocotlán, Héctor Santiago Aragón motejado “lobo depredador”.
Cuentan que este individuo rapaz, al llegar a su primer posición de poder político, construyó un andamiaje que pensó utilizar con ideas extremadamente anti-políticas. Comentaba a sus cuates que invirtió mucho dinero para corromper diputados, líderes de colonias y agencias municipales de su demarcación con la seguridad de que los utilizaría para dos cosas: obtener las candidaturas del PRI, para la diputación y la presidencia municipal. La curul sería suya y heredaría a su hijo la alcaldía.
Me dicen que, efectivamente, desvió cientos de millones de pesos de las arcas municipales para sus aviesos planes de futurismo político y para su fortuna personal. Sus mismos concejales corroboraron el tamaño de su impunidad cuando el diputado neoFITO TOLEDO, en su calidad de presidente de la comisión de auditoría del congreso, les dio con la puerta en las narices cuando formalmente pidieron que investigara los abusos del citado edil.
Con este entramado, “el lobo depredador” presionó al PRI pero no logró la candidatura. Dicen que amenazó con irse a otro partido, pataleó y hasta dijo: “voy a cantar para que todos sepan cuánto dinero les di…”.
Dicen que el lobo se tornó feroz por lo que, finalmente, accedieron a cederle la candidatura a presidente municipal para su hijo putativo Martín Rosado Chávez. Obvio en el arte de la rapiña son “lobos de la misma loma”.
En los “narco-mensajes” para Héctor y Martín, salieron a relucir en los momentos de definición de las candidaturas en Xoxo, advierten que “deben respetar la plaza” y les enviaron sendas cabezas de cerdo. Esto es muy grave y más cuando ese municipio, igual que Santa Lucía, son considerados “foco rojo” por la proliferación de giros negros, narcomenudeo y alta incidencia de delincuencia.
EN LA MISMA RUTA
Este relato explica la manera en que presionan los grupos de interés al interior del PRI a la hora de las negociaciones para incrustarse en el poder. Sea quien sea.
No podría ser de otra manera, por ejemplo, que para Juchitán el municipio convertido hoy en “tierra de nadie”, el PRI haya designado como su abanderado para la presidencia municipal a Daniel Gurrión Matías quien pretende repetir cuando en su administración, hace tres años, desvío recursos públicos por más de 150 millones de pesos. Esto no es garantía de triunfo. Entonces ¿Por qué los pusieron? Por los mismos compromisos mafiosos.
En los últimos ocho trienios, los juchitecos ávidos de alguna opción de gobierno municipal, ha votado por políticos camaleones. Los de la COCEI se han disfrazado con colores del PT y PRD y han ganado pero como su afán de llegar al poder no es hacer algo bueno por Juchitán sino su avidez por el dinero, vean lo que han hecho de este municipio. Hoy es considerado tierra de nadie, la narcoviolencia se ha enseñoreado en la zona, todos los ex presidentes municipales manejan flotillas de mototaxis que sirven a los intereses de la delincuencia organizada.
La ingobernabilidad en Juchitán, Santa Lucía del Camino, Xoxo, Loma Bonita, Tuxtepec y muchos más, es responsabilidad de los partidos políticos. Permitir que cualquiera (un porro, un carterista, un incendiario o un simple aventurero improvisado en política) ocupe una curul, una alcaldía o un cargo público de relevancia, no es democracia es irresponsabilidad. “Nada ha mejorado con la alternancia política lo cual desmiente la idea de que el cambio de partido en el poder tiende a resolver la corrupción. En ocasiones la alternancia agrava las cosas. Se oye decir con frecuencia de los nuevos gobiernos: Como nunca han estado en el poder quieren robar más rápido” (parte de un análisis de Luis Carlos Ugalde en la revista Nexos).
Mañana continuamos desmenuzando la personalidad de los candidatos de todos los colores.