Soy un trabajador en activo de Pemex y como a miles de mexicanos me consterna y me indigna la tragedia sucedida en Pajaritos; sin embargo, esta no es una excepción, sino que es una regla que se repite a lo largo y ancho de la empresa.
Como trabajador en activo de nuevo ingreso en oficinas centrales, con menos de 10 años en la empresa y sin padrinos que te ayuden, la mayoría de nosotros estamos contratados como transitorios, lo que significa que sólo firmamos un contrato cada dos meses, sin saber si el siguiente contrato vendrá o no. Igualmente, si te liquidan, tu pago saldrá después de tres meses o más, lo que significa que tendrás que hacer lo que puedas para sobrevivir en ese tiempo y ahora no sobran los trabajos. No hay dinero para pagar a proveedores, no hay para mantenimiento en instalaciones, la inestabilidad laboral y financiera se han instalado por completo en la empresa. Mover a México, eso sí lo están haciendo, sólo que lo están moviendo hacia el abismo. Este ha sido el resultado de la reforma energética, que en mi opinión no ha sido más que una reforma fallida en toda la extensión de la palabra.