El hecho de que todos los partidos registraran a sus candidatos hasta el último momento del plazo, tiene explicaciones. También es tema para la socarronería.
Uno.- Las y los más de 300 candidatos a las 42 curules del congreso local, saben que, de ganar, solo disfrutarán dos años la curul. Así lo dispone la reforma política recién aprobada pero, de tan ignorantes, los aspirantes ni no sabían. Otra variante es que la misma ley les permite la reelección que sería por tres años más en caso de que volvieran a ganar.
Dos.- A tal podredumbre ha llegado la política que pocas son las mujeres que se atreven a participar en el oficio más antiguo del mundo que no es lo que ustedes se imaginan, aunque tiene alguna similitud. Ante la disposición legal que obliga a que las candidaturas sean equitativas entre hombres y mujeres, en todos los partidos no encontraban mujeres para postular. Incluso en el PRI y el PAN, la autoridad electoral rechazó sus primeras propuestas por no cumplir con el requisito de la paridad de género.
Tres.- Ante el brutal desprestigio en que los actuales diputados dejaran sumido el llamado poder legislativo, pocos toman son seriedad la posibilidad de ser diputado. Lavar la imagen de la actual cámara, será muy difícil.
Por estas razones, la alianza CREO aceptó reciclar a lo peor del PRD a sabiendas de que pueden perder. Es el caso de Pedro Silva en el distrito con cabecera en Hajuapam. La esposa de este candidato es Juana Cruz actual diputada y acaba de perder la diputación federal. Además, Pedro Silva como titular de las SEVITRA fue acusado de traficar con más de cinco mil concesiones para taxis, mototaxis y toda la gama del transporte público.
El mismo PRD, ante falta de militantes probos, propuso para el distrito de Matías Romero, al panista Teodoro Guzmán Corral, hermano del Edgar considerado un icono de la corrupción en sus puestos como delegado de SAGARPA y luego en la SEDAF.
Como la peor bufonada, consideran los perredistas la propuesta del merolico Hugo Jarquín (¿alguien me puede decir su apellido materno?) en el distrito del centro. Este que lo mismo es candidato del PUP que del PRD o del MORENA, ahora quiere ser diputado local para grabar otro sainete como el que protagonizó en el papel del ebrio más lenguaraz y grotesco ante las cámaras de televisión ¿Recuerdan su exhibición el día de las elecciones federales pasadas?
No puede ser más grotesco el hecho de que el PAN, con tal de que no lo echen de la alianza CREO, acepte postular como su “gallo” en Salina Cruz, al dirigente perredista Carol Altamirano. Con razón dicen que los partidos se olvidaron de la ideología para ir por el dinero. Los “izquierdistas” de hoy son como Carol quien luce el ropaje de los derechistas porque así conviene a sus intereses.
El “líder” perredista ignora que un político de izquierda es, esencialmente, una posición ideológica, contraria al conservadurismo de la derecha. Por eso no reparó cuando lo marcaron con el fierro del PAN.
Algún idealista debe haber en el PRD que le diga a su “líder” Carol que la izquierda que dice representar su partido, surgió al calor de los anhelos de la la Revolución Francesa: la lucha contra el establishment monárquico. La izquierda impulsaba doctrinas políticas refractarias a las tesis de la derecha y su conservadurismo. Ahora el dinero y otros intereses oscuros los hacen cohabitar.
LAS PLURIS
Igual que en los demás partidos, en el PRD apuestan a la corte memoria de sus votantes. Eso explica que el PRD aún mantenga su registro.
Cuando leemos nombres y antecedentes de los personajes que proponen los partidos, de todos los colores, para ser diputados de dedazo, es decir sin pasar el examen de las urnas, parece que se pusieron de acuerdo para acabar de contaminar más el quehacer político.
Solo así se explica, por ejemplo, la lista de candidatos plurinominales del PRD. Incluye personajes improvisados de la política, oportunistas y piezas o cuotas de poder para personajes dominantes en las diferentes tribus amarillas.
Está el caso de Paola Gutiérrez Galindo, una dama que, antes que al PRD, sirve a los intereses de Hugo Jarquín. Me dicen que para que este se desistiera de su obcecación de ser candidato a la presidencia municipal de la capital, tuvieron que aceptar que la pusiera en el número tres de la lista plurinominal.
En el número dos de la misma lista está Horacio Antonio Mendoza. Aunque este operaba como secretario de finanzas de la dirigencia estatal, dicen que su obediencia está como Raymundo Carmona Laredo.
CARICATURESCO
Hay dos casos más, muy emblemáticos, del autoritarismo ramplón que, sin duda, va en demérito del PRD. En lugar de que el ex presidente municipal de Xoxocotlán, JOSÉ JULIO ANTONIO AQUINO, sea sancionado por el desvío de más de 500 millones de pesos que le ha documentado la contraloría, lo premian como candidato plurinominal. Aunque va en el cuarto lugar, es posible que ligue una curul. El otro ejemplo es la estulticia de Amador Jara, dueño de UCD.
Con un plan francamente mordaz, quiere repetir su práctica de usar las posiciones del partido para comprar amores. A eso se debe que haya presionado bastante para ubicar en el número uno de la lista plurinominal a Silvia Flores Peña. Esta dama se perfila como diputada local y coordinadora de la bancada amarilla en el próximo congreso.
NO hay que olvidar que en el trienio pasado, provocó tremendo escándalo por el enredo sentimental con Larissa León Montero, su novia a la que hizo diputada federal contra todas las normas de su partido.
En la expresión más ruin del uso de poder, Amador quitó a Angélica Rocío Melchor Vásquez para “prestarle” la curul a su novia. Por encima de derechos partidistas cometió tal atropello contra Rocío que era la diputada propietaria y asistente del también ex dirigente del PRD y líder de la de la Unión Campesina Democrática (UCD), Rey Morales Sánchez.
Cuentan que a los 9 meses, Amador descubrió infidelidades de su novia Larissa y sin mayor explicación, solo con la muestra de su inmenso poder, la quitó y puso de nuevo a Rocío.
Mezclar cuestiones sentimentales con el reparto de curules en este partido habla del descrédito que alcanzan los partidos políticos. Lo grave es que el PRD ni siquiera condenó el affaire Amador-Larissa. Conflictos de alcoba y autoritarismo exacerbado se reflejan en este melodrama perredista. Algo peor, todo indica que repetirán la burla.