La controversia, realmente peliaguda, que enfrenta en este momento el PRI estatal con la Comisión Nacional de Justicia Partidaria, es resultado de la serie de yerros y descuidos de Héctor Anuar Mafud como líder estatal. Este enredo legal explica también por qué, finalmente, lo pusieron en la cola (número 7) de la lista de candidatos plurinominales. Un sitio que el PRI reserva para los “nacidos para perder”.

 

 

Solo en las pasadas elecciones locales, por los pocos distritos que ganó el PRI por mayoría de votos se pudo adjudicar siete diputados plurinominales. Hoy la cosa es diferente. De acuerdo a los últimos sondeos, el partido tricolor podría alcanzar en junio próximo unos 500 mil sufragios, lo que le permitiría tener, cuando más, unos 4 o cinco legisladores de partido.

Pero volviendo al tema inicial, la impugnación de un aspirante a diputado, muestra no solo la ilegalidad con que opera el partido tricolor sino el alto grado de autoritarismo de los dirigentes al poner o quitar candidatos a su libre albedrío.

Una de las pifias del ex dirigente estatal del PRI, llamó la atención de la propia Comisión Nacional de Justicia Partidaria, por obvias razones. Resulta que el militante Alfonso Vázquez Armengol considera que su partido violó sus derechos políticos y, sobre todo, sus méritos partidistas. Aspiraba ser candidato a diputado por el distrito 13 y como se lo negaron, pidió justicia ante la citada comisión. El asunto se ha complicado demasiado porque ya hay una candidata formal en ese distrito y en plena campaña.

Es aquí donde se enreda el asunto. Todo indica que el primer responsable resulta ser el comité del PRI estatal, principalmente la mal llamada Comisión Estatal de Procesos Internos y la Comisión Estatal de Justicia Partidaria. Resulta que la comisión nacional ordena la revisión del examen 2060038 que presentó Franco Alfonso Vásquez Armengol, para ser el candidato a diputado por el distrito 13, Oaxaca Sur, porque considera, en este caso, cumplió con todas las exigencias de los estatutos.

Vale recordar que el PRI, durante el proceso de registro de pre candidatos, declaró desierto ese distrito cuando Franco Armengol pidió ser tomado en cuenta y cumplió con los requisitos. Esto es lo que alega al impugnar la decisión de declararlo desierto cuando el pidió ser inscrito. Procedió por las vías legales adecuadas y ha obtenido una resolución que mete en graves aprietos al PRI ya que tendrán que revisar su examen en presencia de él mismo y de ser aprobatoria la calificación le deberán permitir continuar como precandidato y muy seguramente candidato.

Pero entonces ¿qué va a pasar con la candidata Claudia Silva Fernández? Es la gran pregunta que se hacen en el PRI.

¿Hubo mala leche? O realmente ¿fue una novatada del ex dirigente estatal? Independientemente del desenlace legal, por lo pronto han inquietado a los responsables de la campaña de la candidata Claudia. Aunque la abanderada formal en el distrito sur, está totalmente al margen del embrollo legal, permanece a la expectativa. Si su partido no busca una salida adecuada inmediata a tal enredo, podría suceder que su campaña, que va accediendo, entre en un impasse lo que significaría un serio tropiezo para el PRI.

Ahora que si se aplica la ley llanamente podría ser relevada pero el que reclama su lugar tampoco podría entrar cómodamente. Hay que recordar que Claudia Silva, además de sus méritos partidistas, está allí por la paridad de género. Esta es una exigencia que debe cumplir el PRI por lo que no puede ser sustituida por un varón. Así que tendrían que hacer forzosamente un reacomodo, es decir sacrificar a un candidato hombre de otro distrito para cumplir con ese requisito. Vaya embrollo y exhibida que le han dado al PRI.

Obvio, como dicen que en política lo que se compra con dinero sale barato, es posible que haya un arreglo monetario pues salir del embarazo de manera leal es casi imposible. Como sabemos, el tal Franco Armengol ha crecido políticamente a la sombra del priista renegado Martín Vela Gil quien como director de Protección Civil en el gobierno de URO, nunca informó de las sumas millonarias que recibía para dar mantenimiento a las antenas de la alarma sísmica y que nunca aplicó. Por eso no funcionaban esas alertas. Otro de los embelecos de Martín es su abdicación al PRI cuando no lo hicieron candidato. Después resultó ser presidente municipal de Teotitlán de Flores Magón pero con las siglas del Panal. En todas estas trapacerías lo acompañó su fiel secretario Armengol. Por eso no es de dudarse que en el enredo que ahora teje en el PRI, esté la socarronería de su mecenas Vela Gil.

TAIMADO

Son tan inmensas las pillerías del presidente municipal de Santa Lucía del Camino, Galdino Huerta, que lograron, finalmente, dos cosas muy positivas entre la ciudadanía de esa demarcación.

Uno, lograron despertar la conciencia ciudadana cuando incurrieron en abusos descomunales como la clausura de escuelas, la autorización “hasta el fin del trienio” de cientos de negocios y la proliferación, sin límite, de giros negros. Me dicen que el 90 por ciento de los negocios lícitos, pagan en una caja especial que opera directamente gente de confianza del edil. El dinero no ingresa oficialmente y les advierten que el permiso verbal está vigente hasta el fin del trienio. Ni una hora más.

Dos, tanto latrocinio de parte del edil Galdino Huerta, provocó un fenómeno singular. Todos los comités de vecinos y organizaciones de las agencias municipales, se han unido. Descubren que Galdino impuso al candidato del PRI así que la consigna ciudadana es “hay que votar por cualquier otro partido, menos por el candidato de Galdino”.

PÍCAROS

El rechazo ciudadano creció la semana pasada cuando el edil clausuró negocios de la llamada macro-plaza. La sospecha se hizo patente y los vecinos de Santa Lucía comentan: Galdino y secuaces andan desatados en un febril “año de hidalgo”. Los negocios abrieron nuevamente hasta que intervinieron conciliadores de la Secretaría General de Gobierno. Conminaron al edil de Santa Lucía, moderar su autoritarismo.

Ellos mismos así lo advierten. Saben que van a perder y planean un distractor. Para generar una supuesta competencia electoral, pusieron como candidata a la diputación por el distrito Santa Lucía, a la señora Cristina Delgado, una priista vergonzante que ahora es candidata del PVEM. Ante el repudio que despierta el PRI por las trapacerías de Galdino, decidieron ponerle a Cristina el sello verde y la apadrina la CTM, pero es lo mismo. El fracaso es evidente porque en las pasadas elecciones federales Cristina ya fue candidata a diputada y ¿saben cuántos votos logró? menos de mil.