IRO AL BLANCO
JULIO CÉSAR MARTÍNEZ GANDARILLAS
* Los policías también tienen derechos y familia
* ¿Y quién castiga el vandalismo de la CNTE?
* Benjamín Robles no deja su rencor y rabia contra Cué
La actual crisis magisterial y popular en Oaxaca, similar o peor que la del año 2006, también impactó al gabinete del gobernador Gabino Cué Moteagudo, quien hoy resiente deslealtades, ingratitud de colaboradores y ex colaboradores y hasta menosprecio de sus ex aliados perredistas, mientras que los panistas guardan silencio.
Luego del enfrentamiento entre policías federales y estatales con la Sección 22 y grupos radicales en Nochixtlán, Hacienda Blanca y el crucero de Trinidad de Viguera, han comenzado las renuncias en cascada, e incluso se han ido con reproches hacia el gobierno.
¿No se sentían conformes en su cargo? ¿Ya buscan nuevos espacios políticos o de activismo social? ¿Realmente fueron ignorados los seis años o el tiempo que les tocó estar en el cargo? A esta crisis gubernamental se sumaron las diversas renuncias de quienes se fueron a campaña política para apoyar a José Antonio Estefan Garfias, y que al final fracasaron.
El primero en presentar su renuncia fue Adelfo Regino Montes, indígena mixe que ha liderado por muchos años la organización Servicios del Pueblo Mixe. Los que lo conocen aseguran que jamás cambió de estilo de vida e incluso en muchas ocasiones acudía a sus actividades en huaraches de cuero.
Hay que recordar que fue asesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) cuando el conflicto guerrillero en Chiapas; fue invitado por Cué al gabinete como secretario de Asuntos Indígenas, desde el 1 de diciembre de 2010.
Sin embargo su primer tropiezo fue su falta de título para poder ocupar el cargo, condición que puso el propio gobernador a los integrantes del gabinete. En un acto de congruencia, solicitó licencia por unos meses para concluir sus estudios de Derecho, conseguir el título, y regresó al cargo.
En su carta, tras los hechos violentos de Nochixtlán, que dejaron nueve muertos, escribió al gobernador:
“Toca pues a usted y al titular del Poder Ejecutivo federal, la alta y delicada responsabilidad de suspender de manera inmediata el uso de las fuerzas públicas e iniciar urgentemente un proceso de diálogo con el magisterio democrático y la sociedad civil organizada que lo acompaña, a fin de dar solución a las causas del conflicto que vivimos”.
Otro caso fue el de Daniel Gutiérrez, un empresario que suplió a Daniel Juárez López (éste militante del Partido del Trabajo que decidió apoyar a Benjamín Robles Montoya en su aventura política, en el cual fracasaron también) en la Secretaría del Trabajo, dependencia creada exprofeso al inicio de este sexenio.
Con escasos meses en el cargo, éste fue más lejos:
Calificó como “acciones autoritarias que reprimen y asesinan a oaxaqueños que defienden sus derechos, a pesar de la cerrazón del gobierno federal a toda posibilidad de diálogo”, las determinaciones del titular del Poder Ejecutivo.
“Atentan contra la soberanía y garantías del pueblo, ponen en entredicho el papel de la labor gubernamental de garantizar la libertad y derechos de los ciudadanos”, dijo.
Sin embargo, a Daniel Gutiérrez se le olvidó que tiene un oscuro pasado, como militante del Partido Movimiento de Regeneración Nacional y como recomendado de René Bejarano y Aleida Alavés, éste ni más ni menos que el conocido “Señor de las Ligas”, famoso por embolsarse fajos de billetes que le dio un constructor argentino, Carlos Ahumada.
Pues bien, el ahora ex secretario del Trabajo amenazó al gobernador con ser candidato del PT a una diputación en caso de que no lo nombraran secretario, pero obvió informar que con su empresa ha defraudado a decenas de municipios de la Sierra Sur de Oaxaca.
De acuerdo con los afectados, ha inflado el costo de las obras hasta en un 500 por ciento, como fue por ejemplo el caso de San Pablo Huixtepec, lo que originó incluso conflictos del presidente municipal con su pueblo.
En este caso, podría decir el gobernador que hay renuncias que se agradecen. Sin embargo, deberían investigar a Daniel Gutiérrez y encarcelarlo, por tanto fraude cometido en contra de los municipios.
Otros más han asumido, de manera hipócrita y convenenciera, una actitud de reproche a Gabino Cué, cuando hace cinco o seis años era un Dios para ellos. Tal es el caso del diputado local Jesús López Rodríguez, al igual que el diputado federal Francisco Martínez Neri, quienes buscan todos los foros para desacreditar al gobernador, todo porque ya no están en la ubre presupuestal.
El mandatario Cué enfrenta prácticamente solo el problema magisterial y popular; los miembros de su gabinete que quedan, callan; no hay ningún pronunciamiento de sus aliados del PAN a favor. Nadie quiere asumir descréditos. Ingratitudes, deslealtades, son parte también de la corrupción política y de la miseria humana.
NIMIEDADES
1.- De manera parcial y errónea el magisterio ha considerado a sus víctimas del enfrentamiento en Asunción Nochixtlán como las únicas que tienen derecho a una indemnización, como los únicos que tienen derechos humanos; como los únicos agredidos. Hay más de 50 policías federales y estatales que tienen heridas por disparos de armas de fuego, petardos, cohetes y otros proyectiles. Claro, ellos son los “agresores”, los malos de la película. Ni siquiera la Defensoría de los Derechos Humanos que encabeza ARTURO PEIMBERT los toma en cuenta. ¿No tienen derecho a una indemnización? ¿No tienen familia que sufre por ellos? ¿De veras que los delincuentes son los únicos que merecen la conmiseración nacional e internacional?
2.- Y en ese mismo tenor, ya no están RUBÉN NÚÑEZ GINEZ y FRANCISCO VILLALOBOS, pero con ellos o sin ellos, nadie, no hay poder humano, que pare a la horda de delincuentes en que se ha convertido una buena parte de la Sección 22. Ellos y sus simpatizantes de la Sección 22 actúan como guerrilla; asaltan, secuestran, bloquean, exigen dinero; incendian, roban, matan… y no pasa nada. En el colmo, el secretario de Gobernación, MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG, prácticamente los recibió como héroes el pasado miércoles, dialogó con ellos por más de cuatro horas; les pidió una tregua, y ni así se abstuvieron de seguir afectando a la sociedad y a los alumnos con tantos bloqueos y cierres carreteros. ¿Entonces quién puede salvar a Oaxaca?
3.- Con el temor de que su suplente no lo dejara regresar, el senador BENJAMÍN ROBLES MONTOYA regresó a su curul dos días después de las elecciones del 5 de junio, tras una sonora derrota en que terminó hasta el cuarto lugar por el número de votos. Pero ni así deja su rencor y rabia contra Gabino Cué; hoy aprovecha su foro en el Senado para exigir prácticamente la renuncia del gobernador y hoy, hizo valer sus influencias en la ciudad de México para apoderarse del Partido del Trabajo en Oaxaca, con lo que junto con su aliado e interlocutor con Ulises Ruiz, JESÚS ROMERO LÓPEZ, seguirán buscando afectar no al mandatario, sino a los oaxaqueños. Lamentable.