Francisco Cruz

Oaxaca.- Dirigentes del Movimiento de Unificación de Lucha Triqui (MULT) negaron que su organización esté detrás de los hechos violentos ocurridos en el municipio de Asunción Nochixtlán el pasado 19 de junio.

 

“Nosotros decimos que no es delito defender la educación pública y gratuita, es parte de nuestra obligación moral, como una organización indígena que busca la libertad, la defensa del territorio y la democracia”, afirmó.

 

El gobierno federal y estatal ha acusado a presuntas personas ajenas al movimiento magisterial de utilizar armas de fuego durante el desalojo contra profesores de la Sección 22 de la CNTE y pobladores en la supercarretera Oaxaca-Puebla; y que presuntamente por esto, la Gendarmería también respondió con armas de fuego que desembocó en al menos ocho muertos, según cifras oficiales.

Los representantes del MULT aseguraron que el Gobierno ha emprendido una campaña mediática en su contra en que los ha acusado de recibir dinero público para abandonar la lucha magisterial.

“Repudiamos la campaña de linchamiento mediático que se ha emprendido contra el MULT, con acusaciones falsas, sin fundamento, como ese señalamiento erróneo de que recibimos recursos del gobierno. Que quede claro, cuando el gobierno decide apoyar lo hace a través de proyectos validados, el MULT siempre es una organización de masas y que su lucha es civil y pacífica”.

Los dirigentes del MULT en rueda de prensa en el zócalo de la ciudad de Oaxaca, afirmaron que apoyan la lucha del magisterio y por tanto, también exigen la abrogación de la reforma educativa y de las demás reformas estructurales que se realizaron a partir del Pacto por México.

“Estamos esperando los resultados de las mesas de negociación con la SEGOB, y esperamos que no sea solo una estrategia. Exigimos un alto a la criminalización de la protesta social, abajo las reformas estructurales, libertad a los presos políticos, exigimos el cumplimiento de obra social”.

Asimismo, dijeron que a lo largo de los 35 años de historia de esta organización tienen hasta la fecha al menos 12 personas desaparecidas, de quienes las autoridades responsables no han dado con su paradero.

“Nuestro lugar en el estado de Oaxaca nos ha contado vidas y desaparecidos: Juan Martínez en 1981, Celestino Acevedo el 20 de enero de 1985, Casimiro Ramiro el 21 de julio del 2004, el asesinato de Heriberto Pazos nuestro fundador, Daniel y Virginia Ortiz Ramírez, desaparecidas el 5 de julio de 2007. El gobierno federal y estatal no ha esclarecido ningún caso”.