de
El producto que venden es la pelea más extrema que existe: dos luchadores se enfrascan en una batalla sin cuartel, encerrados en un octógono, hasta que uno queda completamente subyugado.
Una forma de combate primitiva y salvaje, pero que gracias al Ultimate Fighting Championship (UFC) se ha modernizado y convertido en uno de los espectáculos más atractivos del siglo XXI en el mundo de los deportes de lucha.
Su alcance es de tal dimensión que la UFC, la principal promotora de esta modalidad de las artes marciales mixtas (MMA), fue vendida el lunes a la empresa WME-IMG por unos US$4.000 millones, el doble de los que se pagó en su momento por la venta de dos de las principales franquicias de Los Ángeles, los Dodgers (béisbol) y los Clippers (baloncesto).
El costo de la venta también supera el valor estimado, según la revista Forbes, de las entidades deportivas más caras del mundo como el Real Madrid, los Vaqueros de Dallas o los Yankees de Nueva York.
Era digital
Fundada en 1993, la UFC se transformó en el imperio que se conoce actualmente cuando fue comprada por los hermanos Lorenzo y Frank Fertitta en 2001.
Los empresarios de descendencia italiana pagaron US$2 millones por la promotora, que por entonces se encontraba estancada tras numerosas batallas y haber gastado millones de dólares durante años tramitando los permisos para poder llevar a cabo sus eventos.
Pero la popularidad de las artes marciales mixtas seguía creciendo, gracias a tratarse de una forma de pela pura, donde casi todo está permitido.
Los Fertitta fueron pacientes e invirtieron millones de dólares en publicidad, aprovecharon las redes sociales como una plataforma de comercialización y promoción, consiguieron acuerdos de transmisión de televisión y expandieron su negocio con concesiones de su nombre para videojuegos y ropa.
El año pasado su beneficio estuvo alrededor de las US$600 millones y asegura ser la organización deportiva de más rápido crecimiento en el mundo.
“Ningún otro deporte se compara con el UFC”, dijo Dana White, quien seguirá ejerciendo como presidente de la empresa.
LA UFC organiza unos 40 eventos en vivo cada año y agota la taquilla en los estadios más prestigiosos del mundo apoyados en una serie de nombres de gran popularidad como Conor McGregor, Michael Bisping y Ronda Rousey.
Las peleas se transmiten en más de 156 países y territorios, llegando a más de mil millones de hogares alrededor del mundo en 29 idiomas diferentes.
Cuenta con uno tres millones de seguidores en YouTube, cuatro millones en Twitter (incluyendo un incremento del 80% desde 2014) y cinco millones en Instagram (red que ha crecido en un 250% desde hace dos años).
Y un dato pensando en el futuro: el promedio de edad de los aficionados del UFC es de 37,8 años, entre 4,8 y 12,1 años más joven que los seguidores de las otras ligas en el deporte profesional de Estados Unidos, según publicó Forbes.
“Nuestro objetivo siempre ha sido ofrecer las más grandes y mejores peleas para nuestros aficionados y hacer de esto el deporte más grande del mundo”, afirmó White sin dudarlo.
Por lo pronto ya consiguió ser la promotora más cara.
BBC Mundo