La principal pregunta es: podrá Alejandro Murat con el paquete que representa Oaxaca? y parte de la respuesta, para que esta sea positiva, derivara de la elección de los hombres y mujeres que lo acompañen en la estructura de gobierno, la cual define el mismo titular del ejecutivo. En caso contrario, nuestra entidad seguirá a la deriva.

 

La verdad, Oaxaca se ha convertido, o para ser más enfáticos, los políticos  la han convertido en un reto enorme de gobernabilidad para quien se siente en la silla de GOBERNADOR; una muestra fehaciente de esta complejidad es la administración saliente,  conformada por los partidos de oposición al PRI, quienes encabezados por Gabino Cué, tuvieron hoy que apuñalarse la espalda con el eufórico discurso ofrecido hace 6 años, donde ofrecieron “PAZ Y PROGRESO”, pues no hubo tal, y lo que es peor, dejan a la entidad en una total descomposición.

 

La administración de Cué, regresa al PRI un estado en aberrantes condiciones, muy lejanas a lo que se comprometió: sobre-endeudado, desfondado en sus finanzas, sin control político, sin obras de impacto, con crecientes niveles de inseguridad y violencia, con cuerpos policiacos politizados, con la IP en contra, con organizaciones sociales que no respetan la ley, con un severo problema de corrupción; y un sinfín de temas que quedaron al aire, sin que nadie se preocupara  de ello.

 

Hasta hoy, en el preámbulo del término del sexenio, se desconoce cuál, y quienes formaban el equipo fuerte en el cual debiera descansar el gobernador para poder cumplir sus diferentes tareas; pues solo son del dominio público, los nombres de gente cercana a Cué, quienes hoy son calificados por actos de corrupción, no por alguna contribución a la gobernabilidad de Oaxaca. 

 

Por eso, hoy lo que preocupa es conocer quienes formaran el equipo fuerte del gobernador electo Alejandro Murat, porque la gente está urgida de buenas noticias, y de señales que ofrezcan un mejor futuro para Oaxaca, y para quienes vivimos en ella.

 

La descomposición social en Oaxaca, es inocultable, es una exigencia el arribo de funcionarios con capacidad y con carácter, para retomar el control político social del estado, donde se aplique la ley, se haga valer la autoridad, y donde los grupos y organizaciones conozcan los limites en sus exigencias, y se les demuestre hasta donde llegan sus derechos, y empieza la intransigencia. 

 

Urge la atención inmediata al tema de la inseguridad, pues Oaxaca carece de policías; la administración saliente se confronto con la corporación y jamás pudo retomar el control; no es de a gratis, que hoy la cuenca, el istmo, y la costa, estén asoladas por la delincuencia organizada, y la capital no es ajena a ello.  Los secuestros, cobro de derecho de piso, y las ejecuciones, se han convertido en el pan nuestro de cada día.

 

En suma, podemos asumir que si el nuevo gobierno quiere trascender, debe hacer un excelente manejo político social, en sus primeros 100 días, que permitan al ciudadano percibir los vientos nuevos; y se genere la confianza en la continuidad de la administración en ese sentido. Para mí, eso no se me hace difícil, pues el gobierno actual ha dejado la “casa tirada”, y cualquier acción a favor será muy notoria.

 

Pero a pesar de ello, todo, tendrá sentido para Alejandro Murat, cuando se conozca a quienes conformaran el nuevo gobierno, porque Oaxaca es muy chico y todos nos conocemos, y bien sabemos, quien cojea, y el porqué; no hay nada escondido bajo el sol. Hay nombres y personajes vetados, y no por la verborrea popular, sino por datos firmes, y en caso de aparecer, los nubarrones estarán presentes. EL QUE NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR.

 

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