Los efectos del triunfo de Donald Trump dejan en México un saldo de ganadores y perdedores.

Es cierto que como país, y basados en el discurso de campaña del magnate inmobiliario, México es la nación del planeta que más pierde. Pero en lo individual, las cosas cambian. Analicemos.

Enrique Peña Nieto.- Ganador

El inquilino de Los Pinos fue severamente cuestionado por la invitación que hizo al candidato republicano, enemigo de México y de los mexicanos, que en ese momento se veía como un claro perdedor. Hoy, con una adecuada estrategia, puede capitalizar lo que en su momento se calificó como el más severo resbalón en lo que va de su sexenio.

Luis Videgaray.- Ganador

Con su salida del gabinete, fue la gran víctima de la visita de Trump. A través del yerno de Trump, el entonces secretario de Hacienda se convirtió en el enlace con el repudiado candidato. Ante el inesperado triunfo hoy amanece revalorado… y la secretaría de Relaciones Exteriores sería su mejor reivindicación para continuar puenteando con los Trump.

José Antonio Meade.- Perdedor

Es claro que el joven y prudente secretario de Hacienda no jugó ni tomó posiciones, pero la zona de turbulencia en la que se colocan las finanzas mexicanas con la victoria de Trump lo obligan a replantear a la baja, el de por sí ajustado modelo financiero para lo que resta del sexenio. Y si se cumplen las amenazas del ahora presidente electo, Meade tendrá que hacerle frente al regreso de los migrantes, el peligro de fiscalizar las remesas y los ajustes

Andrés Manuel López Obrador.- Ganador

Si alguien en el corto plazo es el mayor beneficiario del Efecto Trump, es el presidente de Morena y virtual candidato presidencial del 2018. La ola anti-mafias del poder que ve sus efectos en Estados Unidos le dan al tabasqueño las armas para convencer a los incrédulos mexicanos de que sí se puede. Pero será un boomerang si Trump resbala en su primer año de gobierno porque daría pie a que los del status quo dijeran: “Ya ven lo que pasa por votar por quien busca modificar tan radicalmente al sistema”.

Margarita Zavala.- Perdedora

La imagen de Margarita siempre se vio ligada a la de Hillary Clinton. Mujeres las dos con vida política propia, esposas de expresidentes, siempre cercanas al poder, lo que se veía como una segura victoria de Hillary era el mejor pasaporte para copiar el modelo en México. La sensata candidata femenina contra el peligroso candidato masculino que sería el gran error. Al menos en Estados Unidos, esa historia no la compraron las mayorías.

Carlos Salinas.- Perdedor

Siempre alineado a los intereses de los Bush, y en esta elección también a los de los Clinton, el expresidente mexicano jugó a la contras con Trump y con los republicanos radicales. Le será difícil realinear sus astros, sobre todo frente a lo que ya considera una amenaza real de que en la presidencial del 2018 el ganador sea López Obrador. ¿Mudanza en puerta?

Carlos Slim.- Gran Perdedor

Pocos nombres fueron señalados con tanto odio por el candidato republicano, como el de Carlos Slim. La cercanía del mexicano con el New York Times y con los intereses de los Clinton convierten al mexicano más rico del mundo en el mexi-enemigo público número uno de Trump.