El Papa Francisco llamó este viernes a derribar los muros que nos dividen, evitando referirse directamente a Donald Trump.
Pero aseguró que quiere comprender qué impacto tienen sobre las personas las decisiones de los políticos.
“No hago juicios sobre personas y políticos, sólo quiero entender qué sufrimiento causan sus conductas a los pobres y excluidos”.
En una entrevista publicada por el diario italiano La Repubblica, el Pontífice urgió a construir puentes que permitan disminuir las desigualdades, que aumenten el bienestar, la libertad y los derechos, porque a mayores derechos, mayor libertad.
“Lo que queremos es la lucha contra las desigualdades: este es el mayor mal que existe en el mundo. Es el dinero el que las crea y está en contra de esas medidas que tienden a equilibrar el bienestar y favorecer, por lo tanto, la igualdad”, indicó.
“Yo no doy juicios sobre las personas ni sobre los hombres políticos; solo quiero comprender cuáles son los sufrimientos que su manera de proceder provoca en los pobres y en los excluidos”, agregó.
Más adelante, el líder católico precisó que las poblaciones muchas veces no comparten ciertas medidas políticas porque tienen miedo que les quiten su trabajo y les reduzcan los salarios.
Estableció que el dinero está en contra de los pobres, de los migrantes y los refugiados, pero advirtió que en los países ricos existen pobres que temen la acogida de sus semejantes que provienen de países en dificultad y esto es un círculo perverso que debe ser interrumpido.
“Mi respuesta siempre ha sido, si acaso, que son los comunistas los que piensan como cristianos. Cristo habló de una sociedad en la que los pobres, los débiles y los excluidos decidan”, replicó ante el cuestionamiento sobre si sus ideas son marxistas.
El coloquio, publicado por el fundador del periódico Eugenio Scalfari, es producto de una conversación con Francisco el pasado lunes, un día antes de la elección estadounidense que consagró a Trump como Presidente electo.
Este año, Francisco sugirió que la postura de Trump sobre la inmigración, que incluye una promesa de campaña de construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México para mantener fuera a los inmigrantes ilegales, no era cristiana.
Un portavoz del Vaticano afirmó posteriormente que no se trataba de un ataque personal.
El miércoles, el diplomático de más alto rango de la Santa Sede deseó suerte al Gobierno de Trump y afirmó que rezará para la iluminación del Presidente electo.
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