El fanatismo mesiánico fundamentalista marxista-leninista lleva a la izquierda a ser muy creativa e imaginativa para sintetizar su lucha en consignas populistas y manipular el inconciente colectivo.
Muestra de ello son las consignas “Patria o muerte” y “El pueblo unido jamás será vencido”, entre muchas otras. En el conflicto 2006, la APPO acuñó la frase “Ya cayó” “Ya cayó” “Ulises, ya cayó”.
Clamor que fue presagio de su mayor derrota y rotundo fracaso en su intento por estallar “la primera revolución del Siglo XXI” y establecer “la Comuna Oaxaca” con Flavio Sosa Villavicencio a la cabeza.
Como es de sobra sabido por todos los mexicanos en general y particularmente por los oaxaqueños, el gobernador Ulises Ruiz Ortiz, no solo no cayó, sino que se fortaleció ante la embestida de la APPO.
Durante su prolongada ausencia de Oaxaca al apoyar la campaña presidencial de su amigo Roberto Madrazo, Ulises recibió una puñalada por la espalda por parte de su aún delfín Jorge Franco Vargas.
La  traición por la terquedad de Franco, de desalojar al magisterio del plantón en el Zócalo, se agravó con la traición del presidente Vicente Fox y del yunquista secretario de Gobernación, Carlos Abascal.
El fallido desalojo de la CNTE al no llegar la Policía Federal obligó a Ulises a amenazar con entregar el Palacio de Gobierno a Manuel Andrés López Obrador ante las presiones para que solicitara licencia.
Este recuento del conflicto de 2006, reeditado diez años después, en 2016, forma parte de las páginas más negras de la historia de Oaxaca, que jamás hay que olvidar para que esos hechos no se repitan.
La aprehensión del ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, por la PGR, es motivo más que justificado para retomar la consigna de la izquierda en 2006 contra el gobernador Ulises Ruiz.
¡Ya cayó! ¡Ya cayó! ¡Padrés ya cayó! Obligado es preguntar: ¿Y Gabino Cué y su pandilla de rateros, Jorge Castillo, Germán Tenorio, Netza Salvatierra, Pepe Zorrilla y Alberto Vargas Varela, cuándo?
Con la orden de aprehensión librada contra el ex gobernador priista de Veracruz Javier Duarte y la aprehensión del ex gobernador panista de Sonora, Guillermo Padrés, mantiene un important empate.
La aprehensión de Padrés por elementos de la Procuraduría General de la República ocurrió, tras rendir su declaración preparatoria ante el Juez 12 de Distrito de Procesos Penales en el Reclusorio Oriente.
Las cosas se complicaron para el ex gobernador de Sonora Guillermo Padrés Elías porque también su hijo, fue detenido por los mismos delitos de su padre, defraudación fiscal y lavado de dinero. 
Además, Guillermo Padrés Dagnino, es acusado de operar con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada. Los demás gobernadores ratas deben poner las barbas de sus hijos a remojar.
El PRI-gobierno tiene, hoy más que nunca, la invaluable e inmejorable oportunida de poder seguirse lavando la cara, si el largo brazo de la Ley alcanza a gobernadores y ex gobernadores de otros partidos.
Y en ese sentido, qué mejor candidato natural a ser acusado de desvío de recursos públicos y operaciones con recursos de procedencia ilícita o lavado de dinero que Gabino Cué y su pandilla.
Ahí están las cuentas congeladas a Jorge Castillo por la Secretaría de Hacienda, a través del SAT, y las cuentas en millones de dólares que tiene el ministro sin cartera en bancos de México y Estados Unidos.
A las que hay que sumar carretadas de dinero en propiedades en varios estados de la República mexicana, Estados Unidos y Europa, así como aviones, joyas y vehículos de lujo último modelo.
Al echarse o no este trompo a la uña habrá que ver de qué están hechos los Enriques Peña Nieto y Ochoa Reza en su cruzada contra la corrupción en su propia casa partidista y fuera de ésta.
Las denuncias interpuestas ante la Procuraduría General de la República por el odio, por despecho, y la insaciable sed de venganza del senador Benjamín Robles Montoya pueden coadyuvar a aplicar la Ley.
El ex priista, ex convergente, ex perredista y, hoy, petista, reiteró su demanda de cárcel a Gabino Cué, así como Padrés, exigió se entreguen Duarte, Borge y Cué por robar el dinero del pueblo.
Tienen que ser juzgados por los terribles actos delictivos y de corrupción que se cometieron en sus gobiernos, afirmó el presidente de la Comisión Sur-Sureste del Senado de la República.
Exigió al Gobierno Federal continuar la investigación a los exgobernadores de Veracruz y Quintana Roo, y al actual de Oaxaca, porque en estos estados se han cometido iguales o peores delitos.
“Esperemos que la entrega de Padrés no sea una concertación con el Gobierno Federal para ganar tiempo e impunidad, exigimos que se haga una investigación seria y objetiva de lo que pasó con el dinero del Pueblo de Sonora”.
“Lo mismo exigimos en el caso de Duarte, Borge y Cué, en donde el robo y la malversación de recursos públicos se observa a simple vista y ya está documentado por la Auditoría Superior de la Federación. Los ladrones del dinero del Pueblo tiene que ir a la cárcel”, enfatizó Robles Montoya.
Como marido y padre despechado, el presidente de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Arturo de Jesús Peimbert Calvo, puede aportar a la PGR mucho de las raterías que sabe.
Mientras su hermosa esposa Vivianne cobra 79 mil pesos mensuales en la Secretaría de Administración, el Ombudsperson arremetió contra Gabino Cué, durante su pasado informe de labores.
Ante dirigentes sociales y autoridades municipales y campesinas de la Mixteca, tachó a Gabino de represor, por no apostar al diálogo y ordenar el desalojo de Nochixtlán para solucionar el conflicto magisterial.
Al condenar la actitud represora del gobierno de Cué Monteagudo contra la Sección XXII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, se quejó que los funcionarios del gobierno estatal no cumplieran con las observaciones emitidas por el órgano defensor de los derechos humanos.

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