En el periodo de los últimos diez gobernadores, desde 1968 en que concluyó su mandato Rodolfo Brena Torres, Oaxaca no había padecido el fin de un sexenio tan crítico como el de Gabino Cue.

En los archivos no hay parangón de situación tan caótica de quiebra financiera y menos en un gobierno tan holgado y con grandes expectativas como el de Gabino, que se jactaba de haber recibido en sus seis años, los presupuestos “más altos en la historia de Oaxaca”. En este año presumía con sus diputados federales, 85 mil millones de pesos ¿Dónde están?
Lamentablemente no es solo el dilema económico. Surgen paralelos brotes de violencia. La ciudad fue sitiada por transportistas de la CTM que insisten en que Carlos Moreno Alcántara, Secretario de Vialidad y Transporte, suspenda la oferta de concesiones para el transporte público de todo tipo. Petición infructuosa. El panista sigue día y noche ofertando concesiones al mejor postor. Aunque advierten que está generando un conflicto de grandes dimensiones entre los transportistas, su fruición por el “año de hidalgo” no tiene límite.
En medio del desastre con que Gabino concluye su administración, Oaxaca está urgido de un verdadero gobierno de salvación.
A los escándalos de corrupción entre los gobernadores de Veracruz, Chihuahua, Sonora, Quinta Roo, entre otros, necesariamente hay que agregar el nombre de Gabino Cue.
Hasta la televisora de Azcárraga, la que benefició Gabino con los contratos más multimillonarios, se suma al linchamiento social.
No es para menos, mis fuentes me informan que, igual que Gabino, andan nerviosos por las investigaciones que se realizan en el ámbito federal, sus principales socios: Netzahualcóyotl Salvatierra en la Sinfra; José Zorrilla de Turismo; el de Salud Germán Tenorio; el de Administración, Alberto Vargas Varela, los directores del CAO y el IEEPO, entre otros. Me dicen que ante las evidencias del saqueo brutal de los recursos en la Secretaría de Seguridad Pública, Alberto Esteva Salinas no escaparía a las indagaciones. El responsable de urdir los sistemas de saqueo más elaborados del presupuesto de Oaxaca, es Jorge Castillo. Está sujeto a las indagaciones judiciales pero todo indica que sigue la estrategia del gobernador veracruzano Javier Duarte: ya no se le ve en Oaxaca. No se sorprendan que también le hayan facilitado una de las naves aéreas del gobierno para “pelarse”.
SIN LLENADERO
El escándalo por el saqueo de Oaxaca genera tremendo escándalo a 15 días de que despidamos con trompetillas “el cambio”. Un agudo observador me dice que la situación semeja el Río Salado. Su cauce de aguas negras arrastra, cual detritus, lo más ruin de la política chapulinera y lo va exhibiendo por toda la ribera contaminada.
Su afán de enriquecimiento ilícito no tuvo límites. Entre más dinero acumulaban más robaban.
Instituciones que tenían la obligación de frenar la orgía cleptómana, se hicieron cómplices, principalmente las llamada Auditoría Superior del Estado a cargo de Carlos Altamirano, y el congreso del estado a través de su comisión de auditoría que presidió Adolfo -neoFITO- Toledo. Lejos de sancionar se unieron a la gozosa rapiña.
Por eso nadie registra cifras reales del monto del saqueo. El congreso habla de una deuda pública de 14 mil millones de pesos. Aunque habla más con el hígado que con el cerebro, el senador chilango Benjamín Robles dice que el quebranto financiero que dejará el gobierno de Gabino pasa de 30 mil millones de pesos. Aquí se incluyen desvíos por unos 10 mil millones de pesos, la deuda pública y débitos a proveedores por más de 3 mil millones de pesos.
Cifras y datos inciertos pero son producto de la gran opacidad con que Gabino condujo su gobierno.
Los diputados de la LXII legislatura del estado, aunque ahora dicen que no calificaron las cuentas públicas del 2011 al 2014 por “incomprensibles” e “irreales”, la verdad es que también tienen responsabilidades porque, como poder autónomo, no levantaron la voz. Este congreso calificado como el más corrupto en la historia de Oaxaca, no procedió de acuerdo a la ley.
Los que robaron sin límite en el gobierno que finaliza, podrían huir a pesar de las maniobras que han realizado para ocultar sus pillerías. Me dicen que las prisas con que Gabino inauguró la ciudad de los archivos, despierta la siguiente sospecha.
Una vez guardados los expedientes en ese lugar, quedan protegidos por la ley. No podrán ser abiertos hasta determinado tiempo por tratarse de documento protegidos. Esto es lo que buscan. Que los archivos de la SINFRA, de Turismo, Cao, Salud, etc., no puedan ser abiertos hasta que los rapaces hayan puesto tierra, o mar, de por medio.
EL RETO DE MURAT
Aunque en el próximo gobierno pudieran incrustarse “judas” que traicionen al pueblo ávido de justicia contra los saqueadores del erario público, nadie, en su sano juicio, puede estar contra las investigaciones a fondo por las pillerías de Gabino. Sería hacerse el harakiri si en Oaxaca no se aplicara la ley con el mismo rasero como ya lo hacen contra otros gobernadores.
El clamor popular de castigo no es solo contra Gabino y sus socios secretarios. También contra los que teniendo contrapeso legal, como los diputados, se hicieron cómplices. Hay entre ellos una gran dosis de corresponsabilidad.
EL SALTO DEL CHAPULÍN
Bienvenido el mensaje. En vísperas del relevo de gobierno, hay optimismo por dos acontecimientos políticos de gran relevancia.
El diputado federal de Loxicha, Oscar Valencia, no pudo imponer a uno de los suyos en la presidencia municipal de San Agustín. Es señal de que el cacicazgo de este temerario político está tocando fondo. La gente de la marginada región de la Sierra Sur, ha conocido el valor de su voto. Cuenta más que una despensa, unas láminas o el discurso populista.
Otro oligarca, Abraham Martínez Alavés, empieza a sentir el fin del férreo cacicazgo que ejercía en la Universidad Benito Juárez de Oaxaca. El poder lo extravió tanto que por sus pistolas, intentó imponer como director de la escuela de Leyes, a un porro motejado Miguelon, sin título, ni cédula, ni calidad moral. Estudiantes y Maestros le negaron su voto pero don Abraham reaccionó violentamente. Sus porros armaron ayer gran trifulca.