La sesión de estreno de la LXIII legislatura local, mostró a 42 diputados cortados con la misma tijera. Salvo tres rijosos “maistros” que forman parte de la camada de ocho diputados del MORENA, el resto de los 42 diputados son más de lo mismo.
Para empezar, llama la atención la forma en que integraron la primera Junta de Coordinación Política (Jucopo). Gracias a una magistral jugada política, desde el más alto nivel acordaron que en este congreso de dos años, la presidencia de la Jucopo fuera para la bancada del partido MORENA. La siguiente sería para el PRI, es decir, para María de las Nieves. El PRD se quedará, como dicen, chiflando en la loma. Ya no habrá manera de que los amarillos metan la mano al cajón del presupuesto.
El sorprendente giro que beneficia al negocio, digo partido del Peje AMLO, lo planearon para que los rijosos pejistas permitan que Alejandro Murat Hinojosa rinda protesta como nuevo gobernador sin sobresaltos. La estrategia no fue fácil. Al cuarto para las doce, la anterior legislatura tuvo que reformar el artículo 39 de la Ley Orgánica del poder legislativo. Dicen que fue el último “pago por evento” de los integrantes de la legislatura más corrupta en la historia legislativa de Oaxaca. El nuevo ordenamiento indica: “en caso de que ninguna fracción parlamentaria cuente con la mayoría absoluta de integrantes del congreso, la presidencia de la junta (Jucopo) será ejercida en forma alternada y por cada año legislativo completo, por cada uno de los coordinadores de las fracciones parlamentarias que cuenten con el mayor número de diputados. El orden del ejercicio de la presidencia será por acuerdo de la junta y se tomará por mayoría de votos de sus miembros presentes, mediante el sistema de voto ponderado, en el cual los respectivos coordinadores representarán tantos votos como integrantes tenga su fracción parlamentaria.
De esta manera decidieron que la presidencia de la Jucopo es para Irineo Molina, del partido Morena quien lleva como socios, digo integrantes, a la priista María de las Nieves García, al “niño de oro” Jesús Romero López, antes diputado del PRD hoy del PT. Lo que despierta suspicacias es la presencia del perredista Carol Altamirano coordinador de los diputados amarillos aunque ganó con las siglas del PAN. Es la veleidad de los políticos en esta era del fin de las ideologías. Oportunismo puro. Está también la de Juan Iván Mendoza, ex dirigente del PAN. Ambos fueron diputados en la LXI legislatura, la primera del gobierno “del cambio” pero igual resultó un fiasco. Tanto Carol como Juan Iván, fueron señalados como copartícipes de los primeros saqueos que terminaron socavando el poco prestigio que pudo haber tenido el llamado poder legislativo.
PRIMERA LLAMADA
Como siempre, la beligerante parlamentaria Sofía Castro fue utilizada para abrir fuego. Desde la tribuna del nuevo congreso local arremetió contra “el gobierno que roba y los diputados que solapan”. No dejó títere con cabeza al descalificar a los integrantes de la anterior legislatura y al gobierno fallido de Gabino Cué.
Ayer, en la primera sesión ordinaria para instalar las comisiones del nuevo congreso, abrió fuego en la LXIII legislatura estatal.
LA VOZ DEL AMO
Como en aquel anuncio de los primeros tocadiscos con altavoz, con el dibujo del perrito que atiende la voz del amo, así vimos ayer en la sesión inaugural del congreso, al juchiteco Jesús Romero López, motejado “niño de oro”. El apodo es por su avidez en la acumulación de dinero desde los cargos públicos. Fue diputado del PRD y ahora del PT por su apego incondicional al senador chilango traído de Michoacán, Benjamín Robles Montoya. Compartiendo la sed de venganza de su patrón contra Gabino Cue, por no haberle permitido ser candidato a gobernador de la alianza PAN-PRD, lanzó desde la tribuna una larguísima como repetitiva perorata contra el gobierno “del cambio”. Lo menos que le dijo al gobernador que finaliza: “Fue un gobernador incongruente, dejó pasar la oportunidad histórica de hacer realidad la alternancia y la transición”. Lo acusó de opacidad y pidió que el congreso le finque responsabilidades.
Aunque Samuel Gurrión, primer presidente de la mesa directiva del nuevo congreso, lo conminaba a no prolongar su perorata, el “niño de oro” disfrutaba del micrófono como juguete nuevo.
En representación del partido MORENA, la diputada María de Jesús Melgar, contra la pendencia que se esperaba de ella, leyó un discurso ligth. Surtió efecto la concesión que significa la presidencia de la Jucopo. Lo único que reclamó a Gabino fue que no sancionara a Ulises Ruiz que “saqueó y mató”. El gobernador se va sin haber cumplido sus compromisos de campaña. “Le quedó grande la silla”.
Juan Iván, del PAN, habló pero no dijo nada sustancioso. Sus compromisos con Gabino Cue le cerraron la boca. El perredista Carol, aunque es pariente cercano a Carlos Altamirano quien como titular de la ASE es uno de los cómplices del gran saqueo del presupuesto de Oaxaca, solo criticó la corrupción y soberbia de los altos funcionarios de la administración que fenece.
EL SALTO DEL CHAPULÍN
Luego de entregar al congreso local el último informe del gobierno “del cambio”, el secretario general de gobierno, Carlos Santiago Carrasco, sorprendido por las preguntas incómodas, respondió sin afirmar: “Creemos que hay avances en este gobierno de transición que reflejan resultados en beneficio de los oaxaqueños”.
Dijo que se van a entregar cuentas como lo establece este informe. Todo respecto a los aspectos técnicos, económicos, administrativos, políticos, del trabajo que se ha hecho del periodo que se informa
-¿Darán cuenta de las deudas?
“Por supuesto y así lo haremos durante la entrega recepción que se hará al nuevo equipo de gobierno, con quienes nos hemos reunido durante 64 ocasiones con los distintos equipos de trabajo. Han sido reuniones puntuales y por supuesto informando del estado en que se encuentran todos y cada uno de los temas de cada dependencia. La Contraloría del Estado es la responsable de hacer la entrega recepción en conjunto con los distintos equipos”.