* UABJO, sin rumbo ni cabeza; rector Bautista, rebasado
* Cierra Segego sin atención a conflictos políticos y sociales
* Violencia brutal en Oaxaca; ni la SSPO ni la Fiscalía responden
El pasado 13 de noviembre concluyó una de las legislaturas más grises y más improductivas en la historia reciente de Oaxaca. Se trata de la número 62, que en los dos últimos de sus tres años se vio envuelto en escándalos principalmente por la disputa monetaria.
Terminó con escándalos y sin trabajo relativo importante, cuya puntilla colocó el legislador del PAN, Gerardo García Henestroza, a quien acusan en estos momentos de intentar dividir al gremio periodístico, al difundir una lista de comunicadores que supuestamente recibieron embutes.
Los tres años de la 62 Legislatura no estuvieron exentos de violencia, de conflictos internos, de escasa aprobación de leyes y reformas, pero de muchos enfrentamientos y acusaciones mutuas, por la falta de claridad en el manejo de al menos mil 800 millones de pesos que obtuvieron en tres años.
Salvo el periodo de Alejandro Avilés Álvarez, que supo controlar a su bancada priista, los encabezados por tres perredistas y dos panistas, fueron un desastre, lo que generó incluso enconos internos y con la base trabajadora, que cerró los tres años con protestas en contra de los propios diputados.
Fue histórico un desplegado firmado en agosto del año pasado por más de 20 legisladores de diversos partidos políticos, para exigir a la Junta de Coordinación Política, formada por el PAN, PRI y PRD, claridad en el manejo de los recursos financieros del Congreso.
Después de Avilés, asumió la presidencia de la Junta el PRD, con Anselmo Ortiz García, que en paz descanse; de inmediato inició la rebatinga interior y lograron su destitución, para ponerse al frente Rosendo Serrano Toledo.
Pero pudieron más las ambiciones monetarias y nuevamente vino una revuelta, para posicionarse Jesús López Rodríguez al frente de la bancada perredista; a punto de terminar su cargo, hubo una nueva ruptura y Juanita Cruz Cruz se declaró coordinadora de la fracción, aunque no asumió formalmente el cargo.
Ese periodo se caracterizó, además de las ambiciones, por la nula actividad legislativa, y por la defensa a ultranza de López Rodríguez de la Sección 22 del SNTE, en momentos en que se debía discutir y en su caso aprobar la reforma educativa.
El tercer año lo asumió el PAN, con Natividad Díaz Jiménez, pero nuevamente afloraron las disputas económicas. La mayoría de sus compañeros se dio cuenta al final de los negocios de la ejuteca con la complicidad del presidente del PAN, Juan Iván Mendoza Reyes, por lo que determinaron su sustitución, prácticamente en el último mes.
Pero tuvieron mal tino en designar a Gerardo García Henestroza, quien nuevamente se vio rebasado por la ambición económica, destituyó de manera poco cortés a algunos funcionarios del Congreso y prácticamente manejó a su antojo el presupuesto.
Al final enfrentó una serie de problemas y acusaciones, que derivaron en inconformidad de la base laboral por varios días; en una de sus rudas protestas, retuvieron por 17 horas a periodistas, trabajadores y diputados electos y, para colmo, el presidente de la Junta de Coordinación jamás se presentó.
¿Hubo transparencia en el manejo de los recursos? No, de ninguna manera; ni mucho menos una auditoría aplicada, pues el órgano que lo podría realizar, la Auditoría Superior del Estado, depende del Poder Legislativo.
¿Se irán impunes los integrantes de la 62 Legislatura? Lo más seguro es que así sea; pero además, se irán con las alforjas llenas, pues no solamente dispusieron de mil 800 millones de pesos, sino también del presupuesto de varios ayuntamientos, que se repartieron sin ninguna discreción, vía administradores municipales.
NIMIEDADES
1.- La UABJO no sale de sus crisis, frente a un rector medroso y sujeto a los grupos de porros. A medio año de asumir el cargo, EDUARDO BAUTISTA MARTÍNEZ ha hecho lo único que sabe hacer: esconderse a piedra y lodo de los problemas, mientras grupos vandálicos se disputan espacios académicos y administrativos. Pero además y en el colmo, el rector promueve la ilegalidad, al respaldar como director electo de la Facultad de Derecho a MIGUEL ÁNGEL RAMÍREZ VÁSQUEZ, a quien sus propios compañeros catedráticos han acusado de no contar ni con título ni con cédula profesional; pese a ello, quiere dirigir la institución que precisamente forma a conocedores de las leyes. El colmo y lo más grave, la tarde-noche del jueves con el incendio de áreas de la Facultad de Derecho. Y no sale de este problema cuando el rector Bautista ya tiene encima otro problema: el STEUABJO.
2.- El secretario General de Gobierno, CARLOS SANTIAGO CARRASCO, terminó muy bien su papel de facilitador de conflictos en el gobierno de Gabino Cué Monteagudo; en días previos y posteriores al sexto informe, hay un absoluto descontrol de organizaciones sociales, de transportistas, de ayuntamientos y de toda clase de agrupaciones que protesta por cualquier cosa. Estudiantes, empresarios, taxistas, pobladores, de todo ha habido en estos días para agitar las aguas y mostrar al gobierno como un ente rebasado, para mostrar un Oaxaca ingobernable… todo con tal de aspirar a un cargo en el gabinete de Alejandro Murat. En realidad, Santiago Carrasco no le hace daño al gobierno con su actitud de alentar conflictos, sino a la sociedad a la que se debe.
3.- Con una ola brutal de secuestros, asesinatos, robos a mano armada y toda clase de delitos está cerrando el sexenio del mandatario estatal. Y son obra y gracia de la incapacidad del secretario de Seguridad, JORGE ALBERTO RUIZ MARTÍNEZ y el Fiscal HÉCTOR JOAQUÍN CARRILLO RUIZ, quienes están más preocupados por buscar también mantenerse en el puesto o “de perdida” lograr una asesoría en el próximo gobierno estatal, en lugar de atender la grave muy grave inseguridad, y combatir los delitos. No hay un día en que no se registren ejecuciones; de hecho, el día 15 del informe, fueron tres homicidios y este miércoles, sumaron cinco. El baño de sangre es terrible en el estado.