El ingenio de los universitarios es la única manifestación de desprecio contra Abraham Martínez Alavés por el gran daño que le ha causado a la llamada Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Al motejarlo “el chapo” y últimamente “gerontoporro”, dibuja en su exacta dimensión a este personaje temerario cuya audacia lo lleva a conducirse como cacique de horca y cuchillo, casi dueño de la Universidad. Es un personaje más propio de la picaresca vernácula que de la historia. Tiene sometida a la institución a fuerza de la violencia con sus grupos de golpeadores y la complicidad de los sucesivos gobernadores, desde hace seis sexenios.

Don Abraham es una ilustración del “amo y señor” del siglo pasado pero en el Oaxaca actual es una triste realidad. En la era de la globalización el despotismo y la impunidad sigue siendo la negación de Universidad donde un cacique como el señor Martínez, incita expresiones de salvajismo como fue el incendio del Paraninfo universitaria en el año 2000 y ahora complementa su bestialidad al ordenar a sus porros la quema de una de las dos puertas principales del emblemático edificio central de la UABJO.
Quien diga que Abraham no es el demoledor de la expresión Universidad como símbolo del conocimiento, miente. Ayer enloqueció al no poder imponer -como es su costumbre- como director de la Facultad de Derecho, a uno de su misma condición. El porro apodado “miguelón” por no tener título, ni cédula ni calidad moral, fue rechazado por maestros y alumnos. Perdió la elección.
Era de esperarse la furiosa reacción de Abraham Martínez Alavés quien unos días antes, en una comida con incondicionales, felicitó a “los que se saben rajar la cara por nuestro equipo” y les dio línea para no perder la elección.
En mi entrega del pasado 21 de octubre, así fue la advertencia:
EN CASA DE HERRERO…
En la Facultad de Leyes de la Universidad “Benito Juárez” (lo autónomo ya se lo quitaron los porros y su patrono) sucede lo que señala la sabiduría popular: “en casa de herrero, azadón de palo”. Es decir, en la escuela donde se abreva la ley, se dedican sistemáticamente, a quebrantarla.
Abraham Martínez Alavés, el eterno patrono de la escuela de Leyes donde mantiene control mediante la violencia de sus grupos de porros, empieza a convencerse de que “no hay mal que dure cien años”. Maestros y estudiantes, empiezan a rebelarse a su dominio.
Mediante una convocatoria amañada, el clan de don Abraham, motejado “el chapo”, intenta imponer, como lo ha hecho siempre, el consejo técnico. No ha logrado su objetivo por las evidentes triquiñuelas.
Luego de un análisis que hicieran de la convocatoria, su origen y de quiénes lo firman, un grupo de catedráticos de la Facultad de Derecho, encabezados por Erick Carmona López, Eduardo Castillo Cruz, entre otros, piden al Consejo Universitario anularla. El “incidente de nulidad” es por los vicios que identificaron en el acuerdo y la convocatoria del pasado 13 de octubre.
Acusan que “no se justifica el hecho de que el Director de esa facultad, haya dejado pasar dos ciclos semestrales (más de un año) sin lanzar la convocatoria”. Argumentan también que incumplió con el artículo 58 de la Ley Orgánica de la UABJO.
Otros argumentos jurídicos: La escuela de Derecho de la UABJO no tiene Consejo Técnico desde el año de 2015, en que culminó su periodo el último que fue nombrado.
Dicen que los consejeros sólo pueden durar un año en su cargo porque así lo dispone el artículo 51 de la Ley Orgánica de la UABJO. Ninguna prórroga es legal.
Los 15 ex consejeros, entre propietarios y suplentes, que acordaron, firmaron y expidieron la convocatoria para elegir consejeros técnicos para el periodo 2016-2017, no tienen ya la representación ni de los alumnos ni de los catedráticos de la Facultad de Derecho, por lo tanto no tenían autoridad para hacerlo.
En una expresión tácita de la paradoja que significa el hecho de que en el abrevadero de la legalidad se violan las leyes, los inconformes piden al nuevo rector Eduardo Bautista, asumir el poder y aceptar que “al no contar con legitimación, los ex consejeros realizaron actos sin validez jurídica. Hasta un estudiante de primer año puede explicar eso”.
¡RESCATEN A LA UABJO!
Al pedir que el rector Bautista asuma su autoridad y no se deje manipular por el eterno cacique de la escuela de Leyes, los maestros insisten en que “la convocatoria, las constancias de registro, las resoluciones que se emitan o hayan emitido, el período de campaña y la jornada de votación provienen de un acto ilícito, sin validez jurídica”.
Dicen que en vísperas del inicio de un nuevo gobierno estatal, es oportuno sacudir los viejos sistemas de control político que tienen postrada a la UABJO.
Que sería muy grave que el Consejo Universitario no corrija esta anomalía porque hay evidencias que no soportarían el menor escrutinio legal. Es el caso de las ex consejeras técnicas, del noveno y décimo semestre del periodo 2014-2015. Firmaron una convocatoria a sabiendas de que ya ni estudiantes de la facultad son, ya egresaron.
Los inconformes exigen que el Rector Bautista, quien preside el máximo órgano de la jurisdicción universitaria, convoque a una sesión pública extraordinaria para dar entrada al incidente de nulidad y ordene la suspensión del proceso electoral mientras reponen la convocatoria y determine quiénes conformarán el Colegio Electoral partiendo del hecho de que actualmente en la Facultad de Derecho de la UABJO no hay Consejo Técnico.
En la dinámica de la ingobernabilidad por la “graciosa huida” de Gabino Cue, la violencia volvió a estallar ayer.
En lo absurdo de seguir imponiendo su voluntad, “el chapo” ordenó a sus porros tomar a sangre y fuego los edificios de Leyes en CU y el edificio central. Y otra vez, la expresión de salvajismo se enseñoreo ayer en lo que debería ser el templo de la universalidad.
EL SALTO DEL CHAPULÍN
Cuando los escritores Rafael Pérez Gay y Jorge Fernández se disponían a una charla en la Feria del Libro, estallaron los cohetones, las bombas de gas lacrimógeno y el salvajismo de los porros que incendiaron las puertas del edificio central de la Universidad Benito Juárez.
En medio de la violencia, por seguridad propia, todos huyeron. El maestro Pérez Gay soportando la pestilencia del gas pimienta, visiblemente molesto por la ausencia evidente de gobierno, lanzó: Así se las gastó Gabino, un ser deleznable, nunca amó a Oaxaca, y ustedes ¿cómo lo aguantaron?