A cuatro meses de iniciar la rehabilitación del ex Palacio Federal, inmueble histórico que se ubica sobre la avenida Independencia, en pleno centro de la Ciudad de Oaxaca de Juárez, trabajadores que laboran en esta obra revelaron el hallazgo de ollas cubiertas con telas y piel, al parecer en su interior contenían monedas (centenarios), cuyo descubrimiento lo ocultan representantes de la constructora y del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
De acuerdo a los trabajadores de la construcción entrevistados por este periodista y quienes pidieron el anonimato, desde hace más de dos meses han encontrado ollas cubiertas con telas y otras con piel o cuero, afirmaron que su contenido no lo pudieron constatar, ya que los encargados de la obra (constructora) prohibieron a todo trabajador tocar o revisar algún vestigio, les dieron la orden de reportarla inmediatamente al “arquitecto”.
Tanto en el suelo como en algunos muros han encontrado ollas y otros utensilios que indudablemente proceden de más allá de los años de la Revolución, sin embargo, los patrones, es decir, los encargados de la obra, son los que mandan, nosotros sólo reportamos los hallazgos, según dicen los patrones que ya lo sabe el Instituto Nacional de Antropología e Historia, pero la verdad es que nosotros no hemos visto por aquí a algún representante de esa institución, agregaron.
El inmueble que albergó al Palacio Federal es también conocido como sede del Ex Obispado de Oaxaca, y es que originalmente este edificio fue la residencia del jerarca de la Iglesia Católica local (El Obispo), esto a finales del siglo XIX y principios del XX, sucesivamente alojó varias dependencias gubernamentales  entre 1867 y 1902, fue oficina postal y telegráfica, tres veces escuela, imprenta, salón de sesiones municipal  y, por último, Palacio Federal, se le agregó un segundo piso.
Según una referencia histórica que se puede leer a la entrada del inmueble, se establece que los cambios y vicisitudes del Ex obispado no se limitan a la última parte del siglo XIX, ya entre 1812 y 1813, al abandonarlo el entonces Obispo, los insurgentes establecieron ahí  una fundición de cañones, para 1840, el edificio volvió a poseerlo el clero, pasando a manos del Estado en 1860, luego, durante la intervención francesa sería nuevamente Obispado, para regresar al Estado en 1867.
Se tienen datos indican que la fachada del edificio, antes de serle agregado el segundo nivel data de la segunda mitad del siglo  XVI, específicamente corresponde a lo que el historiador  Moreno Villa acuñó con la denominación “arte tequitqui”, es decir, aquellas soluciones  artísticas en las cuales se retoman elementos prehispánicos.
Una de las características singulares del edificio fue el aprovechamiento de una solución mesoamericana para la fachada, en ella se aprecian tableros que por sus proporciones y características propias se asemejan a los existentes en Mitla.
La fachada del Ex Obispado (precisamente, la parte de ella que recuerda la arquitectura de Mitla) está realizada en piedra roja. No se encuentra en la actualidad, hasta donde es posible ver, otro edificio en la Ciudad de Oaxaca con una piedra similar (no es igual por ejemplo, una de color café que se empleó mucho en el Porfiriato  y con la que se pueden labrar muy bien ornamentos.
En el Obispado se tallaron con esta piedra elementos de geometría simple, su estado de conservación, si se toman en cuenta las vicisitudes  por las que ha pasado y su probable época de procedencia no es tan malo, aunque no deja de acosar el paso de los años.