No hay tiempo. Oaxaca debe recuperar su vitalidad como una de las entidades más ricas y prósperas de México, ya que, por desgracia, en las últimas décadas fue lastimada por diversos problemas políticos, sociales, económicos y hasta laborales. El próximo 1 de diciembre toma posesión Alejandro Murat, el nuevo gobernador, y la etapa de transición comenzó con su firme determinación de hacer cambios de gran calado y, así, propiciar que la región recupere su vigor y haga a un lado el alboroto, la anarquía y el desorden. La aspiración de Murat, sin duda, sólo trae esperanza en un nuevo amanecer para el estado.