La perversidad de los Chapos que tienen atado a sus intereses al rector “Juanito”, alcanzó su máxima expresión el pasado jueves 17 en que incendiaron, nuevamente, el emblemático edificio central de la UABJO. Sus porros y sus operadores, bien informados, sabían que la policía se concentraría en Huatulco y que la ciudad quedaría a merced del hampa. Y pusieron en acción su diabólico plan.
Nada fue casual. Una semana antes el chapo mayor, Abraham Martínez, ordenó a sus seguidores no entregar la escuela de Leyes aunque perdieran la elección con su candidato a director Miguel Ángel Vázquez un temerario porro motejado “el miguelón”. Sabe que es su bastión y no tener un director afín significaría el ocaso de su cacicazgo.
Alentó en una comida a “los que se saben rajar la cara por nuestro equipo” y les pidió unirse a su plan que, finalmente, abortó porque su candidato carece de título y cédula. Se sabían perdidos por lo que llegaron al extremo de la violencia para que el gobierno -tal como ocurrió- los llamara a negociar. En lo que el gobierno de Gabino hace en este momento. Pese a los graves delitos que cometieron contra el patrimonio histórico de la Universidad y el evidente triunfo del candidato del otro grupo.
Universitarios bien informados me dicen que lo que hizo enloquecer al cacique universitario es que hasta sus aliados rechazan su prolongado predominio en la UABJO y sus procedimientos, cada día más imprudentes y muy violentos, para mantener su dictadura.
CORTA MEMORIA
Se dice que el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra es el hombre. Es lo que pasa en este momento entre maestros, estudiantes y trabajadores universitarios.
O puede ser también la desesperación. En la necesidad de sacudirse sometimiento tan prolongado y control tan brutal de don Abraham Martínez, están entregándose a otro individuo del mismo talante autoritario y ambicioso como es Jesús Villavicencio “el jefe Villa”. Dejó como director de la Facultad de Leyes, negros antecedentes. Aun así le permiten opinar y hasta decidir en un movimiento que se supone es para desterrar cualquier intento de despotismo feudal. Cuidado, los universitarios no deben perder de vista que un pueblo desmemoriado está condenado al abuso y al sometimiento de los caudillos.
Plausible que estén luchando contra el feudalismo de los chapos, pero no vayamos a estar presenciando una suerte de complot perverso de alguna mano peluda para favorecer la permanencia del cacicazgo universitario.
EL “JEFE VILLA”
Cito algunos párrafos de antecedentes del motejado “jefe Villa” solo como antídoto de la corta memoria. Van:
12 de Noviembre de 2009. Comentan los que bien lo conocen (al jefe Villa), que catalogado siempre como un abogado “de izquierda”, de repente don ABRAHAM cambió sus preceptos. Empezó a cobrar como maestro de tiempo completo en la Escuela de Leyes, sin trabajar. El dinero fácil lo cegó y ubicó a toda su parentela en puestos claves de la UABJO. Hizo alianza con los personajes más ambiciosos para imponerlos en puestos clave. Su “frankenstein” más acabado fue el tristemente célebre “Jefe Villa”, JESUS VILLAVICENCIO, como director de Derecho. Es el mando real en el SUMA.
15 de Diciembre de 2010. Dicen los que saben que, ciertamente, el candidato a director de la Facultad de Leyes de la UABJO, el jurista JUAN JORGE BAUTISTA GÓMEZ, es un académico respetado y respetable pero el oportunismo de ABRAHAM MARTÍNEZ ALAVÉS de pasearlo como su “delfín” le hace mucho daño. La mala reputación del cacique del SUMA, por un lado, y los intereses inconfesables de sus tres adversarios que se aliaron para violentar el proceso de inscripción de su candidatura, anuncian las dificultades que enfrentará en su intento por dirigir una escuela que, francamente, ya no tiene remedio.
Para mayor sorna, los tres individuos más conocidos por su rapacidad contra esa escuela, son aliados contra Juan Jorge. A la vieja usanza del descontón y el agandalle, el “jefe Villa”, Roberto López Sánchez y un tal Juan Pablo, lanzaron al lunes pasado a sus porros con la intención de impedir la inscripción del candidato.
24 de Febrero de 2012. El abogado JESUS VILLAVICENCIO, seriamente cuestionado por su acciones rapiñosas cuando fue director de la Escuela de Leyes, cargo en el que fue impuesto por el grupo del cuestionado ABRAHAM MARTÍNEZ ALAVEZ, ayer dio una pequeña muestra de la manera tan escabrosa en que se dará esta contienda en la, paradójicamente, llamada máxima casa de estudios. Villavicencio, primo del incendiario “demonio de Tasmania” amenazó con mover a los suyos (sus porros) para cerrar la Escuela de Leyes si no investigan a Abraham y a sus activistas que, según el “jefe Villa”, ya están “accionando” para que su hijo EDUARDO, apodado “el chapito” sea el próximo rector. Si los universitarios lo motejaron así, es de creer que su comportamiento dentro de la universidad está alineado al proceder mafioso ¿o de que otra manera se puede interpretar tal apodo?
02 de Octubre de 2013. La Facultad se empezó a hundir desde aquella escabrosa confabulación entre la ex rectora motejada “la Loba”, Leticia Mendoza Toro y el director Gabriel Pacheco quienes llegaron al extremo de incendiar al Paraninfo del edificio central, para dirimir sus diferencias con otros grupos de poder dentro de la Universidad. Salvajismo descomunal que sólo se ve en la Universidad de Oaxaca. Después sacó las garras el eterno ABRAHAM al colocar a su cofrade apodado “jefe Villa”. Cuando lo hizo director dije aquí que JESÚS VILLAVICENCIO era su “frankestein” más acabado. Lo catapultó desde la dirigencia del SUMA, otro de los bastiones del cacique. En ese momento se destapó en la Facultad de Derecho la mítica Caja de Pandora. Villa vendía todo, hasta los patios y el gimnasio del edificio central, los alquiló para tianguis de discos pirata, fritangas, etc. Fue tal la corrupción que hasta su protector ABRAHAM lo desconoció. El “jefe Villa” aún maniobró para imponer como sucesor a ALEJANDRO PAZ, pero al cacique no le agradó y volvió a incendiar la escuela para derrocar a este director, sólo por tener el fierro Villa. Su gallo era un tal Solís.