Como dije en mi entrega del pasado día 2, hay muchos de los nuevos diputados apegados a la línea de “pónganme donde hay”. Convencidos de que forman parte de la delincuencia organizada en que los anteriores diputados transmutaron el congreso, protagonizaron encarnizada lucha interna. Todos codiciaban las comisiones Gobernación y la de Auditoría. Y ¿saben quiénes ganaron? Los diputados del PRD.

El sagaz perredista, Carol Altamirano, diputado y también coordinador de los amarillos en la primera legislatura del gobierno “del cambio” donde empezó la gran rapiña, jugó con socarronería. Con ese colmillo retorcido que le caracteriza, dicen que ni chistó cuando entregaron la JUCOPO a sus enemigos declarados del Morena. Cedió a cambio del premio que ya esperaba su bancada: las comisiones de presupuesto y de auditoría. Estas encomiendas en la cámara, son consideradas algo así como la joya de la corona. Ya las tienen en la bolsa.
Ya lo dije. Lejos de pensar en el rescate de la imagen legislativa, se frotan las manos calculando los mismos negocios que enriquecieron a los ex diputados priistas neoFito Toledo y Lilia Mendoza. Aunque la ley orgánica del poder legislativo fue reformada, piensan encontrar resquicios para seguir cometiendo tropelías mediante el fuero curuleco. Tal como lo hicieron los anteriores diputados.

Es decir, desde la comisión de vigilancia seguir dejando hacer y dejando pasar la corrupción entre los presidentes municipales y dependencias donde la actuación de los concejales y funcionarios debería ser observada con lupa por el congreso. En la comisión de gobernación, piensan en la misma dinámica corrupta: validar o anular presidencias municipales por conflictos electorales; vender administraciones municipales, etc.
El primer aplaudidor de la cesión de tales comisiones al partido amarillo, es Carlos Altamirano Toledo, titular de esa entelequia conocida como Auditoría Superior del estado (ASE) y primo de Carol ¿saben por qué? Este funcionario esta bajo sospecha por la impunidad que dio -¿o vendió?-, junto con la anterior comisión de auditoría del congreso, a los administradores y presidentes municipales que saquearon las arcas públicas. Hoy estará respirando satisfecho de que la ley nunca lo alcanzará. Su pariente Carol le garantiza protección.
MAL INICIO
Dicen que con tal de que Alejandro Murat pueda protestar sin sobresaltos como gobernador, los cabilderos del PRI están cediendo al agandalle tanto de los diputados del Morena como de los del PRD.
Aunque legalmente, las camada de los amarillos es solo de siete curules (hay que recordar que Carol ganó con las siglas del PAN) están exigiendo la misma tajada de los pejistas que integran una bancada de ocho diputados y en las componendas cupulares les han hecho caso a pesar del descontento de la mayoría de legisladores priistas. Dicen que lo peor es que ni les piden su opinión.
La estrategia de sometimiento a los tricolores, la conocieron el sábado previo a la toma de protesta de la LXIII legislatura, en un desayuno en un hotel de la capital del país. Nadie sabe qué pitos tocan pero allí estaban neoFito Toledo y Germán Espinoza. Cuando llegó Alejandro Murat, les comunicaron que su coordinadora sería María de las Nieves García. A ninguno de los 17 diputados le pidieron siquiera su opinión. Con esa insolencia trataron a los “levantadedos” tricolores.
Tampoco se enteraron bajo qué condiciones le entregaban la presidencia de la JUCOPO a la fracción del Morena. De la misma manera grosera -así lo entienden los avasallados diputados del PRI a pesar de ser mayoría- ahora se enteran del reparto de la comisiones. Para los tricolores, solo migajas.
Me dicen algunos tricolores que socavar la poca fuerza que le queda al PRI es de alto riesgo. Recordaron que desanimar a los verdaderos activistas como son los diputados, podría caer más su partido. No deben olvidar que anda alicaído. De los 153 municipios regidos por el sistema de partidos políticos, el PRI apenas ganó 41 y de los diez municipios más grandes solo gobernará tres.
LA CONAGO DE GABINO
La revelación que hace la colega Marta Anaya en “24 horas”, sobre el desangelado encuentro de la Conferencia Nacional de Gobernadores, en Huatulco, nos permite conocer el infortunio que acompaña a Gabino Cue, en sus últimos días como gobernador. Lo comparto con mis lectores:
Muy lindo Huatulco, sin duda. Pero la mayoría de los gobernadores salieron molestos del evento.

Primero, porque el anfitrión de la LI reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), el oaxaqueño Gabino Cué, no supo llevar las riendas del encuentro.

Luego porque su sucesor al frente de la Conago, Graco Ramírez, tampoco supo poner orden en la sesión.

Y por sobre todo lo anterior, porque el mandatario de Chihuahua, el panista Javier Corral, “se pasó de listo” y “puso en peligro” la continuidad de las reuniones y la asistencia del Presidente de la República a estos encuentros.

Según refieren asistentes al evento de los gobernadores –en el campo de golf de la zona hotelera de Huatulco, el viernes pasado–, la reunión previa con el secretario de Gobernación tuvo como principal tema el desafío que significa para México y los mexicanos la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos.

Miguel Ángel Osorio Chong conminó a los mandatarios a manifestar su apoyo a los migrantes y llevar a cabo acciones para apoyarlos; y estar atentos a las acciones que, desde EU, pudieran afectar plantas o empleos en sus estados. Todo ello, desde sus propios gobiernos, como acciones federadas.
Hasta ahí, todo bien. Pero llegó la hora de la reunión con Enrique Peña Nieto, y todo se salió de control.

Como se recordará, es norma que a la sesión de los 32 mandatarios con el Presidente se lleven a la mesa únicamente los temas que fueron aprobados –y ¡por unanimidad!– en la sesión previa.

Llevar y controlar esa situación le corresponde al presidente en turno de la Conago.

Bueno, pues resulta que esta vez cada quien salió con lo que quiso, sin haberlo siquiera consultado en el encuentro previo. Y el caso que más irritó fue el de Corral, pues se apropió del micrófono y se la pasó hablándole a Peña Nieto de la deuda en su estado. Denuncia y cobranza a la vez.

Gabino (Convergencia) no intervino para poner orden. Graco (PRD) tampoco. Los priistas estaban negros del coraje. Y con eso de que cada vez son menos numerosos en el mapa nacional, están que no los calienta ni el sol. Hay incluso quienes quieren desaparecer la Conago.