Impostergable, llego la fecha esperada, Gabino Cué tuvo que tomar sus pesadas maletas y salir muy en silencio de Palacio de Gobierno, acompañado por los escasos amigos que le sobrevivieron a los 6 años de su administración estatal; la mayoría de ellos, pusieron antes tierra de por medio, para evitar el triste escenario y el escarnio social.

Es innegable que la administración saliente parece haber trabajado meticulosamente para dejar encendidos al máximo  los ánimos del malestar social, la estela de corrupción, fraude, rompimiento social, inestabilidad, e insatisfacción, parecen ser las características que eligió Cué para dejar  como legado de su administración.

Es en ese sentido, que se avizoraba, sumamente difícil el escenario para la toma de protesta de Alejandro Murat como nuevo Gobernador, pues el ánimo social se expresaba muy encrespado y con señales muy violentas. Las acciones previas de transportistas de la CTM, de la Sección 22 del SNTE, y de expresiones radicales de organizaciones sociales como COMPA, CIPO, COOA, CODEDI, MULT, FAMOSO, entre muchas otras, tensaban más el ambiente.

Asimismo, la fracción del partido MORENA, desde el poder legislativo, aprobaba y azuzaba las manifestaciones sociales, bajo el argumento de las libertades que marca la constitución, y pedía al gobierno ser tolerantes ante estas expresiones.

Sin embargo, aunque todo pintaba para mal, en las primeras horas de este primero de diciembre, aunque en un espacio alterno, se llevó a cabo de forma pacífica, la toma de protesta de Alejandro Murat, ante la presencia de  legisladores de todos los partidos políticos representados en el Congreso; siendo acompañados por legisladores federales, gobernadores de otras entidades y personajes del medio político del país.

Es decir, la formula operativa aplicada por este nuevo gobierno, dio sus primeras señales de acierto, con dialogo y acuerdos, pudo revertir la actitud beligerante de quienes amenazaban con generar un caos en el estado, y buscar la provocación. Un tema aparte es el tratamiento a los maestros de la Sección 22, a quienes lejos de confrontarlos y caer en su juego donde terminan martirizándose, se optó por evadirlos y dejarlos con sus estrategias de manipulación.

Lo anterior, deja muy en claro, que detrás de los gritos y sombrerazos, de amenazas y emplazamientos, de argumentos y posturas, de quienes serán oposición en esta administración, hay solo pobres muestras de interés económico y político, para apartar su “rebanada de pastel”; el hacerse presentes y darse a notar, para seguir siendo beneficiarios de recursos públicos. Esa es la triste realidad de los llamados líderes o “gestores” políticos; son solo monos de utilería.

 

Después de este capítulo, vendrá lo mejor para pulsar las capacidades del nuevo gobierno que encabeza Alejandro Murat, pues los retos que representa Oaxaca, son innumerables y de difícil atención; esto, aunado al desastre político, económico y social, que le dejo su antecesor. Lo mejor será colocarse en primera fila, para ver si esto revienta, o el nuevo gobierno logra salir en hombros. Al tiempo.

 

LAS DESLEALTADES

La canción añeja de Alberto Cortes sobre los amigos decía en uno de sus párrafos: Cuando un amigo se va, se queda un árbol caído, que ya no vuelve a brotar, porque el viento lo ha vencido. ….y eso parece lo comprendieron muy bien los que en algún momento se declararon “Gabinistas” de hueso colorado, pues ni bien se iba el exgobernador y ya tristemente hacían “leña del árbol caído”. Benjamín Robles, José Antonio Estefan Garfias, Arturo Peimbert, Hugo Jarquïn, Juan Mendoza, Raymundo Carmona, y Salomón Jara entre muchos otros le aplicaron puñaladas traperas en los medios de comunicación, y pusieron distancia con él. Cuanta ingratitud¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡