DETRÁS DE LA NOTICIA

En la exitosa estrategia de campaña que llevó a la gobernación de Oaxaca a Alejandro Murat, diseñada por Gisela Rubach, destacan algunas acciones que garantizaron su triunfo el 5 de junio.

Primeramente, fue altamente positivo hacer un claro deslinde, profundamente respetuoso, entre los Murat, el joven Alejandro y el viejo José, al omitir su apellido paterno en su propaganda.
Era lógico y natural sus enemigos, que no adversarios políticos -más del papá que del hijo-, se le fueron a la yugular a éste último, acusándole equivocadamente de negar y renegar de su padre.
Los enemigos políticos de los Murat nuevamente erraron. Mordieron el anzuelo y se dedicaron atacar a Alejandro y le ayudaron a crecer. Su contracampaña, fue propaganda gratuita para él.
Sus propuestas, alejadas de los ataques personales, crearon un ambiente totalmente favorable. El candidato del PRI a gobernador fijó así la agenda de su campaña en El Milagro Oaxaqueño.
Mejor imposible. Fortaleció un entorno propicio e hizo renacer la esperanza perdida durante el gobierno fallido de Gabino Cué. Amarró con ambas acciones la rentabilidad político-electoral.
Por proponer trabajar por El Milagro Oaxaqueño, se ataca a Murat. Es creciente la mezquindad en la mayoría de los oaxaqueños en general y, en particular, de la vieja y nueva clase política.
Nada nuevo ni extraño en la Tierra del Sol. Los abogados estamos convencidos que el triunfo se persigue de oficio. Y en México, lo único serio es la lucha libre, como decía Efrén Ricárdez.
El Milagro Oaxaqueño es una ambiciosa meta con amplias posibilidades de ser y hacerse realidad humana y política. Que los enemigos y detractores de Alejandro no se equivoquen.
Si bien es cierto que la acepción más conocida de la palabra “milagro” no tiene relación necesariamente con una cierta intervención divina, sino que se liga al asombro ante lo inefable. A raíz de su significado etimológico, tal como lo plantearan los latinos “milagro” también puede referirse a un suceso o cosa rara, extraordinaria y maravillosa, sin implicar fuerzas divinas.
La palabra milagro, antiguamente miraglo, tiene su origen en el latín miraculum, derivada del verbo mirari, «admirarse» o «contemplar con admiración, con asombro o con estupefacción».
Los filósofos romanos o latinos llamaban miraculum a aquellas cosas prodigiosas que escapaban a su entendimiento, como los eclipses, las estaciones del año y las tempestades..
Esta forma latina se mantiene en los idiomas francés, catalán y en inglés como miracle, y en italiano como miracolo, entre otras lenguas romances o neolatinas.
Animales políticos como Manuel Andrés López Obrador (MALO), dirigente nacional de Morena, saben que hacer realidad El Milagro Oaxaqueño, es una posibilidad real y concreta.
De ahí que el gurú del Movimiento de Regeneración Nacional pretende garantizar impunidad a uno de sus principales operadores político-financieros en Oaxaca, Rogelio Hernández Cázares.
Para lograr la gobernabilidad en la LXIII Legislatura Local, fue otorgar la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) a Morena como una de las principales negociaciones.
La Fracción Parlamentaria del PRI cedió, asimismo, la Tesorería a Manuel Andrés López Obrador, quien impuso a Rogelio Hernández Cázares para amarrarle impunidad por su saqueo.
El Peje lo hace porque sabe perfectamente que hacer realidad El Milagro Oaxaqueño necesariamente pasa por el combate a la asquerosa y criminal corrupción de Gabino Cué.
Y al desastre que viven los oaxaqueños contribuyó de manera preponderante, primero, desde el Monte de Piedad y, después desde el saqueo del Seguro Popular Rogelio Hernández Cázares.
Éste, es egresado de la licenciatura en Economía por la Universidad Autónoma de Nuevo León y no del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) como lo afirma.
Maestro en Prospectiva Estratégica por la Escuela de Graduados de Administración Pública (EGAP), es experto en el trabajo sucio como “mapache electoral” y “fontanero” financiero.
Su experiencia en el trabajo en las alcantarillas del sistema político mexicano le ha permitido financiar campañas electorales del PRD-Morena desde el Monte de Piedad y el Seguro Popular.
Al igual que Hugo Alberto Espinoza Morales, el peón de López Obrador y Morena, tuvieron la función de echar tierra a la mierda de la corrupción en el IEEPO, Salud y el Seguro Popular
Salomón Jara Cruz desvío seguramente a las manos de López Obrador más de 40 millones de pesos de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura (SEDAFPA).
Como el ex candidato a gobernador de Morena, Rogelio Hernández desvió recursos del Monte de Piedad y del Seguro Popular a los bolsillos de MALO, pues éste no tiene cuenta bancaria.
El ex director del Monte de Piedad y ex director del Seguro Popular al igual que el propio Andrés Manuel López Obrador olvidan, sin embargo, que Rogelio Hernández no tiene fuero.
En consecuencia, si el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Alejandro Murat Hinojosa deciden combatir la criminal corrupción en Oaxaca obligadamente tienen que hacerlo en Salud.
Ello pone en la picota no solo a Germán Tenorio Vasconcelos, sino al propio Rogelio Hernández Cázares, a Salvador Monroy Rodríguez y a Juan José Álvarez Candiani.
El médico Tenorio Vasconcelos jura y perjura que no manejó un solo centavo del presupuesto de Salud y al lavarse las manos culpa del saqueo a Gabino Cué y a Enrique Arnaud Viñas.

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