La cadena de supermercados Walmart ha desafiado la cruzada proteccionista que ha emprendido en las últimas semanas el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y ha anunciado que invertirá 1.300 millones de dólares en México. El monto busca duplicar las ventas para 2025, así como fortalecer su cadena de distribución y su logística en el territorio mexicano.

Walmart ha invertido 53.000 millones de pesos (poco menos de 2.600 millones de dólares) en los últimos cuatro años, ha asegurado durante el anuncio el director general de la compañía en México, Guilherme Loureiro. Está previsto que la inversión se traduzca en 10.000 nuevos empleos en el país, han declarado los directivos. “Felicito a la empresa, que ratifica su confianza en México y en el futuro que el país tiene hacia adelante”, ha dicho el presidente, Enrique Peña Nieto.

La llegada de Trump a la Casa Blanca en enero próximo se ha cebado con la economía mexicana. El peso y la Bolsa han sufrido caídas históricas y el Gobierno se ha esforzado en mandar el mensaje de que existe un plan de contingencia para reducir los impactos del discurso xenófobo del republicano y recuperar la confianza de los inversores.

El magnate había empezado a hacer realidad sus amenazas al forzar a principios de diciembre que la fábrica de aparatos de aire acondicionado Carrier suspendiera una inversión en Nuevo León, al norte de México. “Nos complace haber logrado un acuerdo con el presidente electo y con el vicepresidente para mantener casi 1.000 en Indy (Indiana)”, escribió la compañía en Twitter. Trump había dicho que iba a penalizar al fabricante con aranceles del 35% si se llevaba empleos estadounidenses a México.

Mike Pence, el número dos y miembro del círculo duro de Trump, dijo el fin de semana pasado en una entrevista para el canal ABC News que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) era una vía idónea para que el vecino del sur pagara por el muro que el presidente electo pretende construir en la frontera. “En la renegociación del TLCAN hubo un acuerdo de que la seguridad de la frontera era crítica e importante”, justificó el vicepresidente electo.

La revisión del Tratado se convirtió en una cuestión prioritaria para Trump, quien lo calificó en repetidas ocasiones durante la campaña como una forma de drenar recursos y empleos de Estados Unidos a México. La intención del republicano es “ajustarlo” y no “despedazarlo”, matizó el lunes Anthony Scaramucci, uno de los asesores del equipo de transición.

México se mantiene en vilo ante la amenaza de una recesión profunda el próximo año y pelea por retener y atraer inversión extranjera directa. El país recibió en la primera mitad del año 14.400 millones de dólares en este rubro y Estados Unidos representó un 35% de esa cantidad, según datos oficiales. El Gobierno tiene previsto que las inversiones foráneas alcancen los 30.000 millones, una previsión que se ha visto mermada ante el ascenso al poder de Trump.

 

El País