Los 36 años que llevo observado el desarrollo y luego la descomposición del llamado movimiento “democrático” magisterial, me hacen escéptico. Sus capos no pueden gestar algo bueno para beneficio de Oaxaca. No pueden ir, jamás, contra su naturaleza catastrófica. Por eso han dejado tendida la mano amiga de Alejandro Murat y le responden con bombazos.
Fuentes de seguridad registran que los grupos radicales del cartel 22, como la UTE y los que alientan la guerrilla, podrían estar detrás de los actos de terrorismo que significan las detonaciones en cajeros de tres bancos ayer en la madrugada.
Seguir los pasos del movimiento magisterial que, afortunadamente, parece padecer cáncer en fase terminal, me da la certitud para decir que han dejado la mano extendida al gobernador Alejandro Murat. Generoso, les ofrece regularizar casi cinco mil plazas, flexibilizar las normas para que unos mil jóvenes normalistas puedan ser contratados como maestros, revisar algunos asuntos jurídicos pero así le responden.
La percepción que deja el cartel 22 es que andan sin rumbo. La anarquía sindical y la ambición desmedida de los capos, los conduce al despeñadero.
El terrorismo con las bombas es respuesta a la estrategia política lúcida con que Alejandro Murat esquivó la embestida que la prepararon para boicotear su toma de posesión. Así lo ven los analistas. Los viejos “comandantes” de los “anarcolocos” apegados a la negociación-movilización que no es otra cosa que el ir y venir de los portafolios de dinero para todos los capos a cambio de los famosos “repliegues tácticos”, reaccionan violentamente al sentir que el negocio se les puede acabar.
Su propio líder sindical. Juan Díaz de la Torre, presidente del SNTE, afirmó que hablar de la Coordinadora “me da flojera”, porque sus “movilizaciones nunca van a acabar”. Recalcó: “esta es una película que yo llevo viendo 30 años. No se van a dejar de movilizar. Siempre negociación-movilización-negociación. Algunas personas piensan que van a cambiar con la actitud del nuevo gobernador pero “estoy seguro que no; que sólo es un repliegue táctico, como lo han hecho todos los años, y lo van a volver a hacer porque no hay una agenda educativa, profesional. No hay propuesta, sólo hay agenda política. Es una película que yo ya tengo vista y me da flojera”.

EL BRAZO VIOLENTO
Cuando las instancias de seguridad pública no descartan que las explosiones en las cajas bancarias sean obra del EPR, brazo armado de las corrientes “duras” al interior del cartel 22, saben lo que dicen.
El pasado fin de semana, la diputada por el distrito de Miahuatlán que abarca gran parte de la sierra sur, Mercedes Rojas, reconoció que la seguridad pende de un hilo en la zona de los Loxicha, por la presencia del Ejército Popular Revolucionario (EPR).
En esa zona donde los lugareños se quejan de la intervención de malhechores que a punta de metralleta les impidieron votar libremente en la elección por el presidente municipal de Loxicha, hay incertidumbre. Comentan que en los caminos paraban a los votantes y les ordenaban sufragar por uno de sus seguidores quien, dicen, ganó la presidencia municipal. A los que se negaban, les ordenaban regresar a sus rancherías.
La diputada Rojas quien seguramente no ignora estos sucesos, instó a los cuerpos de seguridad, estatal y federales, estén vigilantes porque “la paz ha estado vulnerada en la región, por lo que se requiere de una vigilancia especial para restablecer la paz social que reclaman los habitantes”.
Incisiva, la señora Rojas advirtió que la presencia de quienes se dicen milicianos del EPR es un secreto a voces. Precisó: “para nadie es un secreto que el EPR sigue vigente, está vivo, esperando el momento oportuno para un nuevo levantamiento”.
Anunció que un grupo de legisladores locales y federales, preocupados por el fenómeno, van a exponer al Secretario de Seguridad Pública del Estado, la inseguridad que prevalece en esa región.
La diputada denunció el problema pero también recomendó la solución. Dijo que la bandera de los violentos “es y ha sido por la falta de atención a sus demandas, hace falta sentarse con ellos, escucharlos, ser sensibles a sus necesidades y estar en la disposición de ir a platicar con ellos, dialogar y estar presentes a través de los programas sociales”.
PURGA INTERNA
Un veterano activista magisterial, me da su versión. Descarta que los bombazos sean obra de sus compañeros. “los comandantes del ala dura ya están muy viejos”, me dice.
Los cierto es que la evidente descomposición al interior del cartel 22, amenaza al movimiento.
En la segunda quincena del mes pasado, hubo una tremenda purga que sacudió las tripas del cartel 22 al ser expulsados una docena de los activistas más osados, como las “maistras” la Jicayana y la Cleiver, ambas de la UTE.
Esto fracturó más al cartel 22 que ahora anda entre los recelos y las ansias de revanchismo.
Esto se corrobora en el documento orientador para el cuarto congreso político de la Sección 22 donde se avisora una contrapurga.
Los “guías morales”, por sobre la dirigencia formal, insisten en que “es necesario refundar” el Movimiento de los Trabajadores de la Educación”.
En el documento explican que “este reto se deriva del alejamiento de las bases por casos de corrupción, servilismo y clientelismo” de los jefes de las distintas tribus y los dirigentes formales. Sostienen que las bases no se están identificando con el movimiento y no tienen formación política, e incluso existe un “abuso de poder y casos de abuso sexual en el interior de la Sección 22”.
Eso dicen los que aún creen en el rescate del movimiento pero los radicales siente que el negocio está llegando a su fin. Comentan, por ejemplo, “la mansedumbre” de los normalistas fue evidente pues “hasta la mano le dieron al gobernador” al salir del Teatro Alcalá. Eso dicen y anuncian otro laxante para que salgan “los líderes corruptos, los acosadores sexuales y los traidores”.