A un año de tomar posesión como gobernador independiente de Nuevo León, Jaime “El Bronco” Rodríguez ya cosecha lo que sembró en sus primeros 12 meses de gobierno: una sonora rechifla popular.
Sucedió en la Arena Monterrey, en la pelea de Julio César Chávez Jr., cuando el ahora aspirante a candidato presidencial independiente subió al ring.
Al mencionar su nombre, el abucheo de los asistentes no se dejó esperar, en lo que esel primer acto masivo de repudio a quien hasta hace apenas unos meseseraun muy popular político.
La rechifla no es otra cosa que el sintomático termómetro de la decepción que su gobierno está causando en un Nuevo León desencantado por el abismo entre lo que prometió y lo que está entregando.
Hipócrita resultó su famoso y pegajoso lema de campaña de “La raza paga, la raza manda”, que fue transformado en “La raza paga, y paga, y seguirá pagando… aquí nomás yo mando”.
Y es que la demagogia entre lo que se dijo y lo que se está haciendo tiene un abismo más profundo que el Cañón del Colorado.
Por más que “El Bronco” haga de las redes sociales su Basílica de los Milagros, el tuitear o facebookear sus magros logros o sus mal habladas ocurrenciasno le alcanzan para sostenerse como un político positivamente viral.
Y por si alguien quiere indagar y entender el origen de ese abucheo, que le ponga atención a la ya larga lista de bronco-incumplimientos.
I.- Su mantra de campaña fue el de perseguir la corrupción de sus antecesores, y hasta hoy Rodrigo Medina y Natividad González
Parás gozan de cabal salud política.
II.- En una de sus primeras acciones de gobierno, eliminó el Metro gratuito los domingos, un servicio invaluable para cientos de miles de familias regiomontanas. Se tocó el bolsillo, pero no el corazón.
III.- Le prometió a la raza que paga que acabaría con el injusto cobro de la tenencia y cuando vio las precarias finanzas estatales –nada nuevo– reculó y pidió clemencia al Congreso. La raza seguirá pagando.
IV.- Anunció que en su primer año se abatirían los índices de inseguridad, pero algunos indicadores clave repuntaron, con la sensación de que las cosas no van lo bien que se esperaban. Fuerza Civil está peor que como la recibió.
V.- Censuró hasta el cansancio el plan hidráulico Monterrey VI, anunciando que lo cancelaría porque sería un inagotable pozo de corrupción. Acabó sentado en la mesa de sus promotores, lo maquilló, lo rebautizó y lo relanzó. Atole con el dedo.
VI.- Dijo que no habría nuevas cargas fiscales, pero se sacó de la manga propuestas como el impuesto al uso del carbón y el 10 por ciento a los casinos.Ya ni la carne asada ni la jugada se respetan… la raza vuelve a pagar.
Pero sin duda lo que más molesta a la ciudadanía es que las prioridades de su gobernador independiente no están en resolverle a Nuevo León los problemas, que es para lo que fue electo.
“El Bronco” cabalga hoy muy lejos de los problemas de Monterrey y muy cerca de la grilla en la Ciudad de México, buscando alcanzar un sueño que por sus pobres y rechiflados resultados se le está esfumando.