Cuando la información oficial no fluye, los medios se acogen a los trascendidos y, como consecuencia, cunde el rumor. Eso es lo que ocurre con este lamentable nuevo episodio de terrorismo -eso son los bombazos, aunque sean caseros- que provocaron inquietud nuestra sufrida capital en este inicio de semana.
Sorprende que los estallidos en los cajeros de tres bancos, hayan sucedido en momentos en que el gobierno logra su rescate…y su limpieza. Los oaxaqueños, siempre rehenes del juego perverso de los políticos y sus grupos, padecíamos, hasta con normalidad, la perversión del secuestro de nuestro zócalo, de nuestras calles y espacios públicos de convivencia. Después de tantos años de ver una ciudad prácticamente requisada por el cartel 22 y sus grupos rémoras, el gobierno llega a su rescate y, entonces, suceden los bombazos. Extraño ¿verdad?
Lo más extraordinario es que ningún policía, ninguna patrulla de seguridad, se haya dado cuenta. Por lo tanto, no hay información oficial sobre estos hechos.
Es entonces cuando los reporteros suspicaces deducen que detrás de estos sucesos hay, necesariamente, manos poderosas. Es decir, políticos perversos que envían a sus brigadas de perturbadores del orden con la seguridad de que las fuerzas de seguridad no aparecerán en ese instante.
Asombroso ¿verdad? Pero así son los políticos siniestros. Las fuentes de seguridad sostienen que podría ser obra de la corriente de “los duros” del cartel 22 como reacción a las purgas al interior de la asamblea estatal. Los grupos de interés dicen que es normal. Casi sostienen que “así se llevan los políticos”. Así se la hicieron a Ulises, Así puede estar haciéndolo ahora el mismo Gabino para distraer a los que ya impulsan su juicio político o que URO esté atizando el juego de la pirotecnia política. Por su parte, el gobernador Murat descartó anoche que se trate de alguna acción guerrillera. Hagan sus apuestas.
ADMINISTRADORES
El filón que significaron las administraciones municipales en el trienio que culmina, sirvieron para acrecentar grandes fortunas de los administradores y de los diputados de la LXII legislatura que los apadrinaron, parece revivir.
En una maniobra bien elaborada, los diputados se encargaron de inducir inconformidades en determinadas comunidades (San Antonio de la Cal, San Francisco del Mar, etc.) para anular la elección y dar paso a la instauración de administración municipal cuyo fin era la apropiación de las arcas municipales. Nada más.
Este fenómeno se inició en la LXI legislatura donde, prácticamente, le arrebataron al Ejecutivo la facultad de quintar y poner administradores municipales. Con la candidez que entonces sudaba Gabino, anunció públicamente que los administradores solo estarían tres meses, “tiempo suficiente para convocar elección extraordinaria”. Fue uno más de los embelecos del hoy proscrito ex gobernador. Esos 90 días se volvieron en tres años y el trienio se repitió en la legislatura pasada. Y todos en el febril saqueo del presupuesto que debió ser para alguna obra social en esos municipios que pagaron desacuerdos muy caros.
PREGUNTA PARA AMH
Lo extraño es que tal barbaridad se vuelve a presentar. En el Instituto electoral (IEEPCO) sus empleados y un consejero fueron víctimas de la violencia de los desestabilizadores que exigían anular la elección municipal en San Francisco Tutla. Si bien es cierto que el consejero presidente del IEEPCO, Gustavo Meixueiro, ha sido señalado por inducir dictámenes a modo, la agresión violenta contra el consejero Uriel Pérez es un acto irracional, punible. Falto de autoridad moral, lo único que se atrevió a decir Meixueiro de tal agresión física es: “pronta recuperación” para Uriel. No dijo nada de la demanda judicial que procede en estos casos ¿Temor a que? Seguramente que le saquen sus trapitos al sol. De todas formas ayer el IEEPCO anuló la elección en Tutla ¿es primer paso para que el saqueo continúe?
Esta pregunta es para el gobernador Alejandro Murat Hinojosa, es el único que puede acotar los intentos de reedición del lucro de las administraciones municipales, ahora desde la Secretaría General de Gobierno. Decir esto no es ocurrencia. La mejor experiencia sobre cómo depredar arcas municipales, la abrevó Alejandro Avilés como diputado presidente de la JUCOPO. Allí los diputados de la anterior legislatura se repartieron municipios y porcentajes.
TERCA MEMORIA
Para los ciudadanos que no conciben la importancia de ponerse de acuerdo para elegir a su autoridad municipal o vender su voto lo que los lleva a padecer un administrador saqueador, les recuerdo la triste experiencia que en San Antonio de la Cal, dejó el administrador Noé Lagunas Rivera.
PANDILLEROS
Cada diputado, especialmente los coordinadores de fracción, se adjudicaban un administrador, dos o cinco, de acuerdo a la fuerza de su bancada. En un acuerdo mafioso, la mayoría de los 21 administradores que hubo en este trienio, compartía el presupuesto con su padrino diputado. Así se dio gran saqueo. Ejemplo patético es San Antonio de la Cal.
Con la influencia del diputado Ericel, su sobrino Noé Lagunas fue impuesto administrador de este municipio. El presupuesto de aproximadamente 80 millones de pesos avivó la codicia de Noé y sus asesores Alfonso Esparza y Juan Ferra. Aunque los vecinos de San Antonio, insistían ante el congreso y la ASE que auditaran esos fondos, nadie les hizo caso. Hasta hoy, San Antonio padece una epidemia de dengue y chikongunya por los inmensos basureros en las calles, falta de agua potable, inseguridad pública, etc. el administrador municipal y sus dos asesores principales, están dedicados a corromper a las autoridades electorales para romper con los métodos de usos y costumbre y puedan imponer candidatos.
Ayer intentaron una última maniobra para tratar de anular la elección. Enviaron a un grupo de incondicionales al IEEPCO. No lo lograron.