Las fiestas navideñas dejan siempre un buen sabor de boca como también algunos sinsabores. La temporada abre posibilidades para hacer viajes largos y cortos o bien quedarse en casa para atender pendientes que se fueron acumulando durante el año. Oaxaca ofrece tantos lugares que visitar y personajes que conocer.
Así llegué a la pequeña comunidad de La Estancia, agencia municipal de San Juan Bautista Coixtlahuaca, en el área cultural chocholteca, donde los habitantes y vecinos estaban culminando la celebración de la fiesta navideña y había encuentros deportivos, música y actos religiosos.
Tenía la espinita de estar en La Estancia, tierra natal de oaxaqueños esforzados que emigraron hace años y salieron exitosos en sus metas. El empresario y pintor Manuel García Bazán fue uno de ellos, a quien entrevisté en mayo de 2007 en Cuernavaca, Morelos. Otro artista plástico es el también empresario Alfredo Bazán Hernández, ambos en el ramo de los acuarios.
En el trayecto hacia este pueblo vía autopista a la Ciudad de México, entrando por la desviación a Nativitas, observé en gran parte un suelo árido y desgastado por la mano del hombre y el paso de los años, pero también zonas que por fortuna están siendo reforestadas por los habitantes.
Mi objetivo era conocer el pueblo de que me habían hablado los pintores y su cercanía a la otrora gran metrópoli religiosa y comercial de Coixtlahuaca me parecía muy interesante. Además, para que La Estancia siga avanzando debe haber personas que lo impulsan y velan por él. Así es y dentro de ellas encontré a don José Agustín Bazán Hernández, un hombre de 92 años de edad.
Don José Agustín es el cronista de la comunidad; guarda en su memoria y en algunos apuntes a mano lo que sus paisanos han sufrido y luchado para construir su vida colectiva. Conoce al dedillo la zona y su historia. A su edad, se muestra contento porque los pueblos circunvecinos viven ahora en paz, una vez que superaron los problemas de colindancia que tuvieron antes. Él fungió por años como representante comunal.
Recuerda también con orgullo el oficio de peluquero que tuvo antes tanto en Coixtlahuaca como en la Ciudad de México. Uno de los clientes en sus tiempos estudiantiles fue el ahora profesor Eloy Valdivia López, presente en la charla con don José Agustín, pero la mayor satisfacción del nonagenario es que su pueblo viva en paz y progresando poco a poco, con el apoyo de quienes emigraron pero jamás olvidan sus raíces, como los que integran el Frente Único de la Estancia en la Ciudad de México.
Como persona de más edad y respeto, quien ha dedicado la mayor parte de su vida a servir a la comunidad, es un principal del pueblo, pero además ha desempeñado el papel de parangonero, cuando se trata de ir a pedir la mano de las novias.
En su calidad de consejero y luchador social pide la presencia del gobierno para que haya acciones de desarrollo en la Mixteca, particularmente en esta zona indígena para que los niños y jóvenes ya no emigren más a otros lugares. Eso hará que haya paz y tranquilidad y, sobre todo, arraigo de sus paisanos.
Se conduele que el idioma chocholteco esté extinguiéndose, ya que sólo el 10 por ciento de la población del área cultural lo sigue hablando, los demás ya no. Hay que rescatarlo antes de que sea tarde para no perder la rica herencia que nos legaron nuestros antepasados, dice, y en ese proyecto hay gente trabajando.
La Estancia, ubicada a 2,460 metros sobre el nivel del mar, tiene como agente municipal a Eustorgio Bazán Mora. Él dejará el cargo en estos días, pero el reto por progresar sigue.