Nueva York, Estados Unidos (10 enero 2017).- Volkswagen anunció un principio de acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos por el que acepta pagar una multa de 4 mil 300 millones de dólares para dar carpetazo al expediente por el escándalo de las emisiones. La reprimenda es mayor de la esperada.
El mayor fabricante automotriz de Alemania indicó en un anuncio publicado en su página web que además deberá reforzar el Sistema de Cumplimiento y Control, incluyendo el nombramiento de un supervisor independiente para los próximos tres años.
El pacto, que debe aún formalizarse, se cierra a una semana de que acabe el mandato del Presidente Barack Obama, que viene de acordar también con Deutsche Bank por el fraude del empaquetado de deuda basura.
La multa, que se concretará en las próximas horas, es la más alta que se impone a un fabricante de autos. Quintuplica los 900 millones de dólares que el departamento que dirige Loretta Lynch impuso a General Motors por los accidentes que provocó un defecto técnico en el sistema de encendido, en los que fallecieron más de un centenar de personas.
Un año antes, la japonesa Toyota abonó mil 200 millones de dólares por la aceleración involuntaria del híbrido Prius.
El fraude de la automotriz alemana afectó a 11 millones de vehículos en todo el mundo y 600 mil en Estados Unidos. Fue la propia Volkswagen la que hizo pública la cantidad negociada para poder saldar cuentas con las autoridades estadounidenses.
La sanción excedería las provisiones que hizo para afrontar la multa, por lo que el desembolso debe ser autorizado por su consejo de supervisión. El fabricante adelanta, además, que junto a la reprimenda civil está en disposición de aceptar la culpabilidad en el fraude.
Debe determinarse, por tanto, cómo se va a exigir responsabilidades penales a las compañías por la trama. Volkswagen aseguró hasta ahora que ningún miembro de su consejo de administración estaba al corriente del engaño. Pero es conocido que las autoridades judiciales en Alemania están investigando el papel de Martin Winterkorn cuando era consejero delegado del grupo.
Horas antes de hacerse el anuncio, las autoridades estadounidenses arrestaron al ejecutivo responsable del departamento de cumplimiento de la reglamentación en Estados Unidos. Se trata de Oliver Schmidt, que ocupó el cargo hasta marzo del 2015.
El pasado mes de septiembre, un veterano ingeniero de la compañía admitió haber participado en el fraude de las emisiones. James Liang formó parte del núcleo duro de la trama.
El pacto permite a Volkswagen evitar que la investigación de los motores trucados llegue a los tribunales. La multa se suma a los 17 mil 500 millones de dólares que pactó con las autoridades para compensar a los propietarios de los vehículos afectados y a los concesionarios.
El dispositivo que le permitió esquivar los límites a las emisiones se instaló en 475 mil vehículos con motores de dos litros y 80 mil de mayor cilindraje.
Los ingenieros desarrollaron un sistema electrónico que permitía al coche detectar cuando estaba siendo sometido a las pruebas de control de emisiones. Pero en condiciones de tráfico normal, los vehículos no eran tan limpios y emitían hasta 40 veces más gases contaminantes de los permitidos por la agencia del medio ambiente.
Volkswagen lleva sin vender autos con motores diesel desde septiembre del 2015 y no recibió la certificación para comercializar nuevos modelos. De hecho, la marca alemana confirmó hace algunas semanas que renuncia al diesel en Estados Unidos, porque va a ser muy difícil para la marca recuperar su imagen y porque los reguladores están siendo más estrictos. En su lugar, apuesta por los vehículos eléctricos.
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