Continuando con esta historia debo señalar que le fue imposible al Lic. Eduardo Vasconcelos ver  terminada e inaugurada su obra cultural, realmente sólo faltó la terminación de la sala “Juárez”, que se construyó como auditorio para conciertos, dotado con aquel órgano marca “Walker”, adquirido en septiembre de 1950 por el gobierno del estado en la cantidad de “veinticinco mil pesos”, éste órgano le fue encargado en su armado al Ing. Ernesto Arcos, un bello y hermoso órgano tubular neumático, que por cierto, años después fue desarmado y llevado a los sótanos del ex convento de San José donde fue arrumbado, dónde está? Es una pregunta, a quienes son los responsables de 1955 a 1960 de su desaparición?, no sería esto uno de los tantos reclamos que hizo el maestro Ricardo Vera Castro, tercer director  que renunció por esta razón, entre muchas y que al final quebrantó su salud.
El 30 de noviembre de 1950, con motivo de la inauguración de la plaza de la danza, nombre dado por el soberbio programa de ballet nacional y de bailes típicos oaxaqueños de las diversas regiones del estado y que ofrecía el gobernador saliente al entrante “Mayoral Heredia” quien sólo  gobernó del 1 de diciembre de 1950 al 31 de julio de 1952.  
Todo éste espectáculo como no se había visto, lo organizaron las maestras de la sección de danza de la ya para entonces escuela oaxaqueña de Bellas Artes; Elvira Beristaín, Josefina Lavalle, Aurea Turner y Eva Robledo, quienes actuaron con profesionalismo, en los bailes oaxaqueños participaron alumnos de la sección de danza, así como danzantes de la pluma del municipio de Teotitlán del Valle, señoritas y jóvenes de Huajuapan de León, señoritas del Istmo de Tehuantepec y algunos bailarines del ballet nacional.
Los números coreográficos fueron acompañados por la Banda de Música del Estado, dirigida por Don Diego Innes quien dirigió la suite sinfónica de la que fue  autor, titulada “Querer es poder”,  las danzas y bailes ejecutados fueron: “Fuerzas Nuevas”, del Maestro Blas Galindo; “Suite Mexicana”, del Maestro Salvador Contreras; “Madres”,  con ballet en 3 escenas, música de Shostakóvich; “La Coronela”, música del Maestro Silvestre Revueltas; Allegretto de la 5ª. Sinfonía de Shostakóvich; “En la Boda”, música del Maestro Blas Galindo sones bailables de la costa chica de Oaxaca: “Indita Suriana”, el Cotón y el Zopilote; Danza de la Pluma, por 23 danzantes de Teotitlán del Valle; el jarabe mixteco, bailado por jóvenes de Huajuapan de León; así como la pieza junto al mar, música de Guillermo Rosas Solaegui, ejecutada por veinte señoritas del Istmo de Tehuantepec.
Al final del espectáculo y ya obscureciendo como una apoteosis se encendieron  los juegos pirotécnicos debidamente instalados en los repechos de los cornisamientos  de los edificios circundantes: ex –convento y templo de San José, Templo y ex convento de la Soledad, hoy hermoso palacio municipal, acción que produjo un magnifico efecto fue el apagarse todos los reflectores y lucir las numerosas combinaciones de una policromía impresionante, al mismo tiempo que grandes cohetones de luces de Bengala y nuestras típicas ruedas catarinas atronaban el ambiente. En ese momento la Banda de Música del Estado  ejecutó el inmortal vals de Macedonio Alcalá “Dios Nunca Muere” que hizo que se pusieran de pie los espectadores y a continuación, dando remate a la fiesta, se escucharon los acordes del Himno Nacional, rubricado por la marcha de honor de las bandas de guerra. Fue un espectáculo inolvidable, que hizo lucir la Plaza de la Danza y el conjunto de monumentos virreinales que constituyen el conjunto arquitectónico más  típicamente español de la ciudad de Oaxaca.
Antes de concluir el año de 1950, el día 16 de diciembre la Escuela Oaxaqueña de Bellas Artes presentó en el teatro Alcalá un magnifico recital de canto, violín, piano y conjuntos de instrumentos de cuerda, que demostraron el notable aprovechamiento logrado por sus alumnos. El número más destacado fue el estreno, por primera vez en el país, del concierto en la Menor de  Bach, ejecutado a cuatro pianos por las alumnas de bellas artes, entre algunas sito a la señorita Alicia Iturribarria Bolaños, hoy viuda de Don Antonio Harp y madre de la cantante Susana Harp Iturribarria, hoy Senadora Electa.
Para 1951 surgirían los primeros problemas con Mayoral Heredia, dice Rosas Solaegui en su libro Anecdotario de Oaxaca; por la idea de desaparecer la escuela y crear una de Agricultura, así mismo en 1955, surgiría la diferencia de criterios del primer rector el Dr. Ortiz Armengol y el director, el Maestro Ricardo Vera Castro, pero quiero recordar a los que fueron los alumnos de esos años  y a los maestros que se entregaron en cuerpo y alma; citaré aun cuando es imposible escribir la larga trayectoria de María Luisa Marín Mata, oaxaqueña que inicia su carrera de Bailarina siendo su maestra la extraordinaria Socorro R. Rangel, sin embargo 6 años más tarde injustamente la Maestra es removida de su cargo y es entonces que toma clases particulares María Luisa con la Maestra Rangel.
Cuando el Lic. Adolfo López Mateos viene a Oaxaca en su campaña para presidente de la república, ella participa en la Guelaguetza que el Gobierno del Estado ofrece al candidato, aquí surge una anécdota, ella iba a bailar el Son de la Tortuga pero la delegación del Istmo no le permitió participar con ellos, ya terminada la Guelaguetza  estaban bailando la Danza de la Pluma cuando la Sra. Ma. Luisa Bustamante de  Audiffred le dice: “Como te vas a quedar sin participar, mira aquí tengo el traje de Coyotepec, nadie lo quiso, póntelo y ahorita le mando a decir a Don Diego y al Maestro Zárate Aquino que cuando termine la Danza de la Pluma, toquen la música de Samuel Mondragón  (la letra es de Juan G. Vasconcelos)  y te anuncien”, así algo increíble sucedió, fue un éxito rotundo. Más tarde llegó a la casa de María Luisa, el  Lic. Romero, Secretario particular del Lic. López Mateos, quien por parte de él iba a ofrecerle lo que quisiera, y ella dijo: yo quiero ser bailarina de ballet, como resultado de su arte, su fotografía estuvo en un mural en los Pinos, durante el sexenio del Lic. Adolfo López Mateos.
De esta manera Ma. Luisa emigra al otrora D.F. y se inscribe en la Escuela Nacional de Danza, del Instituto Nacional de Bellas Artes, dirigida en aquellos años por las hermanas Nellie y Gloria Campobello, fue un trabajo muy intenso para nivelarse y hacer la revalidación  de materias, por la mañana cursaba su carrera de Maestra de Educación Primaria y por la tarde la carrera de Bailarina y Maestra de Danza.
Fue primordial el apoyo de sus padres así como el del Ing. Norberto Aguirre Palancares y del Dr. Miguel Bustamante Vasconcelos.
En 1961 egresó de la Escuela Normal, entonces se dedicó de lleno a la danza, por la mañana tomó clases particulares con la magnífica maestra Madame Nelly Dambre, ex bailarina del ballet del Marques de Cuevas, Francia,  en el año de 1962 termina su carrera de Maestra de Danza, en esta época baila en el “Ballet de la Ciudad de México” cuya directora fue la Maestra Nelly Campobello y en el  “Ballet Concierto” dirigido por el Maestro Felipe Segura.
Al terminar la carrera Ma. Luisa regresa a la Ciudad de Oaxaca a realizar su servicio social siendo gratamente acogida en la “Escuela Normal Mixta Federalizada” dirigida por el Maestro Delfino Techachal, por las mañanas pide prestada la sala Juárez de la escuela oaxaqueña de Bellas Artes para establecer un taller de Danza Clásica, al frente de este taller, presenta al año de trabajo con el programa “Un ensayo sobre la danza”, al año siguiente presenta  “Noche de gala”,  con gran éxito, en el teatro “Macedonio Alcalá”, con la música del Huapango de Moncayo.
Por azares del destino la Maestra Socorrito Cortés que atendía las clases de ballet en la Escuela de Bellas Artes, contrae matrimonio y deja vacante la cátedra, entonces la rectoría de la Universidad invita a la Maestra Marín  a hacerse cargo de la materia, de esta manera se pone al frente de la sección de Danza con la matrícula de 50 alumnos para la clase de ballet.
Durante 3 años fue un arduo trabajo del que por motivos personales se tuvo que ausentar y al cual volvió por invitación del Dr. Mario Pérez Ramírez entonces rector de la Universidad “Benito Juárez de Oaxaca”, en el año de 1972, vuelve a la E. de Bellas Artes a formar nuevos grupos con su intensa rutina de trabajo. Para María Luis no fue necesario renunciar a Bellas Artes, al año siguiente pues la Universidad fue cerrada ya que enfrentaba un fuerte problema político que duró un largo tiempo.

Continuará……..

Oaxaca, Oax., a 15 de Julio de 2018.
Jorge Alberto Bueno Sánchez.
Cronista de la Ciudad de Oaxaca.
Miembro de la S.M.G.E.
Miembro del S.C.M.