Oaxaca, Oax.- Continuaré mi crónica dominical con esta bella institución ya que para mí es imposible no recordar a tantos y tantos amantes del arte universal y el arte de Oaxaca, arte que se ha creado, en la ciudad que se dibuja desde el cerro del fortín y que aparentemente descansa, y no porque esta ciudad espléndida de aromas y colores que tiene un ritmo, de vida único y que muchas generaciones le han dado a través del tiempo una vida cultural a esta mansión de la melancolía, en ella existe lo afirmo un palpitar único que ha salido de la hoy Facultad de Bellas Artes, dependiente de la Universidad, que con 63 años de vida sigue adelante, (1955-2018) “Por eso yo también; sí yo también soy U.A.B.J.O”.
En los talleres de música, hubo alumnos que destacaron en el arte, sólo recuerdo a pocos alumnos del instituto de ciencias y artes, de los muchos que acudieron a reinscribirse en los primeros años de la U.B.J.O., como las hermanas Vera Bourguet, Ma. Del Carmen, Anita y Guillermina, también a Lilia Valencia Cortes, al amigo Adolfo Segura, al estimado Lic. Evelio Bautista Torres, bueno para el violín, bueno para la declamación y bueno para el derecho, el Lic. Roberto García Pérez hoy doctor en derecho, la pianista Miriam Hernández Martínez, hermana de dos grandes amigos Héctor y Jorge de los mismos apellidos, Nohemí Jiménez Martínez, hija del Dr. Mateo Jiménez, que dio conciertos en el teatro “Alcalá”, con éxito, continuo recordando a doña Margarita Méndez Gracida que fue a esta escuela de 1950 a 1960 y que sigue ejecutando piezas, allá en la colonia reforma, al lado del querido Maestro Agustín Márquez Uribe, a la maestra Artemisa Moreleon Rangel, excelente estudiante en 1952 y a su señora madre la maestra Rangel que enseñó ballet a muchas de las hoy bellas oaxaqueñas al igual que ella (e.p.d.), fueron alumnas de música, Leticia Marín Mata quien estudió de 1950 a 1952, Graciela Paz Rodríguez, pianista profesora de profesión ella estudió piano y estuvo de 1949 a 1956, se casó con el Arq. Sergio Rodríguez Pérez, quien también fue profesor normalista y mi amigo en lo personal, así como la hermana de Chela la profofesora Olga Paz de Lobato quien también estudiaba en los 60s. Música y Danza.
En los talleres de Danza, es de recordar a Lulú Fabila Meléndez, a Donaji Gutiérrez Yañíz, a Isela Acosta, Elizabeth Cordero, Nohemí Garrido (e.p.d.), Berenice Portillo, Luis Cordero, Luz Lagunas, Dolores Gómez, las hermanas Carton Evelin, Madelein y Helen que vive en los Estados Unidos.
Todas ellas y ellos forman hoy en día un grupo extraordinario que se reúne cada mes, para recordar a las Bellas Artes, que amaron y siguen recordando con profundo cariño y nostalgia de su escuela.
De lo que fue la sección de pintura, hay que traer a la palestra al grupo de los cinco, a esos iniciadores del movimiento o de la escuela oaxaqueña una enorme cantidad de artistas del pincel que desde 1960 le han dado FAMA a Oaxaca en todo el mundo, nada más justo que recordar a: Los cinco pintores, ese grupo extraordinario lo integraron el Pintor Virgilio Gómez Ramírez, quien fue de ideas, pintó un mural en un salón del patio central de la Universidad, salón que les servía para reunirse a los llamados “Subversivos”, buscó otros rumbos para su talento, su búsqueda lo llevó a Sudamérica, se asentó en el Perú, para ser preciso en Lima la capital, ahí falleció Virgilio hace unos cuantos años, el que aún vive de los cinco es Jaime Hernández, nacido en la ciudad de Oaxaca de Juárez, hoy tiene su domicilio en la Col. Luis Jiménez Figueroa este gran pintor oaxaqueño, fue iniciador del cambio, la ruptura la vivió, amén de su producción pictórica que aun cuando ha sido larga de casi 60 años, es muy difícil conseguir cuadros de él, decía a menudo Doña Arcelia Yañíz; yo les compro cuadros ahora que no son famosos, porque cuando lo sean, voy hacer rica, aún extrañamos a esta Dama oaxaqueña, creadora de buena poesía.
Otro de los cinco lo fue el Arq. Sergio Rodríguez Pérez, nacido el 17 de marzo 1935, vecino de la calle de M. Bravo, Sergio se inscribió a comienzos de los años cincuenta, en la escuela de bellas artes fue buen acuarelista, buen Arquitecto y honesto funcionario, le sobrevive su querida esposa Graciela Paz, que heredó una hermosa casa oaxaqueña, con dos hermosos fresnos sobre la banqueta que con los años se secaron y en el frente una hermosa fuente a la que el pueblo le sigue llamando de “San Román”, falleció este gran acuarelista el 11 de enero del 2010, sus amigos, sus compañeros de la escuela de arquitectura, lo recuerdan con cariño.
El cuarto de los cinco fue Teodoro Velasco, Oaxaqueño alumno en los años cincuenta, pintó en forma académica y dominó todos los estilos, así como las técnicas; la escuela oaxaqueña la vivió en sus inicios, solía decir que el joven Francisco Toledo aprendió de los cinco, viéndolos pintar.
El quinto de este afamado grupo oaxaqueño quizás no trascendió internacionalmente, no llegó su fama más allá de Oaxaca, salvo Virgilio que salió a buscar fortuna, pero su obra es deseada por todo aquel que ama lo Oaxaqueño, lo auténtico de nuestra idiosincrasia, me refiero a Liborio López Navarrete, que descansa en paz, al lado de su familia.
Filiberto Heredia ese pintor que después de Bellas Artes vivió en la casa de Doña Arcelia Yañíz, mecenas de Artistas y gran mujer hoy fallecida, Filiberto viajó a los Estados Unidos para trabajar como brasero, originario de la costa, le gustaba el campo, él no fue integrante del grupo de los cinco que mencioné líneas arriba, pero fue su contemporáneo, Filiberto se trasladó a la zona llamada del bajío, en el estado de Guanajuato donde se casó con la señorita Gloria hoy su viuda que le sobrevive a este pintor oaxaqueño, fue el autor del escudo de la escuela de Bellas Artes; por cierto la autora del lema que lleva el escudo: Arte, Honor y Gloria, fue de Socorro Ramírez.
Otros más que egresaron en la década de los años cincuenta son Francisco López Toledo que este 17 de julio cumplió 78 años, otro alumno lo fue Rubén Vasconcelos Beltrán, que dibujaba con gusto a sus amigos y que realizó dibujos del hierro forjado de Oaxaca, Rubén cuarto cronista de Oaxaca, tiene en su haber un currículum impresionante, falleció hace exactamente dos años, el día 29 de junio de 2016, también mencionaré a Salvador Hernández, que estuvo en bellas artes de 1950 a 1958, otro pintor y buen amigo lo fue Mario Ramírez el cronista urbano fue alumno de 1950/1958, Mario me visitaba en mi oficina y un día dejo de ir a buscarme después de venderme una docena de acuarelas de los diversos rincones de la ciudad de Oaxaca, se le estimaba, yo lo tuve siempre como un bohemio, hoy descansa en paz.
En otras disciplinas como la música destacan primero en el tiempo Eliseo Martínez Vargas, un verdadero maestro, a quien le organizó un homenaje la casa de la cultura oaxaqueña, que como director me toco el honor de reconocerlo en vida, institución que hoy dirige atinadamente el culto Lic. Guillermo García Manzano, el Maestro Eliseo Martínez García, hijo del anterior y nació en el Barrio del Carmen Alto, desde niño fue alumno de Bellas Artes y ha destacado como Director de la Banda de Música del Estado, hoy es titular de la Orquesta Sinfónica del Estado de Oaxaca y el ayuntamiento le ha premiado en hermosas ceremonias en el Teatro Macedonio Alcalá, la primera fue como ciudadano distinguido y en el 2017 le otorgó la medalla Donají, máximo galardón por sus años de servicio a Oaxaca, ésta le fue colocada por el Lic. José Antonio Hernández Fraguas, Presidente Municipal de Oaxaca de Juárez.
Cheo como cariñosamente le llaman los oaxaqueños, fue Director de su Alma Mater la Escuela de Bellas Artes de 1995 a 1998, dejando en la escuela un grato recuerdo, en todos sus alumnos que hoy están integrados a la sinfónica que en dos temporadas, está mostrando calidad suficiente para el deleite de los que amamos la Música, que es Bella y que es Arte.
Continuará…
Oaxaca, Oax., a 22 de Julio de 2018.
Jorge Alberto Bueno Sánchez.
Cronista de la Ciudad de Oaxaca.
Miembro de la S.M.G.E.
Miembro del S.C.M.