No sólo el Estado Mayor Presidencial (EMP) ha estado a cargo de la protección de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto: de manera paralela el gobierno contrató al Servicio de Protección Federal, una organización que refuerza la seguridad de sus personas y bienes. Los contratos por el pago pueden consultarse en Compranet. La violencia criminal que no han podido detener explica el doble gasto. AMLO insiste en que el pueblo lo cuida. El viernes que salía de la casa de transición hacia el aeropuerto, rumbo a la Selva Lacandona, le pidió a la gente que le abriera paso, que no lo apachurrara. Luego fue visto al subir la escalinata del avión y más tarde comiendo en una fonda, totalmente desprotegido; ese día hubo 60 asesinatos en la República. Parece que nada le hará cambiar la idea de que el pueblo lo cuida. Pero más allá de su (irreal) percepción personal ¿quiénes son los responsables de cuidarlo, aparte del pueblo? Y no me refiero al EMP ni al cuerpo de seguridad paralelo contratado por Calderón y Peña Nieto, están descontados. Anotaría a tres funcionarios de su futura administración: Julio Scherer, su amigo personal, está muy claro del riesgo que corre nominado como consejero jurídico de la Presidencia; la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero (en una entrevista dijo: El estatus jurídico, político, de gobierno, de un presidente de la República debe tener obviamente un sistema de seguridad que lo cuide, porque la gobernabilidad está en juego, la estabilidad del Estado); y el futuro secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, por la naturaleza de su cargo. El miércoles se cumplirá un mes del triunfo de AMLO. Los que esperaban su tercera derrota ya debieron salir de su estupefacción y hacen planes para no perder el poder. Algo debería decirles a Julio, Olga y Alfonso la vociferante embestida de la comentocracia y los intereses que están detrás.
La Jornada / Dinero / Enrique Galván Ochoa