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Con la máxima de que la formación de las Fuerzas Armadas no responde a intereses políticos de una persona o de un grupo, el General de División D.E.M., en retiro, Sergio Aponte Polito, llamó a militares y marinos retirados a estar unidos y manifestarse pacíficamente ante las intenciones y acciones que buscan desaparecer a estas instituciones, entre las cuales señala la conformación de la Guardia Nacional.
“Tengamos la dignidad y decisión para defender a nuestras Fuerzas armadas, otro indicio para desaparecerlas será cuando disminuyan más los efectivos del Ejército y de la Armada de México para debilitarlas y pasar esos efectivos a la denominada Guardia Nacional, ya que esta organización será disminuida por las bajas y deserciones de quienes no fueron voluntarios para formarla, así como por la falta de solicitudes para ingresar a esa organización…¡Oh!, Mis leales y serviciales Fuerzas Armadas, pensar que van por el camino de su autodestrucción”, advirtió el mando castrense.
A través de una carta titulada: “Mensaje para militares y marinos retirados”, sin fecha de emisión, pero firmada por el General Aponte Polito, quien desempeño sus servicios en activo para el Ejército por 49 años, lamentó que ante los señalamientos de políticos por desaparecer al Heroico Colegio Militar, así como las fuerzas castrenses del país, no ha leído ni escuchado ningún pronunciamiento donde los militares y marinos alcen la voz en defensa de las instituciones que los han formado.
En ese sentido, el General –quien cuenta con una maestría en Administración Militar por el Colegio de Defensa Nacional–, acusó que casos como el de los estudiantes desaparecidos en Iguala o el abatimiento de narcotraficantes en Nayarit, de quienes erróneamente se dijo eran menores de edad, son muestra del “resentimiento y deseo de desprestigiar” a las fuerzas militares y navales ante el pueblo mexicano. Por esa razón reiteró el llamado a la comunicación y la unión estrecha en defensas de las instituciones.
“Nos deben motivar a militares y marinos retirados a estrechar nuestra unión y a estar en constante comunicación en todo el territorio nacional, a fin de contrarrestar con oportunidad y de manera pacífica las acciones de quienes desean desaparecer a las Fuerzas Armadas; si no nos unimos y nos apoyamos mutuamente, mañana estaremos arrepentidos y lamentándonos de lo que no pudimos defender como soldados y marinos mexicanos”.
En su misiva, el mando militar, quien entre 2003 y 2006 estuvo al frente de diversas zonas militares, entre ellas la novena zona militar, en Culiacán, Sinaloa; la trigésimo octava zona ubicada en Tenosique, Tabasco; y también fue comandante de la décimo séptima zona militar en Querétaro, cita los artículos constitucionales que protegen las libertades para que cualquier ciudadano se manifieste y exprese sus opiniones sin violar la ley.
Tras puntualizar los artículos que respaldan su manifestación, expresa: “nunca la desunión, la descalificación, la ofensa o la imposición de un gobierno autoritario será bueno para México, debemos de voltear la vista hacía otros países, donde la ambición por mantenerse el poder les ha causado graves daños, porque los gobernantes de esas naciones han modificado sus leyes constitucionales para seguir gobernando, sin importarle la vida, seguridad y bienestar de sus gobernados”.
Y añade, “en México, los militares, marinos y sociedad en general, queremos vivir en paz, donde se respete la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, esa ley máxima que los políticos al tomar posesión de sus cargos juraron cumplir y hacer cumplir; queremos vivir donde los periodistas, escritores y comentaristas puedan ejercer su trabajo en libertad para orientar, guiar y criticar; queremos un México Libre donde se respeten las Instituciones”, concluye.
A un año de las elecciones en las que Andrés Manuel López Obrador resultó ganador, el Presidente concedió una entrevista al diario “La Jornada” en el que sostuvo que si por él fuera, desaparecería al Ejército y lo convertiría en la Guardia Nacional, pues declararía que México es un país pacifista que no necesita a las fuerzas armadas porque la defensa de la nación, en el caso de que fuese necesaria, la harían todos los mexicanos, según señaló el mandatario.
El general Aponte siempre ha sido un militar de mucho respeto en el Ejército Mexicano, comandante y jefe de muchos oficiales y generales algunos en activo y muchos en retiro. Se graduó en los años 60, como oficial de infantería en el Colegio Militar. Como teniente de servicio en el 50 Batallón de Infantería, con sede en Guerrero, donde fueron años complicados, por el auge de movimientos guerrilleros en aquel estado.
A finales de los 70 estuvo comisionado en la 35 Zona Militar y casi una década después, en 1987, fue enviado a la Agregaduría Militar de la Embajada de México en Estados Unidos, de donde regresó para comandar el 18 Batallón de Infantería, por cierto en esos años se encontraba en Oaxaca (antes de mandarlo a Tenosique Tabasco).
Dos de los superiores que aprobaron su ascenso al generalato son Ricardo Maldonado Baca, ex comandante militar en Chiapas, en la época posterior al alzamiento zapatista, y Jaime Jiménez Muñoz, ex comandante de la 28 Zona Militar en Oaxaca, entidades donde Aponte Polito prestó servicios también.
Como general brigadier y posteriormente como de brigada, estuvo destacamentado en las zonas militares en Sonora, Chiapas, Quintana Roo y Sinaloa. Siendo comandante de la Novena Zona Militar, con sede en Culiacán, pronunció un discurso de enorme impacto mediático a nivel nacional en diciembre de 2005, donde denunciaba la corrupción en las policías locales.
Lo hizo ante el gobernador priísta Jesús Aguilar Padilla, a quien “reprendió” por haber dicho que los elevados índices delictivos eran “normales”.
“Un día normal –reprochó– debe ser aquél en que no se presentaran muertos en hechos violentos. Eso sería lo normal, eso nos llenaría de orgullo y satisfacción. Pero para poder evitar esos males debemos, primero, autoanalizarnos y darnos cuenta si lo que estamos realizando está bien.
“Que no se tome como normal la comisión de los delitos, sobre todo los violentos: asesinatos, secuestros, robo de vehículos, porque sabemos que las autoridades tienen conocimiento de cuáles son las bandas delictivas”.
No pasó mucho tiempo antes de ser relevado por el entonces secretario de la Defensa Nacional, general Clemente Vega García (durante el sexenio foxista), para enviarlo a Querétaro, a cargo de la décima séptima Zona Militar, aunque cuando Guillermo Galván asumió la titularidad de la Defensa, el 1 de diciembre de 2006, lo “rehabilitó”, poniéndolo al frente de las “tropas del desierto”, como se denomina en el Ejército a los efectivos de las cinco zonas militares de Sonora y Baja California Norte y Sur, que a su vez conforman la Segunda Región Militar, con sede en Mexicali.
En tal posición, Aponte Polito ya siendo general de división, ordenó implementar la denuncia ciudadana vía telefónica como medio de recopilación de información por cuenta del Ejército.
Esto habría permitido a los elementos de inteligencia militar confirmar que los soportes del narcotráfico eran los propios policías municipales. Enseguida, en operativos militares fueron desarmados los miembros de los cuerpos de seguridad locales, para analizar si sus armas habían sido accionadas en actividades criminales.
Sobrevino la reacción de autoridades locales, irritadas por estos operativos y el protagonismo del general, quien aparecía con frecuencia ante los medios informativos para denunciar a los agentes supuestamente coludidos con las bandas de secuestradores, narcotraficantes y asaltantes. Así de duro y firme era Aponte Polito cuando era general en activo.
A pesar que el Presidente Andrés Manuel López Obrador en Oaxaca pidió a la ciudadanía confiar en los soldados que colaboran en la Guardia Nacional y no verlos “con malos ojos”, pues también ellos son de extracción popular y saben que no deben agredir a las personas, muchos militares siguen preocupados por lo que pueda pasar con el futuro de las fuerzas armadas en México.