REVISTA R
Mayolo López
Cd. de México (03 enero 2021).- La relación tirante y ríspida que el Presidente Andrés Manuel ha mantenido con los Gobernadores de Oposición presagia un nuevo “choque de trenes”, avizora el académico Agustín Basave.
Para el doctor en Ciencia Política, el escenario más previsible hacia los comicios federales de 2021 es uno en el que aflore una “gran crispación” en la relación del tabasqueño con los Mandatarios, en la lógica de que todos van a echar toda la carne al asador.
“Se viene un choque muy fuerte entre él y los Gobernadores en particular, y entre él y los partidos de Oposición en general. Eso es lo que se viene: un nuevo choque de trenes”, pronostica Basave vía telefónica.
-¿No cabe esperar, de AMLO, cordura en su relación con los Gobernadores?
-No es realista, es pedirle peras al olmo. Él va a polarizar, no menos, si no más, conforme se acerquen las elecciones, y si ya es bastante rijoso, lo va a ser más en la medida en que se acerque el proceso electoral.
“Veo con preocupación el panorama, porque a mí sí me gustaría que hubiera equilibrios democráticos. No creo que en México haya un paraíso perdido al que haya que regresar; Andrés Manuel está sublimando el autoritarismo y está continuando con el proceso de concentración de poder y la ausencia de contrapesos y límites al poder presidencial y eso es para preocuparse”.
El ex dirigente del PRD estima que el “forcejeo” de López Obrador con los Gobernadores afloró desde que el Presidente iba de gira a los estados, participaba en mítines y el grueso de la gente abucheaba a los Mandatarios.
“López Obrador es un hombre autoritario, y como buen creyente del autoritarismo, es también centralista: los autoritarios tratan de acaparar el poder, de no tener intermediarios entre ellos y el pueblo -que es también un signo del populismo-, y los Gobernadores son vistos por López Obrador, equivocadamente, por supuesto, pero no son vistos como intermediarios, entre él y la gente.
“Y así como no le gusta que haya nadie en medio cuando él reparte subsidios, porque es el señor y dador de subsidios, él ve a los Gobernadores en esa misma tesitura: como si no fueran intermediarios. Eso que hacía él antes, y desde allí empezaron los problemas del Presidente con los Gobernadores, de ir a hacer giras a los estados y tener mítines en plazas, invitar a los Gobernadores para que fueran abucheados por la gente, y después él tomar el papel del policía bueno, y decir ‘no le silben, pórtense bien, ya pasaron las elecciones, hay que trabajar juntos, eso no me gusta’, era parte del juego”.
De acuerdo con Basave, esos mítines eran “parte del juego” para demostrarles a los Gobernadores “que él era más poderoso, más popular; que ellos eran repudiados, aun y cuando él sabía que esos repudios eran parcialmente reales y parcialmente simulados e impulsados por Morena y por su propia gente.
“De ahí empezó el forcejeo, es un forcejeo de poder, es una lucha por la concentración del poder, y poco a poco fueron agravándose las cosas, porque lo que empezó como eso, esos shows de silbidos y abucheos y después él tratando de componer las cosas, siguió con problemas más serios, de fondo.
“Cuando él quita el Fondo Minero, cuando absorbe ese dinero que antes se daba a los municipios de las zonas mineras, pues las cosas dejaron de ser simbólicas y empezaron a volverse un problema de recursos.
“Y sólo mediaba un paso hacia el problema del federalismo mexicano, y empezó a darse cuando los Gobernadores empezaron a darse cuenta de que el Gobierno de la 4T no iba a darles más recursos que los estrictamente indispensables y a los que forzosamente estuviera obligado a darles”.