IMAGEN DE GUERRA

El columnista del New York Times, David Hume Kennerley, considera que la foto de ZUMA Press ( ZUMA Press es una agencia de prensa independiente de EE. UU. y un servicio de cable que brinda servicios de fotografía comercial.) en la ciudad ucraniana de Bucha es la foto más poderosa que jamás haya visto sobre este tema.
“Esta toma de un hombre con los ojos abiertos es una de las fotografías más convincentes e inquietantes de Bucha. Esta es una imagen muy personal y misteriosa de la muerte, y nunca había visto algo así. ¿Qué vio este hombre en el momento de su muerte? Fuera lo que fuera, su determinación se quedó en los ojos”, escribe Kennerly.
En la guerra de Ucrania estamos viendo imágenes muy limpias. Cadáveres esparcidos por el suelo en Bucha. Niños llorando y en ocasiones ensangrentados. Mujeres embarazadas evacuadas de ciudades ucranianas como Mariúpol. Explosiones durante las retransmisiones. Periodistas que se emocionan en directo. Éxodos en Instagram y Telegram.
Las imágenes nos llegan casi sin filtros y en tiempo real.
Desde que comenzó la guerra, vivimos una intensidad visual inusual y una mezcla sorprendente de contenidos. Las imágenes oscilan entre la violencia y las estampas entrañables o espectaculares en informativos, periódicos o redes sociales.
El conflicto en Ucrania se presenta como la primera guerra de auténtico impacto global. Ahora se ven gran cantidad de imágenes bélicas en Instagram con el mensaje “Contenido delicado: esta foto podría incluir contenido gráfico o violento”. Es inevitable comparar esta profusión de muerte y violencia.
Las imágenes de la guerra de Ucrania ofrecen testimonio del dolor y sufrimiento de millones de personas. Además, por el modo en el que se están realizando, compartiendo, publicando y retransmitiendo, plantean cuestiones interesantes de fondo. Entre ellas están la ética, los límites de las narrativas visuales de la guerra y del dolor, y nos preguntamos cómo queremos o debemos representar el sufrimiento a partir de ahora.