Semiconductores tema de seguridad nacional, no como el Tren Maya.

Juan Manuel López García.

Terrible molestia generó al gobierno chino la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la Isla de Taiwán, convirtiéndose en la funcionaria de mayor rango en visitar la isla desde finales de la década de los años 90. Desde que se anunció la gira, el gobierno Chino manifestó su descontento por dicha visita, la cual ha venido a tensionar aún más la relación entre China y el gobierno democrático de Taiwán, importante isla ubicada a solo 128 kilómetros de China y con poco más de 23 millones de habitantes, que vive bajo la amenaza constante de una invasión china, situación que se ha agravado durante el periodo actual del primer ministro chino, Xi Jinping. 

La pandemia afectó terriblemente las economías de todo el mundo, situación que también se reflejó en el mercado de semiconductores electrónicos, mejor conocidos como Chips de computadora, donde Taiwán domina el suministro mundial de esos componentes electrónicos. Incluso su escases ha afectado terriblemente el mercado de autos nuevos no solo en nuestro país, sino en general la disponibilidad de todos los dispositivos electrónicos que son parte integrante de nuestras vidas y por ende de la economía, ya que los mismos se utilizan desde la industria aeroespacial y de defensa, incluso los aviones de combate más modernos F-35, hasta en refrigeradores y aparatos de la llamada “tecnología de las cosas”. 

Los semiconductores, también conocidos como chips de computadora o simplemente chips, están en todo, por lo que existe lógicamente en el mundo occidental una gran preocupación por el mercado de estos componentes ya que el 90 por ciento de la demanda mundial se produce en esa isla. Pelosi, en su visita a la isla, se reunió con el presidente de la compañía que es el mayor fabricante de chips en el mundo “Taiwán Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), empresa que está aprovechando la buena disposición del gobierno americano para que lleve sus operaciones a los Estados Unidos, donde ya construye su primer planta en Arizona, pretendiendo utilizar una ley recientemente aprobada por el Congreso del país vecino donde se pone a disposición de las plantas de fabricación de chips la cantidad de 52 mil millones de dólares siempre y cuando la sede se ubique en territorio americano. 

Este si es un tema de seguridad nacional, no como el Tren Maya. Solo TSMC tiene más de 65,000 empleados y cubre el 50 por ciento del mercado. Entre sus clientes están empresas como Apple, Qualcomm, Infineon, Intel, Broadcom, Nvidia, entre otras. Por lo anterior una invasión china a la isla paralizaría el mundo entero, al ser además un aliado estratégico de los Estados Unidos en esa guerra por la hegemonía tecnológica que enfrenta a las dos potencias, generando un conflicto geopolítico en la zona, justo en el momento en que parecía que se restablecía la importante cadena de suministro mundial de chips. El primer ministro chino, aprovechando la cercanía de las elecciones en su país, inició con una escalada de amenazas contra Taiwán, realizando ejercicios militares aéreos y navales alrededor de la isla, a la cual no reconoce como un país independiente, llegándola a calificar como una “provincia rebelde”. Esperemos que no escale más el conflicto, que ha generado incordio de China contra Estados Unidos por esa visita de Pelosi. Ahora son los semiconductores tema de seguridad nacional, no como el tren maya.

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