Frida ante la cámara, así construyó su imagen

REFORMA

Israel Sánchez

Cd. de México (02 noviembre 2022).- Fotografiada muy chica por la lente de su padre, a quien además ayudó a revelar imágenes, Frida Kahlo (1907-1954) supo desde niña lo que era posar para la cámara, “enfrentarse a ella”, dice el gestor cultural y galerista Efraín Bernal.

“Fue así como, precisamente, comenzó a entender y ser consciente del poder que tenía su propia imagen, algo que años después tendría especial relevancia en su trabajo pictórico”, expresa a REFORMA.

No es fortuito, pues, que en cada autorretrato pintado, o delante y detrás de la cámara, la artista mexicana utilizara esa potencia artística de la imagen, creándose una personalidad fuerte y definida. Como ella misma lo enunciara en sus memorias: “Sabía que el campo de batalla del sufrimiento se reflejaba en mis ojos. Desde entonces, empecé a mirar directamente al lente, sin parpadear, sin sonreír, decidida a mostrar que sería una buena luchadora hasta el final”.

“A Frida le encantaba la cámara, sobre todo cuando lograba el resultado que ella quería”, resalta Bernal, maestro en historia del arte por la UNAM. “Y se aseguraba de que eso ocurriera en las fotografías en las que ella era retratada, razón por la cual a lo largo de toda su vida distribuyó tantos de esos retratos entre sus amigos y familiares. Fue su manera de asegurar que sería una parte esencial de sus vidas, un modo de decir ‘estoy aquí, no me olviden'”.

Una selección de esos retratos, que permiten ver a la pintora como modelo, referente y hasta coautora en cierto grado, integran la exposición Frida Kahlo: Through her Life with the Camera, que abre este jueves en Bernal Espacio Galería, en Madrid.

Exhibición no de Kahlo, acota Bernal, sino sobre la estrecha relación de la creadora con la fotografía.

“La exposición se centra en la relación de Frida con el posado fotográfico. Conociendo la vital importancia que la mise en scène tuvo para la artista, la muestra analiza la construcción de su propia imagen mediante el posado en sus retratos fotográficos”, refrenda el galerista.

“En los retratos seleccionados es necesario considerar como autor de la fotografía no sólo a aquel que dispara la cámara -el fotógrafo-, sino también a aquel que construye la imagen desde la pose -el modelo-“.

La fotografía presente en la vida de Frida

Como se ha dicho, la artista mexicana tuvo una estrecha relación con la fotografía desde joven gracias a su padre, el fotógrafo Guillermo Kahlo, pero ella misma llegó a coleccionar una importante cantidad de fotografías. “Y disparó su cámara en diversas ocasiones, atesorando esas imágenes como parte de su quehacer artístico”, recuerda Bernal.

Todo esto sin obviar que a lo largo de su intempestiva vida llegó a relacionarse con reconocidos profesionales del medio fotográfico, para quienes además posó: Tina Modotti, Edward Weston, Nickolas Muray, Imogen Cunningham, Manuel Álvarez Bravo, Lucienne Bloch y Fritz Henle, entre otros.

El cuerpo central de la exposición en España, precisamente, se constituye de un conjunto de 20 retratos fotográficos originales de Kahlo realizados por Bloch y Henle en las décadas de los 30 y 40 del siglo pasado. Imágenes que inmortalizaran a la pintora, por ejemplo, en el neoyorquino Barbizon Hotel, o al centro de su estudio, entre pinceles, piezas prehispánicas y algunas de sus obras.

“La exposición se complementa con un cronológico conjunto de 50 reproducciones que incluyen excepcionales retratos de Frida”, detalla Bernal sobre las piezas impresas en tritono a fin de reproducir fielmente los matices de los originales.

Exvotos, otra pasión de la pintora

Asimismo, y a manera de homenaje a una de las pasiones de la creadora, se exhibirá un conjunto de exvotos mexicanos fechados entre 1909 y 1952, “que no sólo poseen un gran valor religioso, sino que son obras que dan cuenta de la historia, organización y creencias de la sociedad mexicana”, sostiene el galerista.

“Los exvotos populares mexicanos no son tan conocidos en España, así que pensamos que era importante incluirlos porque van a aportar mucho a los visitantes españoles”, añade.

Finalmente, una serie de retratos en dibujo realizados ex profeso por el destacado artista colombiano José Antonio Suárez Londoño complementan la muestra, que a decir de Bernal busca alejarse de la “fridomanía”.

“Aunque sí creemos que la exposición la visitarán multitudes. Todos y todas serán bienvenidos. Y, sobre todo, nos hará ilusión compartir con los visitantes nuestro común amor por la obra de Frida”, apunta el galerista, quien refiere que más de 50 mil personas han visitado la muestra actualmente expuesta en la Fundación Casa de México, en Madrid, con 31 obras de Kahlo procedentes de la colección del Museo Dolores Olmedo.

“El interés por la obra de Frida es hoy en día universal. Y sorprende, por ejemplo, saber que en Asia es también hoy en día todo un icono. Lo que viene a corroborar que cuando una obra es buena y auténtica traspasa las fronteras geográficas”.

Incluso, hay una exposición de la artista en Sudáfrica, en la Fundación de Arte Contemporáneo de Joburg, Johannesburgo.

De vivir en nuestros tiempos, ¿sería Frida una influencer con cientos de miles de seguidores en redes sociales? ¿O repudiaría, quizás, la fetichización de las imágenes?

Es una maravilla que Frida haya existido en otra época en que las redes sociales no habían banalizado tanto todo. Yo creo que justo Frida, al igual que otras grandes artistas mujeres (que no mujeres artistas), como Francesca Woodman, realizaron obras de Arte con mayúscula. Aunque es verdad que los movimientos feministas desde la década de los 80 las han convertido a ambas en íconos.

Lo que hizo grande a estas dos excepcionales artistas fue la relación existencial que tuvieron con su obra. Y esto no tiene nada que ver con la rapidez de la sociedad actual donde cada vez más gente se cree artista. Pero que no tiene ni de lejos, indiferente de su género, el calado y el talento de Frida y Francesca.

Frida Kahlo: Through her Life with the Camera permanecerá en exhibición hasta el 30 de noviembre en la galería ubicada en San Lorenzo 3, en Madrid.