‘Zape’, ‘ojete’… acoge diccionario habla mexicana

REFORMA 

Yanireth Israde

Cd. de México (29 mayo 2023).- “Guácala”, “coyotito”, “levantón”, “zape” y “covid” son algunas de las palabras de reciente incorporación en el Diccionario del Español de México (DEM), que celebra medio siglo de trayectoria en El Colegio de México (Colmex), institución que lo auspicia.

El DEM compendia hasta ahora unos 35 mil artículos en su edición en línea y prepara ya la publicación impresa actualizada, de unas 3 mil páginas, previsiblemente lista para 2024, anuncia en entrevista el lingüista Luis Fernando Lara.

Esta obra gratuita, que aspira a convertirse en símbolo de los mexicanos, registró 11 millones de consultas en 2022, desde 198 países.

Traductores del español adscritos a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por ejemplo, recurren al DEM, lo mismo que de diversas nacionalidades, refiere el coordinador de este diccionario de español, el primero que se escribió fuera de España.

“El DEM es un diccionario del español, tal como lo hablamos los mexicanos. No es un diccionario de mexicanismos, porque los mexicanismos, en principio, son palabras restringidas al uso mexicano y, por lo tanto, no suelen tomar en cuenta el resto de la lengua española. Y los mexicanos no solamente hablamos con mexicanismos: hablamos con todo el español”, puntualiza Lara.

Y se trata también de un trabajo pionero, destaca el especialista, en la construcción de un corpus de datos de 2 millones de palabras, a partir del cual se obtuvo el material de esta obra.

“No había un corpus de esta clase en ningún país de lengua española. La Academia Española hizo su primer corpus 26 años después del nuestro. También fuimos innovadores en el uso de la computadora electrónica, que antes no se utilizaba y que ha permitido manejar nuestros materiales de esta manera y, sobre todo, el sistema de base de datos, que es absolutamente importante.

“Y fuimos pioneros en hacer un sistema de análisis automático del español”, detalla sobre los aportes del DEM en el ámbito de la investigación.

Igualmente, el diccionario anticipó en el campo de la redacción, explica el autor de Historia mínima de la lengua española.

“También somos los primeros en haber formado lexicógrafos profesionales en México e incluso extendimos esta formación, hace ya varios años, para ciertos hablantes de lengua indígena: les enseñamos a hacer diccionarios monolingües de sus propias lenguas”.

Lo hicieron en Chiapas, ejemplifica, con las lenguas tzeltal, tzotzil, tojolabal y zoque.

Escribir un diccionario no solamente requiere la recolección del material lingüístico, aclara Lara, sino estudiarlo, interpretarlo y escribir la definición.

“Eso cuesta bastante trabajo”, pondera.

“Yo digo que el arte de la lexicografía es bastante más difícil que explicar sus métodos, pero es un hecho que ya logramos un diccionario que tiene más o menos 35 mil artículos. Es decir, ya es un diccionario sólido, que resuelve -lo hemos podido notar gracias a la versión digital- el 96 por ciento de las consultas que se le hacen, y eso me parece muy importante”.

Consultas encabezadas, curiosamente, por términos altisonantes.

¿A qué atribuye que algunas de las palabras más consultadas en este diccionario sean groserías?

Como el diccionario está a disposición de todas las escuelas públicas, lo consultan niños. En una de las gráficas que presentamos se ve cómo aumenta el número de consultas en periodo de clases y de exámenes y bajan las consultas durante vacaciones.

Es decir que nos están consultando escolares. Todos hemos sido niños y a todos los niños les gusta ese sentimiento de transgresión; les da muchísimo gusto encontrarlas en el diccionario. Recuerdo una anécdota del gran lexicógrafo inglés Samuel Johnson, autor del primer diccionario de la lengua inglesa, y cuenta que una vez se le acercó una señora de la nobleza a reclamarle que había incluido groserías en su diccionario, y Johnson le contestó: “Sí, señora, pero usted las buscó”.

Parte de nuestra identidad es el ingenio con las palabras. ¿El diccionario lo refleja?

Si, por supuesto. Algo que siempre me ha sorprendido, a pesar de ser yo mexicano de nacimiento, es esta capacidad verbal de los mexicanos, esta creatividad que tenemos, y el diccionario necesita reflejarla.

Las diez palabras más buscadas:

Éstas son las palabras más buscadas en 2022 del DEM en línea:

1. Arroba (87 mil 299 veces)

2. Ojete (58 mil 435)

3. Puta (38 mil 21)

4. Pendejo (37 mil 423)

5. Culero (34 mil 720)

6. Anímicamente (33 mil 735)

7. Deveras (26 mil 614)

8. Acompletar (24 mil 874)

9. Chipil (24 mil 717)

10. Güero (20 mil 538)

El Diccionario del Español de México del Colmex puede consultarse en https://dem.colmex.mx.