El general ucranio de 45 años que tiene a los rusos sin poder avanzar



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Mientras en México un General de Brigada (una águila y dos estrellas), tiene de edad por muy joven que sea, es 55 años y está al mando no más de 3mil soldados y en muchas veces de menos de 2mil, si tiene algún mando como en alguna Zona Militra , Melnik (Vinnitsia, Ucrania, 45 años) es el paradigma de la generación de hombres entre los 40 y 50 años que está liderando la defensa de Ucrania. Son generales como él y sus superiores directos: el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Valeri Zaluzhni (49 años); el comandante del Ejército de Tierra, Oleksandr Sirski (57 años); y el presidente Volodímir Zelenski (45 años). Más jóvenes que las élites autoritarias y generales rusos que dirigen la invasión desde Rusia, el carisma y la proximidad a la realidad de la guerra son cualidades que quieren destacar. Si Zelenski visita posiciones en el frente a escasos kilómetros de las tropas enemigas, el presidente ruso, Vladímir Putin, se reúne con comandantes en una base a 150 kilómetros de la línea de combate. Lo mismo vale para Melnik: ningún general ruso se ha dejado ver como él en las mismas trincheras bajo fuego de artillería.

Melnik comandante de la región de Járkov, en el este, provincia fronteriza con Rusia en entrevista para agencias europeas de información confiesa que no se esperaba la invasión rusa. Admite que hace 15 años era de los que creía que una guerra con Rusia era inimaginable y que no había necesidad de reforzar el ejército ucranio. Todo cambió en 2014 con el conflicto en Donbás y con la anexión de Crimea por parte de Moscú. El general opina que la amenaza no desaparecerá mientras la ciudadanía rusa no entienda que ellos son también víctimas “de una forma de Gobierno terrorista”. Y añade: “Debemos aislar a Rusia para que los rusos entiendan que ellos son también víctimas de este terrorismo. Solo los rusos pueden cambiar Rusia de una forma democrática, será entonces cuando termine la guerra”.

Vive con su mujer e hija en Járkov, la segunda mayor ciudad de Ucrania, a 30 kilómetros de Rusia, pese a que su cabeza tiene un precio elevado para el enemigo. Es doctor en Derecho y ha pasado a la historia de su país por haber defendido la ciudad ante el asedio del invasor entre febrero y abril de 2022, y por haber participado en la contraofensiva del pasado verano, que expulsó a los rusos de la provincia.

El general de brigada, cuyo nombre en clave es Marsel, por el que es conocido por el gran público, comento que durante el asedio de 2022 llegó a tener a unos 20.000 hombres bajo su mando. De aquellos meses recuerda múltiples momentos. Uno de los más destacados fue el interrogatorio al piloto de un caza SU-35 abatido. Se trataba de un oficial de alto rango de la base rusa de Voronezh. Gracias a aquel prisionero entendió que el enemigo tenía un alto número de equipos militares inservibles: el piloto confesó que, de 24 aviones de combate de su regimiento, solo 12 estaban operativos.

El piloto también le dejó claro que el objetivo de la invasión era desintegrar el Estado ucranio. “Le respondí que todavía tiene que nacer el enemigo que pueda acabar por completo con nuestra nación. Y que, a gente como él, el único futuro que les espera es pudrirse en nuestra tierra”. Melnik revela que el oficial fue intercambiado por 200 prisioneros ucranios.

“Cuando ataquemos, el enemigo huirá para contar el infierno que le esperaba

El militar en la entrevista que fue grabada muestra igual de confiado en el éxito de la contraofensiva que el Estado Mayor ucranio está planeando para finales de la primavera: “Cada uno de nosotros es como el diente de una cadena, cada uno sabe el momento y el lugar en el que debe actuar. No puedo aportar detalles, pero cuando ataquemos, la reacción del enemigo será huir para poder contar el infierno que le esperaba”. “Una persona normal no resistirá hasta ser el último en esperar la muerte, especialmente ante un ataque masivo y preciso”, añade el general en jefe en Járkov.

Rusia ha levantado desde el pasado verano 800 kilómetros de fortificaciones que protegen los territorios ocupados en la invasión. Melnik estima que la superioridad de fuego y tropas que será necesaria para romper las defensas rusas es cuatro o seis veces mayor a la del enemigo. Este dato confirma el reto titánico que afrontan las tropas ucranias, porque la teórica militar indica que para que un ejército atacante tenga éxito, debe tener por lo menos una superioridad de tres a uno respecto al defensor.

La táctica rusa no ha cambiado en los 14 meses de invasión, dice el general: “Primero envían la carne de cañón, luego el fuego de artillería y finalmente, tropas de asalto. Lo único que ha cambiado es que cada vez les importan menos las vidas de los suyos”. Melnik apunta otra ventaja importante, en su opinión, respecto al rival: el conocimiento que tiene el comandante en jefe Zaluzhni de su némesis, el general Valeri Guerásimov, jefe del Estado Mayor ruso, uno de los teóricos militares más destacados en el mundo: “Ha leído todo lo que ha escrito Guerásimov, y puede identificar sus próximos pasos, sus tácticas y forma de luchar”.

La calma actual me preocupa un poco. En Chechenia, los rusos se retiraron en una primera fase, como aquí

El general teme que Rusia quiera replicar en Ucrania la estrategia que llevó a cabo en las guerras de Chechenia: “La calma actual me preocupa un poco [el ejército ruso está concentrando su fuerza en la provincia de Donetsk]. En Chechenia entraron de la misma manera para retirarse en una primera fase, como aquí. Y se reagruparon dos años después para volver a atacar. Introdujeron una red de colaboradores y se hicieron con el terreno”.

Admite que Ucrania está necesitada de más tropas, pero no solo de hombres, también de munición para artillería y tanques. Pero los soldados en el frente necesitan rotaciones más frecuentes frente a un enemigo que tiene más recursos: “El problema es que tenemos una falta de personas y equipos. Porque aquellos que son militares profesionales, curtidos en el patriotismo, ya están agotados, heridos o recuperándose. O han muerto. Por eso invitamos a gente sin experiencia militar y la entrenamos para que tengan la adecuada preparación para encarar al enemigo”. “Nuestros socios internacionales también no están apoyando, formando a unidades de combate en sus bases”, añadió el general. En Ucrania hay voces que alertan de que, además del actual reclutamiento, se puede producir una movilización masiva obligatoria encubierta. Pero Melnik lo rechaza: “Siempre hay carencia de hombres, pero nosotros no somos Rusia, que lleva a cabo movilizaciones encubiertas vulnerando la legalidad internacional”.

Melnik está convencido de que las Fuerzas Armadas ucranias tienen suficiente armamento para coordinar el ataque de primavera, pero concede que cuantas más y más modernas armas reciban de sus aliados internacionales, mejor. El general subraya varias veces durante la entrevista que lo prioritario es recibir sistemas de defensa antiaérea. No solo para eliminar la amenaza de los aviones y helicópteros rusos en el frente, también para proteger las ciudades ucranias.

Los ataques ucranios en territorio ruso provocan recelos en los aliados internacionales. El mismo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha reiterado que no tiene previsto suministrar a Kiev armamento de largo alcance que pueda utilizarse para golpear en suelo ruso. Melnik asegura que no utilizan ni misiles ni obuses suministrados desde el exterior para atacar posiciones en Rusia, pero insiste en que Járkov y Ucrania necesitan un perímetro de seguridad de por lo menos 100 kilómetros: “No atacamos en zonas donde viven civiles. Si detectamos una amenaza de Rusia que está a 3,5 kilómetros de nuestra frontera, la destruiremos. Pero no utilizamos armas de nuestros socios internacionales”. Infraestructuras energéticas en la misma ciudad de Bélgorod sí han sido destruidas en ataques.

Ucrania está apostando por construir una industria propia de producción de drones. Los vehículos aéreos no tripulados, afirma Melnik, son la gran revolución de la guerra en Ucrania en cuanto a la teoría militar, se utilizan en todos los frentes y para múltiples usos: “Es la opción más segura para golpear las tropas y los activos técnicos del enemigo. Un dron es un trozo de plástico con una bomba que vuela exactamente contra un objetivo. Hace una década veíamos películas sobre ello, hoy es la realidad. La guerra con drones es increíble porque está alcanzando cotas inesperadas”.

Los drones también tienen que servir para destruir bombarderos rusos en aeródromos militares rusos, repite Melnik, Y esto, asegura, Ucrania no solo lo quiere hacer para defender su territorio, sino para el resto de Europa: “Sus aviones actualmente despegan con toda la calma, disparan sus misiles de largo alcance, retornan a sus bases y los pilotos están tan tranquilos, seguros de que no les pasará nada. Tenemos que plantar cara a esta arbitrariedad. Porque de la misma manera que lanzan sus misiles sobre Kiev o Járkov, lo pueden hacer contra el resto de Europa. Tenemos que pararlos”. En el siguiente Parte de Novedades… los generales ucranianos curtidos en la guerra.

El enamorado soldado francés de la Intervención (Después del 5 de Mayo de aquel 1862)

Parte de Novedades

Se sabe que los franceses intervinieron en México, por una decisión de Napoleón III de revivir el imperio francés, así como de prevenir el crecimiento de los Estados Unidos a través de alguna anexión de territorio mexicano.

El trayecto del ejército francés a la capital no fue como lo esperaban encontraron mucha resistencia por parte de los mexicanos y una de ellas es la batalla de Puebla fue un combate librado el 5 de mayo de 1862 en las cercanías de la ciudad de Puebla, entre los ejércitos de México, bajo el mando de Ignacio Zaragoza, y del Segundo Imperio francés, dirigido por Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez, durante la Segunda Intervención Francesa en México, cuyo resultado fue una victoria importante para los mexicanos ya que con unas fuerzas consideradas como inferiores lograron vencer a uno de los ejércitos más experimentados (que habían participado en guerras en África y Prusia). Pese a su éxito, la batalla no impidió la invasión del país, aunque sí que sería la primera batalla de una guerra que finalmente México ganaría. Los franceses regresarían al siguiente año, con lo que se libró una segunda batalla en Puebla en la que se enfrentaron 35 000 franceses contra 29 000 mexicanos (defensa que duró 62 días) y de lo cual los franceses lograrían avanzar hasta Ciudad de México, lo que permitió establecer lo que se llamo el Segundo Imperio Mexicano. Finalmente, después de perder 11 000 hombres debido a la actividad guerrillera que nunca dejó de subsistir, los franceses se retiraron incondicionalmente del país en el año 1867 por mandato del emperador Napoleón lll ante la amenaza de Prusia en Europa y la amenaza estadounidense de invadirle si no se retiraba de México.

De ese poderoso ejército bien adiestrado y armado, pocos regresaron a Francia. Algunos fueron muertos en combate y otros desertaron.

Aquellos que desertaron a parte de no combatir, fueron atrapados por la magia de un pueblo que jamás pidieron venir y estando en él supieron valorarlo, quererlo, admirarlo y amarlo ese país que combatían por ordenes de un liberal autoritario, solo quedaron historias mezcladas con un pueblo que se defendió y posteriormente los arropo. De esos hombres que desertaron de sus unidades de combate, muchos llegaron a plasmar en papel lo que sentían por ese México desconocido, de respeto por sus hombres valientes y sin miedo a morir por su patria. Aquella admiración del francés al soldado mexicano se la dieron después de varios largos años al general oaxaqueño Porfirio Diaz. Pero su mayor estupor fue sobre todo por sus mujeres. Extensas cartas enviaban a sus familiares, padres, hermanos, esposas, novias a diferentes partes de su país, muchas veces solo para decirles que ya no iban a volver y que se quedan en el México que los enamoro.

Como aquel joven Teniente Maubert del 1 Cuerpo de Caballería Ligera, de porte elegante, educado y buen militar, que deserto al conocer a una hermosa oaxaqueña mixteca, cuando su regimiento se encontraba destacamentado en la región de la Mixteca. Así cientos de soldados, oficiales, jefes y algunos generales, quedaron asombrados por la belleza de la mujer mexicana.

El profesor de la Sorbona, del Comex y del CIDE, Jean Meyer, en si libro “Yo, el francés”, nos relata, apoyado en cartas, oficios y otros documentos, la historia del grupo de oficiales que, entre las campañas militares de África y la derrota de Sedan, la guerra franco-prusiana, fueron enviados a México.

En el encontramos como los oficiales franceses se expresaran del encanto de la mujer mexicana.

Los franceses admiran las mexicanas desde que desembarcaron en Veracruz 1862. Escribía el capitán Blanchot celebra “la belleza de las mujeres de Jalapa”. La entrada a México y el gran baile en el Teatro Nacional del 1 de junio de 1863, comenta: “ El tipo de la mujer de la capital me parece absolutamente notable, además es muy coqueta y gusta de lucir su ropa”. Unos días antes, el también capitán Jules Bochet escribia que “las mujeres son, en la ciudad de México, de una belleza fuera de lo común”. El capitán A. Fabre, convencido haciéndole caso a su jefe, el general Dubarrail, escribe:

“El gran baile del Teatro Nacional fue completamente exitoso. La élite de la sociedad vino y más de 3000 personas se apretaban en el amplio salón. La mayoría de las mujeres mexicanas es bella de verdad, su cabellera negra es notablemente abundante, sus ojos grandes y vivos, su tez de un blanco mate, su pecho de un desarrollo prometedor; la bocas sola, un poco grande, deja algo que desear. Pero, ¡oh desgracia! Ese sexo encantador no se satisface con sus encantos naturales, para aumentar su seducción, comete el error de pintarse la cara de manera lamentable. Se abusa de manera inmoderada del polvo de arroz y de la pintura. Las modas son enteramente francesas, y por lo demás las mexicanas visten con una desenvoltura más que atractivas”.

Según las cartas y documentos, los oficiales franceses se maravillaban de la pequeñez del pie de la mujer mexicana, del pelo de ébano, del pecho soberbio, y no dejan de cumplimentar que son mujeres incansables y excelentes a la hora del baile y de hacer el amor. El noviotage (galismo creado por los jóvenes oficiales)tiene mucho éxito. No se trata de únicamente de la hermosura física; Frederic Hocede coronel, jefe del batallón, escribe, que el baile ha sido encantador: “pocas veces he visto en Francia tan gran número de bellas personas, divirtiéndose con tanta sencillez y con tanta alegría. Las mexicanas tienen para mi una cualidad, la primera de todas, la tener una cantidad considerable de niños que son encantadores (charmants). Todo ese mundo grita, canta el sol, es alegre y feliz, realmente es una felicidad ver a esas familias” Esta alojado con una familia, cuya señora, bella aún, tiene siete hijos y parece decidida a proseguir. No es para sorprenderse que hubiera varios matrimonios entre los varios cientos de soldados que decidieron quedarse en México por convicción propia, algunos se daban de baja en el momento y otros desertaron para quedarse con alguna mexicanas.

Los oficiales franceses como el mayor Aronssohn y el capitán Philippe Ledemé estando en Guadalajara celebraron la hermosura de las tapatías. Claude Romignon preferían a las oaxaqueñas “las mujeres más encantadoras que haya visto”. Otros más prefieren las bellezas de Querétaro o de Aguascalientes. La lista sería interminable y turística. El joven general Brincourt, a la hora de la evacuación de Chihuahua, que le constó lágrimas de sangre, escribe a sus padres ”Hemos sido extrañados por el mundo, hasta por los liberales mas rabiosos, los habitantes y principalmente las habitantes han logrado quitarnos una veintena de soldados que han desertado, cosa inaudita en el ejército francés”.

El testigo siguiente no es oficial, aunque su función le dé un rango equivalente al de capitán; es capellán de la primera división, el abate Aristride Pierard. Transcribió:

“La mexicana es de una belleza notable: caballera negro azabache y brillosa, ojo de lumbre y penetrante, piel de color olivo forman el tipo universal. Su traje es sencillo. Las mujeres pobres van descalzas. Cuando salen se tapan con una mantilla de color, de algodón para las pobres de seda para las ricas. No se usa el sombrero, tampoco el bonete la cofia. Usted encontrará cada día en su camino hermosas mexicanas, enfrentando con valor los rayos del sol de mediodía, cabeza descubierta, el cabello adornado de flores y dispuesto en dos largas trenzas, terminan por dos cintas de color. Todos fuman el oloroso cigarrillo, desde el niño de cinco años hasta el anciano, desde la muchacha hasta la decrepitada-doña. Todos los franceses se asombran de ver a las mujeres fumar en todas partes, en su casa como en los bailes.

El abanico, entre las manos de las mexicanas, es de la mayor utilidad: les sirve no sólo para refrescarse, sino para llamar, para saludar. Lo manejan con una destreza asombrosa y este ejercicio es un espectáculo en las grandes asambleas y especialmente en el templo”.

El buen abad, quien dejó un recuerdo tan grato en la Iglesia mexicana que varios obispos le ofrecieron quedarse en México, no dudo en escribir:

“La asistencia divina no me era menos necesaria para vencer las tentaciones frente a tantas bellezas. Este país, que duda cabe, es uno de esos en los que la virtud es singularmente difícil.”

Dejo concluir a un último testigo:

“¡Que buena mujer la mexicana! Uno tiene que hablar de ella con una reserva extrema para no caer en un entusiasmo fuera de lugar, pero ¿qué viajero que se precie de serlo, no ha cantado una alabanza?.¡Cuántos tesoros de bondad, sumisión, piedad, entrega en ese inteligente corazón! ¡Que mezcla, es un principio incomprensible, de debilidad y energía, en la cual uno no tarda en descubrir, con un poco de atención, un fondo inagotable de entrega. Quiere amor, pero un amor de buena ley y no esa pasión quintesenciada, mentirosa y desesperada, ese platonismo de la depravación europea. La mexicana es la perla de las Américas españolas”.

En tan solo 5 meses más de 683 soldados y oficiales recibieron, el permiso francés de quedarse en México. Pero ¿Cuántos se quedaron o desertaron, lo que duro la intervención en los 5 años?(la guerre du Mexique)

En Oaxaca el ejército francés lucho en cuatro grandes batallas: La carbonera, Miahuatlán, Oaxaca y Juchitán. La expedición llego a los Valles Centrales, Istmo, Sierra Sur y parte de la Mixteca. Hubo lugares donde decidieron quedarse al ver la belleza oaxaqueña. En la batalla de Juchitán, misma que se llevo cerca del Espinal, ahí tropas imperialistas apoyados por columnas de apoyo especialmente por el 91 batallón llamado “cola del diablo”, que eran soldados franceses y austriacos, hombre curtidos en combate y muy bien equipados, se enfrentaron a un grupo de aguerridos hombres de Juchitán que sin ninguna preparación bélica

les causaron 800 bajas a los invasores, los pocos que sobrevivieron al encarnizado combate fueron hechos prisioneros y se les perdono la vida, muchos de ellos se quedaron en el Espìnal, donde hicieron vida, tuvieron familia y murieron a lado de las mujeres del lugar que los arroparon con amor.

En el Musée de l´Armée (museo del ejército francés) (Inválidos, Paris). Ahí donde se encuentra la tumba del General Napoleón Bonaparte. Tiene un fondo “Expédition de Mexique” con manuscritos, fotos, dibujos, acuarelas, mapas, además de la sala permanente Mexique y de una muy buena biblioteca sobre publicaciones del siglo XIX con ciertamente a la intervención. Se dice que desertaron tantos soldados para quedarse en México que el Ministerio Francés de Defensa no quieren mencionar ese hecho.

En una fría mañana, cuando llegó un escuadrón de dragones ( así se le llaman a los elementos de caballería)del ejército francés, a un pueblo cerca de Tlaxiaco a buscar al oficial Maubert que al parecer había desaparecido o desertado, al preguntar por él, los lugareños se quedaron callados, solo una anciana les contesto, el no se encuentra aquí, ha caído prisionero o tal vez, ya allá muerto de amor por una joven mixteca. Los jinetes lo buscaron casa por casa, peinaron la zona y solo encontraron en una roca sobre el monte su libro de operaciones militares, adentro del mismo unas “itandecas” una flor de la región y la espada del teniente y en ella amarrado un listón rojo, un enlace de amor entre el extranjero invasor y la oriunda del lugar, una oaxaqueña. Del oficial francés ya no se supo nada.   

La Guerra Santa

Héctor Torres Maubert
Parte de Novedades…
Las guerras nos inspiran un horror especial, tanto porque destruyen los vínculos que mantienen unidas las sociedades, como porque a menudo se caracterizan por una violencia desatada contra la facción rival.
Semana Santa bajo asedio
El trabajo del historiador francés nacionalizado mexicano y miembro del Colegio de México Jean Meyer sobre la guerra cristera ya es un clásico de la historiografía mexicana. La Cristiada, que apareció en 3 volúmenes en la editorial Siglo XXI, es la restitución monumental del conflicto que le quitó la vida a casi 250 mil personas entre 1926 y 1929. Es, por tanto, el mejor acceso para un lector que quiera entender las circunstancias y las consecuencias de la política jacobina del general Plutarco Elías Calles y los focos de rebelión que protegían templos y sacerdotes, al grito de “Viva Cristo rey”. Los combatientes cristeros estaban mayoritariamente localizados en los estados de Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Zacatecas, Nayarit y Sinaloa. Pues bien, ahí encontrarán los curiosos una estampa inaudita en la historia de un país tan eminentemente religioso (particularmente, católico) como México: las celebraciones de Semana Santa, a partir del decreto de la ley Calles de 1927, tuvieron que cancelarse o llevarse a cabo con protección armada, es decir bajo asedio.
El 21 de junio de 1929 finalizó la Guerra Cristera. Este conflicto armado también recibió el nombre de Guerra de los Cristeros o Cristiada y comenzó en agosto de 1926. Los cristeros fueron aquellos mexicanos católicos y conservadores que resistieron con su levantamiento la aplicación de la ley impulsada por el presidente Plutarco Elías Calles.
Conocida como Ley Calles, se expidió el 14 de junio de 1926 con el fin de acotar el culto y sacerdocio católico en México conforme a lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en 1917: no reconocimiento de personalidad jurídica a las iglesias ni de su derecho a poseer bienes raíces, no participación del clero en la política y prohibición de impartir culto fuera de los templos. También planteaba la reducción del número de sacerdotes.
El sucesor de Calles fue Emilio Portes Gil (1928-1930), quien ocupó el cargo con carácter de interino, pues el presidente electo, el general Álvaro Obregón, había sido asesinado en julio de 1928 por José de León Toral, un joven cristero, aunque se sabe que no fue el único que le disparo. Ante la crisis nacional por los tres años de la guerra ―cuyo costo humano alcanzó las cifras de 250 mil muertos y similar cantidad de refugiados hacia los Estados Unidos―, tanto el mando cristero como la Santa Sede, su aliada, y los gobiernos de México y los Estados Unidos, aliado éste del mexicano, decidieron poner fin a la contienda. En ese lapso el ejército mexicano había aumentado su número de efectivos de 50 a más de 75 soldados para poder luchar contra los fervientes cristeros.
Así, el 21 de junio de 1929 se firmaron unos acuerdos redactados por Dwight W. Morrow, quien era embajador estadounidense en México. Carecían de valor oficial, debido a la falta de personalidad jurídica de la Iglesia, pero no de voluntad conciliatoria. Además del embajador, los firmantes fueron el presidente Portes Gil, el arzobispo de Michoacán y delegado apostólico Leopoldo Ruiz y Flores, y el obispo de Tabasco Pascual Díaz.
Nada cedió el Estado en estos tratados, el único condicionante fue la salida del país de los prelados que habían apoyado abiertamente el levantamiento ―José María González y Valencia, arzobispo de Durango, y José de Jesús Manríquez y Zárate, obispo de Huejutla, Hidalgo― y Francisco Orozco y Jiménez, arzobispo de Guadalajara, quien si bien se mantuvo oculto durante toda la guerra era considerado líder de los cristeros.
A cambio se ofreció lo siguiente: amnistía a todo cristero que rindiera las armas y devolviera a la nación templos o casas no pertenecientes a alguna administración gubernamental. Los batallones cristeros estaban formados mayoritariamente por campesinos de Jalisco, Guanajuato. Colima, Nayarit y Michoacán, pero cualquier católico que se alzara en defensa de su Iglesia pertenecía al movimiento, sin distinción de estrato social, género o edad.
En su informe presidencial ante el Congreso el 1 de septiembre de 1929, Emilio Portes Gil informó de la situación a favor del movimiento cristero: reanudación del culto católico en las iglesias, siempre y cuando los sacerdotes de ese credo se sometieran a las leyes del país, por lo cual 858 templos ya habían sido entregados a la Iglesia Católica.
A través de documentos oficiales se sabe que, “al iniciarse el movimiento, los cristeros tenían la esperanza de tomar el territorio norte de México y, con el apoyo de distintas organizaciones católicas en distintos países, incluido los Estados Unidos, ser reconocidos como parte beligerante y obtener los derechos internacionales que tal condición les permitía: acceder al poder como contendientes en una guerra civil, desconociendo a la autoridad gubernamental y controlando una parte del territorio, donde podrían tener su propio gobierno, ejército y planteamiento político”.
No lo lograron, y después de tres años de guerra estaban agotados y diezmados. Eso fue lo que los llevó a aceptar la paz. Sin embargo, esta sería temporal.
Aunque oficialmente la Cristiada terminó el 21 de junio de 1929, durante más de diez años siguieron los alzamientos de grupos católicos armados contra el laicismo gubernamental mexicano. Los conflictos amainaron realmente cuando el Estado mexicano asumió, después del gobierno del presidente Lázaro Cárdenas, la libertad de cultos, la extinción de una educación con fundamentos socialistas y la apertura de las iglesias a culto público. Era la década de 1940. Pasaron casi cinco décadas más para que estos puntos se asumieran a nivel constitucional.

Los Panzer alemanes vuelven al Frente Oriental después 80 años

Hector Torres Maubert
Calor, semioscuridad, explosiones ensordedoras, disparos y granadas: la vida para la tripulación de los tanques era claustrofóbica y llena de peligros. Nada, sin embargo, superaba el horror que se apoderaba de los hombres cuando un proyectil alcanzaba al tanque. Lo primera era una brutal sacudida y un terrible estruendo. Luego el hierro empezaba a ponerse rojo en el lugar del impacto. Medios sordos y atontados por el golpe, los soldados observaban ansiosos para ver si el hierro se enfiaba y el rojo empezaba a remitir. Pero a veces simplemente se extendía y el metal explotaba en una mortífera nube de metralla.
Esa terrible experiencia fue la que vivieron miles de hombres en julio de 1943 en los alrededores de la ciudad de Kursk, en el sureste de Rusia. Aquí las tropas de Hitler atacaron al Ejército Rojo en un desesperado intento de ganar la guerra en el Frente Oriental. En su punto álgido, la batalla enfrentó a 1500 tanques en un infierno de fuego, descomunales explosiones y trozos de metal retorcidos que volaban como proyectiles. No fue sólo la mayor batalla de tanques de la historia, sino también uno de los puntos de inflexión de la Segunda Guerra Mundial. Al final el ejército ruso gano la batalla, pero el precio fue muy alto, ya que a pesar que superaban a los alemanes 3 a 1, sus pérdidas fueron mayores, en su totalidad sus tanques fueron destruidos, si aniquilaron a los tanques alemanes, pero a un precio muy alto. El tanque alemán fue superior a sus divisiones acorazadas rojas.
 Analistas en defensa explica los beneficios y los retos que implica para el ejército ucranio la recepción de los carros de combate de Alemania y EE UU.
La entrega de tanques pesados al ejército ucranio ha acaparado la discusión en Occidente sobre los próximos pasos que debe dar en su apoyo militar frente a la agresión rusa. El giro de Alemania, que finalmente ha decidido mandar carros de combate Leopard 2, y el envío acompasado de los estadounidenses Abrams, busca beneficiar en el campo de batalla a Ucrania, cuyo vehículos actuales son de herencia soviética, pero ¿qué efecto tendrá en el transcurso de la guerra? “Los tanques occidentales se podrían imponer a los rusos y podrían apoyar a la infantería ucrania con su superior potencia de fuego”.
Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, ha agradecido, al canciller alemán, la decisión importante y oportuna de enviar tanques al país y de autorizar la reexportación a otros Estados, además de formar a los soldados ucranios en el manejo de esos modernos carros de combate. Algunos militares en retiro mencionan que,“lo ideal es que los carros de combate operen en batallones, que son unas cuatro compañías, y formar grandes unidades, de brigadas en adelante, puede llevar mucho tiempo, aunque también sé que cree que la premura y la urgencia de la guerra podría modificar los plazos y el despliegue habitual”.
Por su parte, Rusia ha reaccionado al anuncio de estos nuevos envíos en un tono desafiante: “Arderán como el resto”, ha manifestado el portavoz de Vladímir Putin, “Los cañones que tienen los tanques rusos y las municiones tienen menos capacidad de penetración y la munición sale a menos velocidad”, señalan, sin embargo, analistas militares sobre la superioridad de los tanques occidentales frente a los rusos.
Krauss-Maffei Wegmann, el fabricante alemán de los Leopard 2, declara en su publicidad que son “el mejor tanque de combate del mundo”, que durante casi medio siglo ha combinado aspectos de potencia de fuego, protección, velocidad y maniobrabilidad, lo que permite que se adapte a muchos tipos de situaciones de combate.
El tanque de 55 toneladas cuenta con una tripulación de cuatro personas, una autonomía de unos 500 kilómetros y una velocidad máxima de unos 68 kilómetros por hora.
Ahora a la venta en cuatro variantes principales, su versión inicial fue ofrecida por primera vez en 1979. Su arma principal es un cañón de 120mm de ánima lisa, y tiene un sistema de control de fuego totalmente digitalizada. Un gran punto a favor de los tanques de fabricación alemana es su gran número: Más de 2 mil han sido emplazados en más de una docena de países europeos y en Canadá.
3500 unidades han sido enviadas a 19 países, según la empresa alemana
Rheinmetall AG, un contratista de defensa alemán que fabrica el cañón de 120mm de ánima lisa del Leopard 2, señaló en diferentes medios que el tanque ha sido emplazado por “más naciones que ningún otro”.
De acuerdo con un análisis reciente del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, un centro de investigación global con sede en Londres, unos 350 Leopard 2 en distintas versiones han sido enviados a Grecia, y Polonia tiene unos 250 de distintos tipos. Finlandia cuenta con 200 en operación o almacenados.
Para la guerra de Ucrania contra Rusia, “se cree que para que los tanques Leopard 2 tengan un efecto significativo en los combates, se requerirían unos 100 tanques”, escribieron analistas del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.
El ministro de defensa de Ucrania quiere recibir 300 tanques, y algunos Gobernantes de la Unión Europea lo respaldan en eso.
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos calcula que se requerirán de tres a seis semanas de entrenamiento para que las tripulaciones de operación y el personal de apoyo alcancen un dominio básico de estos tanques.
Ralf Raths, director del Museo de Tanques Alemanes en Münster, Alemania, dijo que las tripulaciones ucranianas experimentadas probablemente aprenderían a usar el Leopard 2 con bastante rapidez, y el entrenamiento podría ser acortado para enfocarse en los conocimientos esenciales.
Yohann Michel, analista de investigación para asuntos de defensa y militares en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, dijo que estos tanques podrían permitirle a Ucrania actuar a la ofensiva.
“En este tipo de conflicto, simplemente no es posible llevar a cabo ofensivas en gran escala sin toda la variedad de equipo de combate y vehículos blindados, y los tanques forman parte de eso”, señaló.
Además de Tanques de Combate Principales, como el Leopard 2, otros incluyen vehículos de combate de infantería y transporte blindado de personal.
Las entregas occidentales de tanques Leopard 2 podrían ayudar a equipar a Ucrania con municiones necesarias de alto calibre para reemplazar sus disminuidos arsenales de la era soviética, abriendo una nueva vía para que los suministros de armas de Occidente lleguen al país, indicó.
Raths hizo notar que el Leopard 2 y tanques occidentales similares son más ágiles que los modelos T utilizados por Rusia, los cuales no pueden dar marcha atrás cuando avanzan con rapidez, por ejemplo.
“Imagine a un boxeador que no puede moverse libremente en el cuadrilátero, sino sólo en una dirección”, dijo. “El otro boxeador, que puede moverse en todas direcciones, tiene una gran ventaja y ese es el caso con los Leopard”.
A pesar de ello, incluso los MBT occidentales son vulnerables a los ataques aéreos, o a infantería antitanques cuando se encuentran en bosques o áreas urbanas, lo que pone de relieve la importancia de tener apoyo antiaéreo y de reconocimiento, señaló Raths.
Dado que ambos bandos tienen cifras similares de tanques, los Leopard 2 y tanques similares podrían darle a Ucrania la ventaja, especialmente si se toma en cuenta el deficiente desempeño táctico de los soldados rusos durante la guerra.
“Los ucranianos brillan a través de operaciones militares creativas, dinámicas y frecuentemente muy efectivas”, mencionó Raths. “Así que bien podría ser que, si la ofensiva operativa de Ucrania fuese a comenzar, los rusos tendrían verdaderos problemas para contrarrestarla”.
Después de 80 años nuevamente los tanques alemanes combatirán a los rusos, solo que operados por soldados ucranianos.

Ucrania un año en Guerra

Parte de Novedades…

Guerra. La sola palabra provoca todo tipo de sentimientos, desde horror hasta admiración. Algunos preferimos no nombrarla, como si el mero hecho de recordarla o pensar en ella pudiera conjugarla. A otros nos fascina y somos capaces de encontrarla interesante e incluso glamurosa. Si deseamos entender el pasado por alto unos de los motores más determinante de la evolución humana y el curso de la historia, junto con la geografía, los recursos naturales, la economía, las ideas y los cambios sociales y políticos. Es ella: La Guerra.




En 1814, poco antes de que Waterloo rematara 25 años de convulsiones bélicas que cambiaron el mundo, Benjamin Constant escribió: “El objetivo único de las naciones modernas es el reposo, con el reposo el desahogo y, como fuente del desahogo, la industria. La guerra es un objetivo cada día más ineficaz para alcanzar ese objetivo. Por tanto, la guerra ha perdido su encanto y su utilidad. El hombre ya no se ve obligado a entregarse a ella ni por interés ni por pasión”. Así que, a principios del siglo XIX, una de las mejores cabezas de Europa afirmaba que había acabado el tiempo de las guerras, que los hombres habían aprendido que ya no eran el instrumento adecuado para resolver sus problemas como habían creído siempre—: las guerras ya no ofrecían “ni a los individuos ni a las naciones beneficios que puedan compararse con los frutos del trabajo apacible y los intercambios regulares”. Constant no era el único que alimentaba por entonces ese optimismo ilustrado: esperanzas semejantes albergaban desde Auguste Comte hasta los (1)saintsimonianos, desde los liberales hasta los socialistas. Por supuesto, todos se equivocaban.

El 24 de febrero de 2022 Rusia invadió Ucrania. La noticia corrió en el ámbito mundial y los análisis sobre el conflicto y sus posibles alcances no se hicieron esperar. Algunos preveían que sería un enfrentamiento que duraría poco tiempo por la diferencia entre las potencias; el poder militar de Rusia no tenía comparación contra un ejército ucraniano mucho menos numeroso y con armas de menor poder.

A un año del inicio de esta guerra, no se ve para cuándo pueda terminar; al contrario, analistas internacionales, académicos y expertos militares, ya lo califican como un conflicto sin fin, dado que, en las negociaciones, los acuerdos y las sanciones no han logrado frenar la escalada del enfrentamiento.

Hasta el momento, el número de muertos civiles es indeterminado, pero la Organización de las Naciones Unidas calcula que han perecido 18 mil personas, entre ellos unos 400 niños y personas de la tercera edad.

En cuanto a los militares muertos, las fuentes señalan que Rusia ha perdido alrededor de 180 mil soldados, mientras que Ucrania, unos 100 mil. Otras fuentes, como las agencias de noticias occidentales AP, Reuters y AFP, dan cuenta de 150 mil militares fallecidos por bando.

En contraste, en 10 años de guerra contra Afganistán, de 1979 a 1989, la entonces Unión Soviética sufrió la muerte de 15 mil militares. La razón de la diferencia de bajas es, desde la narrativa occidental, que Rusia ha enviado reclutas mal preparados, incluso prisioneros a los que fuerzan a unirse a los combates a pesar de su poca pericia y los pocos recursos armamentistas.

Según el comisario de Justicia en la Comisión Europea se han denunciado 65 mil presuntos crímenes de guerra cometidos por militares rusos, a quienes se les imputan ejecuciones, violaciones, torturas y secuestro de niños.

La guerra en Ucrania se ha convertido ya en el peor conflicto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, que terminó en 1945.

El panorama en Ucrania deja ver destrucción masiva en sus principales ciudades, más al este y sur del país. Desde edificios hasta infraestructura, fábricas inoperantes, y una estela de muerte que se incrementó desde que, en abril, Moscú intentó tomar la capital, Kiev.

Rusia y Ucrania son los mayores exportadores de granos en Europa, por lo que el costo económico del gobierno de Kiev ha sido devastador, con una contracción de su Producto Interno Bruto de 35 por ciento, según información del Banco Mundial.

La Escuela de Kiev considera que Ucrania ha sufrido daños que ascienden a 138 millones de dólares, además de 34 mil millones en el sector agrícola. La UNESCO contabiliza también la pérdida o daño irreparable de 239 sitios culturales, así como de 3 mil escuelas.

Para expertos como la catedrática Talya Iscan, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, el coste más alto de la guerra ha sido para la población civil. El número de migrantes hacia otros países de Europa es de 8 millones de personas, además de 5 millones de desplazados internos. Entre las naciones que más han recibido a los migrantes, están las de la excortina de hierro: Polonia, Rumania, Hungría, Bulgaria y la República Checa. Según el gobierno ruso, 5 millones de ucranianos han huido hacia Rusia.

Esta guerra no tendrá un fin en el corto plazo, concuerdan los especialistas, sino que dependerá de las agendas de las potencias involucradas, más aún, de Rusia y Estados Unidos, pues la comercialización de armas y la ayuda que dan en armamento serán determinantes para que llegue o no a término.

Para el gobierno de Kiev, Rusia planea una ofensiva que coincida con el primer aniversario de la guerra, lo cual podría incluir un nuevo intento por tomar la capital ucraniana.

Por su parte, Ucrania reúne los apoyos militares de Estados Unidos, Alemania y otros países de occidente para enfrentar nuevos ataques, mientras que su presidente Volodimir Zelensky, señala que su gobierno intentará recuperar todo el territorio ucraniano capturado por Rusia, incluida Crimea.

(1)- Doctrina socialista de Saint-Simon, conforme a la cual debe ser cada uno clasificado según su capacidad y remunerado según sus obras.

1 de enero de 1994

Héctor Torres Maubert


“Mejor morir combatiendo que morir de disentería”

Subcomandante Marcos.

A las 1:45 horas del 1 de enero de 1994, sonó el timbre del teléfono de la XXXI Zona Militar en Rancho Nuevo Chiapas, a doce kilómetros de San Cristóbal de las Casas. El comandante, el general de brigada Gastón Menchaca Arias levanto la bocina.

General, ¿Qué pasa en San Cristóbal? Hay mucha gente… Le preguntaron.

No sé. ¿No es gente que está celebrando el Año Nuevo?

Una hora y cuarto antes unos 800 miembros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) habían tomado San Cristóbal de las Casas, una de las ciudades de Chiapas, el estado más pobre del país en ese momento. Terminaría el mito de la paz social en México.

Vestían lo que era su uniforme, pantalón verde olivo, camisa café, paliacate y botas de hule; algunos se cubrían el rostro con pasamontañas, todos, de una u otra forma, iban armados. Se hacían llamar zapatistas.

 Miles de hombres armados salieron de la Selva, los Altos y otras regiones de Chiapas, para tomar cinco poblaciones del estado y protagonizar enfrentamientos armados con el Ejército Mexicano. A esos hombres casi todos indígenas, los dirigía un hombre de 1.75 de estatura, diferente a ellos, era de los pocos que tenia la cara cubierta y que estaba armado con un fusil de asalto. El único que no era indígena. Mientras hablaba, se ponía una pipa en la boca por la apertura del pasamontaña, nunca la encendía. Se expresaba siempre con mucha claridad e intelectualmente, se le notaba, que tenía muy buena comunicación con los demás dirigentes del grupo armado, dominaba un par de idiomas, era la voz de ellos. Se hacía llamar Subcomandante Marcos.

Los enfrentamientos entre el EZLN y el Ejército Mexicano, no sólo provocaron muertes de esos bandos. También cayeron civiles, además de policías municipales, judiciales y estatales que cayeron abatidos por las balas de los rebeldes, por ejemplo, en Ocosingo y Altamirano.

Muchos rebeldes fueron ejecutados de forma extrajudicial por miembros de las Fuerzas Armadas como en el Hospital y el mercado de Ocosingo.

De aquellos sucesos trágicos han salido a relucir nombres y números de bajas. Lo cierto es que no se sabe con precisión el número de fallecidos en toda la zona de conflicto.

Los cruentos combates se dieron en Ocosingo donde los miembros del Ejército Mexicano al mando de los generales Luis Humberto Portillo Leal y Juan López Ortiz provocaron varias bajas al grupo rebelde. El Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especial fueron los encargados de la operación.

Si bien cayeron unos 12 militares, por parte del EZLN se registraron unos 34 muertos, 32 desaparecidos y 34 capturados. En este suceso falleció y nunca se recuperó el cuerpo del “Comandante Hugo”, como se conocía al indígena Francisco Gómez Hernández, quien encabezó la toma de Ocosingo. Uno de los municipios autónomos con sede en La Garrucha lleva su nombre.

El otro lugar de los fuertes combates fue en el cuartel militar de Rancho Nuevo, donde las tropas de la comandante Yolanda fracasaron en la toma de esa instalación y sufrieron varias bajas también. Se habla de unos 24 rebeldes muertos por 5 del Ejército Mexicano.

 En esos primeros días las cifras de muertos se minimizaron según los intereses de cada bando.

En febrero del 2004, el subcomandante Marcos del EZLN (hoy llamado Galeano), reseñó que, en los combates de Ocosingo, el 3 y 4 de enero de 1994, tuvo 34 bajas de combatientes muertos en combate dos zapatistas murieron en los hospitales de campaña y los otros 32 fueron reportados como desaparecidos en combate.

El levantamiento zapatista de 1994 ocurrió inesperadamente, pero sus causas eran muy profundas. Se enraízan en las desigualdades y en las opresiones que sufren los pueblos indígenas desde hace mucho tiempo.

La guerra duró escasos 12 días y después, por presión de la sociedad civil mexicana, y de gobiernos extranjeros, se impulsó la vía del diálogo en San Cristóbal de las Casas. En marzo se desarrollaron los diálogos con el Gobierno Federal y tuvieron resultados. Sin embargo, por cuestiones políticas ese mismo año se celebraban elecciones presidenciales, todo se empezó a tergiversar, de tal manera que el diálogo no llegó a los acuerdos fundamentales. A partir de allí se inició una larga historia de enfrentamiento político del EZLN para cumplir sus demandas: una transformación radical de la sociedad, demandas muy básicas como educación, trabajo, salud, vivienda, y en última instancia, una petición fundamental: queremos vivir.

La Navidad en el frente de batalla

Héctor Torres Maubert

Parte de Novedades…

Diciembre de 1942, el poderoso sexto ejército alemán se encuentra rodeados por las tropas rusas de Stalin. En secreto el Ejército Rojo ha recibido 200,000 soldados para aplastar al enemigo.

Los generales alemanes saben que en cualquier momento los pueden aniquilar, no podrán hacer nada contra la avalancha roja, sus ordenes es que sus soldados festejen la navidad, saben que puede ser la última.

La Navidad era y sigue siendo un periodo importante para la mayor parte de los alemanes y así fue durante la Segunda Guerra Mundial.

Es imposible hacer un recuento del número infinito de experiencias navideñas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial, pero podemos reunir estos temas comunes que muchísima gente vivió, como por ejemplo muchos de los hombres que sirvieron en el ejército alemán durante el periodo entre 1939 y 1945. Fue durante este espacio de tiempo cuando la Navidad se tornó al mismo tiempo alegre y terrible.

Las primeras Navidades alemanas de la Segunda Guerra Mundial se celebraron en diciembre de 1939 cuando el frente permanecía tranquilo; los aliados occidentales y Alemania estaban en mitad de la llamada “guerra falsa” entre el periodo que transcurrió tras la Invasión de Polonia en septiembre de 1939 y la Invasión de Noruega más tarde, en abril de 1940. En búnkeres y trincheras, fortines y depósitos, casas privadas y bases de unidades, a lo largo de toda la frontera, cruzando Alemania y en la ocupada Polonia, aquellos soldados alemanes con el infortunio de no poder estar con sus familias y seres queridos, pasaron el tiempo junto a sus camaradas e intercambiaron regalos sencillos de frutas y bebidas, rieron y jugaron y cantaron villancicos tradicionales tales como “O Tannenbaum” (es uno de los villancicos alemanes más conocidos y bonitos del mundo, escrito por Ernst Anschiutz)

El invierno de 1941 fue uno de los más duros e implacables en la historia hasta ahora conocida. La Wehrmacht (el ejército alemán) había cruzado la frontera soviética en junio de 1941 y había planeado acabar con la campaña antes del final del otoño. No obstante, el destino no estaba del lado de los alemanes y la lucha continuaría durante cuatro años brutales y duros de combate de toda la historia de la humanidad. La comodidad y nostalgia de las alegres celebraciones navideñas en posiciones de un frente tranquilo eran cosa del pasado, especialmente para los que estaban estacionados en el frente del este, que dejaba poco que celebrar mientras la guerra les oprimía. Ante tal desesperación, seguían celebrando la Navidad, tal como expresa el siguiente capellán de la división en su diario en 1941:

“He dormido bien en una sucia habitación. A mi lado hay peladuras de patata y otros desperdicios. Visitamos a los hombres en sus dependencias, las compañías 9 y 11. Están fatal, desgreñados, llenos de picaduras de chinche, cuerpos enteros ensangrentados, escuálidos y sucios. El bombardeo de mortero ruso se acerca. Un hombre salta por los aires en frente de la iglesia. Una vez esto fue un agradable complejo en Yaroplets. Un gran castillo con una espléndida iglesia. Las togas de oro brocado sirven ahora de cortinas para las ventanas rotas. El enemigo dispara desde un bosque cercano. Por la noche, visitó a los hombres en las pequeñas habitaciones abarrotadas del sótano, les leo historias navideñas de la Biblia y hablo con ellos. Después, cantó canciones con los caballeros del batallón del Estado Mayor. El comandante tocaba el acordeón…”

La Navidad de 1942 fueron empeorando de forma progresiva para Alemania, con la pérdida del 6 ejército unos de los mejores equipados y mejor entrenados en Stalingrado poco después de las fiestas. Curiosamente, a la media noche del día de Nochebuena, el cielo sobre Stalingrado se encendió con los miles de coloridas bengalas que disparaban prácticamente todas las unidades atrapadas en el bolsillo de la ciudad sagrada para Stalin. Este impresionante acontecimiento era para celebrar las Navidades y se prolongó durante varios minutos. Con la creciente desesperación, a veces se celebraba la Navidad con esa clase de auténtica paz, comprensión y aceptación que solo aquellos que estaban en una situación límite podían sentir. Los siguientes tres extractos son de unos pocos hombres atrapados en Stalingrado durante esas fatídicas Navidades de 1942. Dichos extractos son de algunas cartas que se encuentran en ministerio de defensa alemán. 

“Durante las últimas semanas hemos empezado a pensar en el final de todo. La insignificancia de cada día palidece ante esto y nunca hemos estado más agradecidos por el Evangelio de la Navidad que en estas horas de penuria. En lo profundo de nuestro corazón, vivimos con la idea de la Navidad, el significado de la Navidad. Es una fiesta de amor, salvación y compasión por la raza humana. No tenemos nada más aquí que el pensamiento de la Navidad. Nos ayudará durante las horas más dolorosas… A pesar de lo duro que sea, haremos lo posible para vencer al destino e intentar por todos los medios derrotar a lo infrahumano que nos ataca de forma salvaje. Nada puede debilitar nuestra fe en la victoria, porque debemos ganar si Alemania quiere vivir…”.

“No he recibido ninguna carta tuya durante algún tiempo… anhelo fervientemente las queridas palabras desde casa en Navidad, pero ahora mismo hay cosas más importantes. Somos hombres preparados para soportar cualquier cosa. Lo importante es que tú y los niños estéis bien. No os preocupéis por mí; ya no me puede pasar nada. Hoy he hecho las paces con Dios… Te envío todo mi amor y mil besos. Te quiero con toda mi alma. Besos cariñosos para los niños. Sed buenos, niños, y recordad a vuestro padre.”

El día de Navidad de 1942 murieron en Stalingrado 1280 soldados del 6º Ejército. El prometido suministro de víveres que Hitler prometió no pudo llegar por la imposibilidad de aterrizar, y los paquetes tirados desde el aire no siempre alcanzaban su destino. En enero de 1943, el general Paulus solicitó cada vez con más insistencia el permiso para la rendición, pero el Führer se negó. Por fin, el 30 de enero se rindió Paulus, después de recibir la sarcástica noticia de parte de Hitler, de su ascenso a mariscal de campo. Cayeron prisioneros unos 113.000 soldados alemanes, de los que sólo unos miles sobrevivieron la cautividad.

Miles de oficiales y soldados alemanes no regresaron a casa, esa fue su última navidad. Murieron a lado de sus compañeros de combate, lejos… muy lejos de su hogar y su familia,

Ese invierno, el contrataque soviético llevo a la rendición alemana en Stalingrado y al punto de inflexión de la guerra. En verano de 1943, los alemanes trataron de tomar nuevamente la iniciativa, pero el ataca que a Kursk acabó con una completa derrota. La capacidad ofensiva de las fuerzas alemanas estaba ya agotada y la iniciativa la tomo el ejército rojo.

Las Fuerzas Armadas de Francia v.s Las Fuerzas Armadas de Argentina

Parte de Novedades…
Héctor Torres Maubert
Llenas de historias, de grandes generales, comandantes, de guerras ganadas y también de guerras perdidas, como aquella durante la segunda guerra mundial, donde a pesar de tener fortificada su frontera con Alemania, con su línea Maginot y de tener casi medio millón de efectivos militares, fueron incapaces de detener a la guerra relámpago (Blitzkrieg) del poderoso ejército alemán. En muy poco tiempo fueron rodeados los franceses por las divisiones alemanas y obligarse a rendirse. Las Fuerzas Armadas Francesas están consideras entre las mejores del mundo.
Las Fuerzas Armadas francesas (en francés: Forces armées françaises) comprenden el Ejército de Tierra, la Marina Nacional, el Ejército del Aire y la Gendarmería Nacional de Francia. El presidente de la República es el comandante en jefe de todos los Ejércitos, con el título de “chef des armées”, es también la autoridad suprema en asuntos militares y el único oficial que puede ordenar un ataque nuclear. Las Fuerzas Armadas francesas tienen, como algunos de sus principales objetivos, la defensa del territorio nacional, la protección de los intereses franceses en el extranjero, y el mantenimiento de la estabilidad mundial.
Con una fuerza personal de 779.450 personas en 2006 (259.050 fuerza regular, 419.000 de reserva regular, y 101.400 de fuerzas de Gendarmería), las fuerzas armadas francesas constituyen el ejército más grande de la Unión Europea y el décimo tercero mayor de todo el mundo por número de tropas. Las Fuerzas Armadas de Francia tienen además el quinto gasto militar más elevado del mundo, así como la tercera fuerza nuclear militar más grande del mundo, solo por detrás de Estados Unidos y Rusia.
Las fuerzas armadas francesas están divididas en cuatro ramas:
Ejército, Marina Armada, Ejército del Aire y Espacio Aéreo y Gendarmería Nacional. Esta última es una fuerza de policía militar que actúa como policía convencional. Actúan especialmente en zonas rurales. Desde varios años, esta rama está siendo transferida del Ministerio de Defensa para incorporarse plenamente en el Ministerio del Interior.
 La doctrina militar francesa se basa en los conceptos de la independencia nacional, la autosuficiencia militar y la disuasión nuclear. Francia es miembro fundador de la OTAN, y ha trabajado activamente con sus aliados para adaptar la organización a la posguerra fría. En diciembre de 1995, Francia anunció que aumentaría su participación en el ala militar de la OTAN, incluido el Comité Militar (del cual se retiró en 1966), aunque seguía participando plenamente en los consejos políticos de la Organización). Francia sigue siendo un firme partidario de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y otros esfuerzos de cooperación. París fue sede de la cumbre OTAN-Rusia en mayo de 1997, en la cual se produjo la firma del Acta fundacional sobre relaciones mutuas, cooperación y seguridad.
Fuera de la OTAN, Francia ha participado activamente y en gran medida tanto en coaliciones y misiones de mantenimiento de la paz unilateral en África, Oriente Medio y los Balcanes, con frecuencia teniendo un papel preponderante en estas operaciones. Francia ha emprendido una reestructuración importante para desarrollar un ejército profesional que será más pequeño, de más rápido despliegue, y mejor adaptado para las operaciones fuera de la Francia continental. Los elementos clave de la reestructuración incluyen: reducción de personal, bases y cuarteles, y la racionalización de equipos e industria armamentísticos.
Junto con los Estados Unidos y otros países, Francia aporta tropas a la fuerza de las Naciones Unidas estacionadas en Haití tras la Intervención militar de Haití en 2004. Francia ha enviado tropas, especialmente fuerzas especiales, a Afganistán como aliado de los Estados Unidos y las fuerzas de la OTAN para luchar contra los restos de los talibanes y Al Qaeda. Por la Operación Licorne, una fuerza de unos miles de soldados franceses se encuentra estacionada en Costa de Marfil, antigua colonia francesa, en una misión de mantenimiento de la paz de la ONU. Estas tropas fueron enviadas inicialmente en los términos de un pacto de protección mutua entre Francia y Costa de Marfil, pero la misión ha evolucionado desde entonces a una operación de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en curso.
V.S
Protagonista de durante más de 30 años en América Latina, sobre todo en la región sur del continente. durante las dictaduras, Las Fuerzas Armadas Argentinas llegaron a sentirse superiores a sus vecinos de frontera a tal grado que llegaron a desafiar a las fuerzas armadas británicas en los años 80 con la “Guerra de las Islas Malvinas”, que no solo le costo la guerra y la perdida de las islas, sino también se perdió la moral de sus fuerzas armadas. Hoy en día las armadas argentinas están organizadas sus necesidades de defensa, pero aún así son muy pequeñas en número de efectivos, con poco armamento moderno, por lo que son muy inferiores a otras fuerzas armadas de la región.
Fuerzas Armadas argentinas es un término que representa en forma colectiva al Ejército Argentino , la Armada de la República Argentina y la Fuerza Aérea Argentina, además del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Todas estas instituciones forman parte del Sistema de Defensa Nacional y su misión principal es contribuir a la defensa nacional para proteger los intereses vitales de la Nación.
El presidente de la Nación Argentina es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, que atiende sus cuestiones a través del Ministerio de Defensa.
Las fuerzas más antiguas son el Ejército y la Armada, nacidas en 1810, mientras que la Fuerza Aérea se creó en 1945. En conjunto, formaron uno de los mayores poderíos en toda América Latina debido a los conflictos bélicos que tuvo Argentina, pero este poder se redujo considerablemente a partir de 1983. La última dictadura destinó para gastos de defensa un promedio del 3,64% del PBI. Los gobiernos democráticos que siguieron a la dictadura, redujeron las partidas correspondientes a las Fuerzas Armadas, a un promedio de 1,22% del PBI para el período 1984-2019. El ministro de Defensa Oscar Aguad, durante la gestión de Mauricio Macri, consideró durante su gestión que las Fuerzas Armadas argentinas tenían «muy pobre equipamiento y muy bajos salarios». La administración Macri destinó a las Fuerzas Armadas, un promedio anual del 0,78% del PBI, mientras que Cristina Fernández de Kirchner destinó un 0,80% en su primer mandato y un 0,83% en el segundo.
En tiempos de paz, las fuerzas desarrollan actividades de adiestramiento, investigaciones aplicadas, desarrollo de sus propios equipos y realizan misiones de paz en todo el planeta. La edad mínima para ingresar es de 18 años, sin que exista un servicio militar obligatorio.
Desde 2016 se encuentran meramente autorizadas para derribar aviones hostiles que ingresen al espacio vital aéreo argentino sin permiso previo, siguiendo una serie de pasos protocolares como alertar a todas las fuerzas nacionales y al presidente, proceder a identificar la aeronave, advertirle, intimidarla y en caso de no ceder, tomar la medida de fuerza extrema. Estas medidas drásticas son con el fin de combatir el delito complejo, el crimen organizado y el narcotráfico que inquieta cada vez más al país.
Desde 1980 se autorizó progresivamente la incorporación de mujeres a las Fuerzas Armadas y desde 2005 se implementó una política de género. El porcentaje de mujeres en las fuerzas armadas pasó del 7,6 %, en 2006, al 16,8 % en 2017. En 2015 las tres fuerzas sumaban 77 000 efectivos aproximadamente. En 2020, el número de efectivos informados alcanzó a algo más de 83 000.
Bibliografía
• «Military of France» de Wikipedia en inglés, publicada por sus editores bajo Licencia.
• Ministerio de Defensa de Francia.
• Gastaldi, Sol; Eissa, Sergio (2017). «El Instrumento Militar Argentino. Reflexiones en torno a su despliegue». Revista Perspectiva de Políticas Públicas
• Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Argentina

El mejor mezcal artesanal, el de don Rolando López, en Chichicápam

Juan Martínez Ferra y Héctor Torres Maubert

Oaxaca.- En esta tierra el corazón de los agaves se impregna de humo y leña, de la sabiduría de maestros mezcaleros, guardianes de los palenques.

No se puede ser un creyente mezcalero sin haber recorrido estos parajes en busca de aquellos que, frente a los hornos y los alambiques, transmiten con el sudor de su frente, la sapiencia de un destilado ancestral.

Sin duda pueblos del distrito de Octotlán se destacan por su ancestral cultura del mezcal y San Baltazar Chichicápam no puede ser la excepción.

Pero si del mejor mezcal se trata, es el que elabora don Rolando López Santiago, quien mantiene las prácticas ancestrales para elaborar la bebida.

En dicha localidad, oaxaqueños y turistas pueden conocer la forma antigua, la mejor, en que se elabora el mezcal oaxaqueño, observar todo el proceso y adquirir directamente desde el Palenque “La Mina” este producto.

El mezcal oaxaqueño se ha posicionado en México y en todo el mundo gracias a la labor de su gente, el campesino que día con día trabaja para elaborar esta bebida.

Así lo hace don Rolando López, quien explica que desde la madrugada hay que ir al campo por las piñas de maguey, que primero hay que jimar, es decir, quitarle las hojas.

Después se lleva al palenque, donde hay barricas especiales para iniciar el proceso de fermentación, que puede durar varias semanas.

Tras ello viene el proceso de molienda, también totalmente artesanal, y luego el destilado, que puede ser incluso en ollas de barro.

Don Rolando platica que actualmente trabaja con varios tipos de maguey, como Tepextate, Cuishe, Madre Cuishe, el Tobalá, Espadín, Arroqueño, entre otros.

Invita a la población en general a visitar Chichicápam, distante a unos 40 kilómetros de la capital oaxaqueña, donde podrán degustar de la tradicional bebida oaxaqueña y, por supuesto, la mejor es la de don Rolado López Santiago.

El Soldado Y La Muerte

CUENTO Aleksandr Afanásiev


PARTE DE NOVEDADES…




Después de veinticinco años de servicio le dieron al soldado la absoluta y le dijeron:

— Ya has cumplido, soldado, puedes marcharte a donde quieras.

Hizo el soldado su hatillo y pensó: “He estado veinticinco años al servicio del zar y no me he merecido, a lo que se ve, ni siquiera veinticinco nabos. Me han dado tan sólo tres galletas para el camino. ¿Qué debo hacer? ¿Dónde podré reclinar la cabeza? Lo mejor será que vuele a mi terruño. Veré a mis padres, si están vivos, y, si han muerto visitaré su tumba”.

Se puso el soldado en camino. Caminaba legua tras legua y se comió dos galletas. No le quedaba más que una, pero debía andar mucho todavía para llegar a su casa.

Alcanzó al soldado un pobre, que le dijo:

— ¡Dame una limosnita, soldadito!

Saco el soldado su última galleta y la dio al anciano, diciéndose: “Yo me las arreglaré de cualquier modo. Los soldados estamos hechos a todo, mientras que el viejo… ¿de dónde va a sacar algo de comer?”

Cebó el soldado la pipa, la encendió y siguió adelante.

Después de mucho caminar, siempre encendida la pipa, vio un lago. Junto a la orilla misma nadaban unos ánades. Se acercó sigilosamente el soldado y mato tres.

“Ahora ya tengo asegurada la comida” se dijo.

Al poco llegaba el soldado a una ciudad. Busco una posada y dio los tres ánades al dueño, diciéndole:

— Aquí tienes tres ánades. Uno lo asas para mí, otro te lo quedas en pago a la molestia, y por el tercero me das una botella de aguardiente.

Mientras el soldado se despojaba de su impedimenta y se disponía a descansar, el posadero aso el ánade.

Se lo sirvieron al soldado, acompañándolo de una botella de aguardiente. El soldado comía y bebía muy a su placer, sin apresurarse, conversando mientras con el posadero, a quien preguntó:

— ¿Qué casa es esa tan bonita que se ve al otro lado de la calle?

El posadero le respondió:

— Pertenece al comerciante más rico de la ciudad, pero el hombre no puede mudarse a ella.

— ¿Por qué? preguntó el soldado.

— Pues porque la han invadido los demonios. Acuden allí todas las noches, alborotan, danzan, gritan, aúllan y no dejan descansar a nadie. La gente teme acercarse a la casa en cuanto oscurece.

El soldado preguntó al posadero dónde podría dar con el comerciante.

— Quiero —dijo— ofrecerle mis servicios, puede que le sean útiles…

Después de comer durmió el soldado la siesta y, al anochecer, se dirigió al centro de la ciudad y encontró la casa del comerciante.

— ¿Qué quieres, soldadito? — preguntó el hombre.

— Vengo de paso. Permíteme que duerma esta noche en tu casa nueva. De todos modos está vacía…

— ¡Qué dices! —se asombró el comerciante—. ¿Qué necesidad tienes de ir a una muerte segura? Pasa la noche en cualquier otro sitio. En la ciudad no te faltara donde. En mi casa nueva se han alojado los demonios desde que la construí, y no hay forma de echarlos de ella.

— Quizás yo logre sacarlos de allí. Puede que los malos espíritus obedezcan a un viejo soldado.

— Hubo ya valientes que probaron, pero todo fue en vano. Nada se puede hacer. Mira, el verano pasado, un hombre que, como tú, iba de paso, se comprometió a echar de allí a los malos espíritus y se atrevió a dormir en la casa. A la mañana siguiente no encontramos de él más que los huesos.

Los malos espíritus lo mataron.

El soldado ruso ni se hunde en el agua ni arde en el fuego. He estado en el servicio militar veinticinco años, he participado en muchas batallas y he quedado vivo, así que ya me las arreglaré para que no puedan conmigo los demonios.

— Como quieras —dijo el comerciante—. Si no te da miedo, ve. Si limpias la casa de malos espíritus, te recompensaré con largueza.

— Dame —dijo el soldado— unas velas, tres libras de avellanas y un nabo asado bien grande.

— Vamos a mi tienda —accedió el comerciante— y toma todo lo que necesites.

Entró el soldado en la tienda y cogió diez velas y tres libras de avellanas. Luego fue a la cocina del comerciante, tomó un nabo asado, el más grande que encontró, y se dirigió a la casa nueva.

A eso de la medianoche se armó allí una algarabía espantosa, las puertas se abrían y se cerraban, las tablas del piso crujían, y en todos los rincones se oían gritos ensordecedores.

Aquello parecía el infierno.

El soldado se quedó como si tal cosa: comía avellanas y fumaba su pipa.

Súbitamente se entreabrió la puerta. Un diablejo asomó por ella la cabeza, vio al soldado y gritó:

— ¡Hay aquí un hombre! ¡Corred, que tenemos buena cena!

Se oyeron pasos precipitados, y todos los demonios se congregaron en la habitación en que se hallaba el soldado. Apiñados en el umbral, miraban, se daban codazos unos a otros y decían:

— Lo haremos trizas, nos lo zamparemos.

— No cantéis victoria —les aconsejó el soldado—, que más valientes los he visto yo. Son muchos los hermanos vuestros a los que he zurrado la badana. En cuanto a comerme, tened cuidado, no os vayáis a atragantar.

Un demonio dio un paso adelante y dijo:

— Midamos nuestras fuerzas.

— Sea —respondió el soldado—. ¿Quién de vosotros puede exprimirle el jugo a una piedra?

El diablo principal mando que le trajeran una piedra de la calle. Un pequeño diablo fue en un vuelo y regresó con una piedra no muy grande.

— ¡Ea, prueba! requirió el diablo.

­— Probad primero vosotros —dijo el soldado—, que por mí no quedará.

El diablo principal tomó la piedra y la apretó con tanta fuerza, que la redujo a polvo.

— Mira —dijo al soldado.

El soldado saco de la mochila el nabo asado y dijo:

¿Ves?, mi piedra es más grande que la tuya.

Dicho esto, apretó el puño, y el nabo soltó el jugo.

— ¿Qué os parece? —preguntó el soldado a los malos espíritus.

Los demonios quedaron boquiabiertos. Luego, preguntaron:

—¿Qué es eso que comes?

El soldado respondió:

— Avellanas. Ninguno de vosotros podréis partirlas.

El soldado dio al diablo principal una bala y le dijo:

— Prueba las avellanas de los soldados.

El diablo se metió la bala en la boca. La aplasto entre sus muelas, pero, por más que se esforzó, no pudo partirla. Mientras, el soldado comía, una tras otra, sus avellanas asadas

Los demonios, sorprendidos, quedaron callados y, rebullendo en el sitio, miraban al soldado.

— He oído decir —rompió el silencio el soldado— que sois muy astutos, que podéis convertir de pequeños en grandes y de grandes en pequeños para meteros por cualquier rendija.

— Si, podemos hacer eso contestaron a una todos los demonios.

— ¡Ea, probad a meteros en mi mochila todos los que estáis aquí!

Los demonios se precipitaron hacia la mochila. Se apresuraban, se empujaban, se atropellaban, y al minuto no quedaba ni uno en la habitación: todos se habían metido en la mochila.

El soldado se acercó a la mochila, cruzó las correas, las apretó cuanto pudo y abrochó las hebillas.

— Ahora puedo descansar dijo, y se tendió sobre su capote.

A la mañana siguiente, el comerciante ordenó a su dependiente:

— Id y ved si vive el soldado. Si ha muerto, recoged sus huesos.

Los dependientes llegaron a la casa. El soldado no dormía ya e iba de habitación en habitación, fumando su pipa.

— ¡Buenos días, soldadito! No esperábamos encontrarte vivo. Mira, traíamos un cajón para recoger tus huesos.

— ¡No os apresuréis a enterrarme! —sonrió irónico el soldado—. Mejor será que me ayudéis a llevar la mochila a la herrería. ¿Queda muy lejos?

— Ahí al lado —respondieron los dependientes.

Llevaron la mochila a la herrería. El soldado dijo:

— Herreros, buenos mozos, poned la mochila en el yunque y golpeadla cuan fuerte podáis.

El maestro herrero y un oficial se pusieron a descargar martillazos a la mochila.

Viendo próximo su fin, los demonios vociferaron:

— ¡Compadécete de nosotros, soldadito, sácanos de aquí!

Los herreros alzaban y abatían sus martillos, y el soldado decía:

— ¡Fuerte, muchachos, fuerte! ¡Les ensenaremos a que no molesten a la buena gente!

— ¡No volveremos en toda la vida a la casa esa —gritaban los demonios—, y diremos a nuestros hermanos que ni siquiera se acerquen a esta ciudad! A ti, soldadito, te pagaremos un buen rescate, si nos perdonas la vida.

El soldado mandó a los herreros que dejaran a un lado los martillos. Aflojo las correas de la mochila y fue soltando uno por uno a los demonios. Únicamente dejó dentro al principal.

— Traed el rescate y soltaré a éste.

Apenas si había terminado de fumar su pipa, vio el soldado que corría hacia la herrería un pequeño demonio llevando en la mano un viejo zurrón.

— ¡Aquí tienes el rescate!

El soldado tomo el zurrón, que le pareció muy ligero. Lo abrió, miro dentro y vio que estaba vacío. Grito al demonio:

— ¡Quieres reírte de mí? Ahora mismo vamos a machacarle la cabeza a vuestro principal.

El diablo mayor grito desde el interior de la mochila:

— ¡No me pegues, no me desgracies, soldadito! ¡Escúchame! Ese no es un zurrón sencillo, sino un zurrón encantado. No hay otro igual en todo el mundo. Si deseas algo abre el zurrón y lo encontraras dentro. Si quieres cazar un ave o sientes deseos de poseer cualquier cosa, haz girar el zurrón sobre tu cabeza, di “¡Adentro!”, y lo encontraras allí.

— Ahora mismo veremos si no me engañas.

El soldado dijo para su coleto: “Que aparezcan en el zurrón tres botellas de aguardiente”, y sintió al punto que el zurrón se hacía más pesado. Lo abrió y en el interior vio las tres botellas que había pedido. El soldado dio el aguardiente a los herreros y les dijo:

— ¡Echad un trago, muchachos!

Salió el soldado de la herrería, miro a los lados, vio en un tejado un gorrión, hizo girar el zurrón y dijo:

— ¡Adentro!

Al instante, el gorrión levanto el vuelo y se metió en el zurrón.

Regresó el soldado a la herrería y dijo al diablo principal:

No me has engañado. Es verdad lo que me has dicho.

Este zurrón puede ser muy útil a un viejo soldado

Abrió el soldado la mochila y dejo en libertad al diablo principal.

— Ve a donde quieras, pero recuerda que, si te vuelvo a ver, las vas a pasar moradas.

Los diablos echaron a correr y desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos. El soldado tomo la mochila y el zurrón, se despidió de los herreros y se fue a casa del comerciante.

— Múdate tranquilamente a tu casa nueva —dijo el soldado al hombre—. Nadie volverá a molestarte.

— ¡Verdad es que el soldado ruso ni se hunde en el agua ni arde en el fuego! —exclamó el comerciante—. Cuenta qué hiciste para vencer a los espíritus malignos y salir vivo de la empresa.

El Soldado le contó todo lo que había sucedido, y los de pendientes lo confirmaron. El comerciante pensó: “Si, hay que esperar un día o dos, antes de hacer la mudanza. Veremos si todo está tranquilo, si no han vuelto los malos espíritus”.

Al anochecer envió a la casa nueva al soldado y a los dependientes.

— Dormid allí — les dijo—, y, si ocurre algo, el soldado os defenderá.

Los mozos durmieron tranquilos, como si tal cosa, y a la mañana siguiente volvieron vivos y de muy buen humor.

Al otro día, el comerciante se hizo el ánimo de pernoctar en la casa. La noche de nuevo transcurrió sin que nada alterara la quietud. Nadie les molestó

El comerciante dispuso que asearan la casa y se aplicó a preparar la fiesta que debía seguir a la mudanza. Cocieron toda clase de pasteles y dulces y prepararon asados y fritos

Invito el hombre a sus amigos. La mesa se venía abajo, tan colmada estaba de manjares y vinos. Había allí para todos los gustos.

El comerciante hizo que el soldado ocupara la cabecera de la mesa, como invitado de honor, y le dijo:

— Come y bebe, soldadito. En la vida olvidaré el favor que me has hecho.

El festín se prolongó hasta el amanecer. Después se acostaron todos, y, cuando se despertaron, el soldado se dispuso a continuar su camino. El comerciante intento disuadirle, diciéndole:

— No tengas tanta prisa, vive una semanita más en mi casa.

— Muchas gracias —respondió el soldado—, pero llevo ya aquí demasiado tiempo. Debo ir a casa.

El comerciante le llenó de monedas de plata la mochila y le dijo:

— Toma esto para que puedas tener tu propia hacienda.

— No necesito tu plata —replicó el soldado—. No tengo familia que mantener y no me faltan fuerzas para ganarme el pan.

Se despidió el soldado del comerciante, se echó al hombro el zurrón y la mochila vacía, y reanudó su camino.

No se sabe si fue mucho o poco lo que tuvo que caminar, pero, por fin, llegó al terruño. Vio desde un cerro su aldea natal y sintió una alegría que pareció darle alas. Apretó el paso y se puso a mirar en torno, diciendo para sus adentros:

“¡Qué hermosura de tierra! ¡En cuantos países no habré estado, cuántas ciudades y aldeas no habré visto, pero en todo el mundo no hay lugar más bello que éste!”

Llego el soldado a su casa y llamó a la puerta. Le abrió su anciana madre. El soldado se precipito hacia ella y la abrazó.

La anciana reconoció a su hijo y se puso a llorar de alegría.

— Tu viejo padre, hijito —dijo­­—, no hacía más que recordarte, pero murió sin poder verte. Hace ya unos cinco años que lo enterramos.

La anciana quiso poner la mesa, pero el soldado la detuvo.

— No te preocupes de nada. Ahora soy yo quien debe cuidarte y colmarte de mimos.

Desató el zurrón y deseo verlo lleno de distintos manjares y dulces. Luego lo puso todo en la mesa y dijo a su madre:

— Come, madre, cuanto quieras.

A la mañana siguiente volvió a abrir el zurrón y saco de él unos punados de monedas de plata. Mando hacer una casa nueva, compró una vaca y un caballo y adquirió todo lo que hacía falta para la hacienda. Luego se buscó una novia, se casó y vivía feliz, cuidando de sus bienes. La anciana madre velaba por los nietos y se sentía feliz de tener un hijo tan bueno y tan hacendoso.

Así pasaron unos seis o siete años. El soldado enfermó.

Llevaba ya tres días sin beber ni comer y se sentía peor a cada instante. Al tercer día vio que la muerte, al lado de su cama, afilaba la guadaña y no le quitaba ojo.

— Prepárate, soldado —dijo la muerte—. He venido por ti. Ahora mismo voy a quitarte la vida.

— Espera —respondió el Soldado—Deja que viva unos treinta años más. Ven cuando haya criado a mis hijos, casado a mis hijas y visto a mis nietos. Es todavía pronto para morir.

— No, soldado —dijo la muerte—, no te dejaré vivir ni tres horas más.

— En fin, ya que no puedo vivir treinta años —pidió el soldado— espera aunque sea tres, tengo todavía mucho que hacer.

— No me pidas nada, no te daré ni tres minutos de vida

—respondió la muerte.

El soldado se calló, pero no sentía el menor deseo de morir. Aprovechando un descuido de la muerte, saco de debajo de la almohada el zurrón encantado y grito:

— ¡Adentro!

Apenas hubo pronunciado esta palabra se sintió mejor.

Levantó la cabeza y vio que la muerte no se hallaba ya al lado de la cama. ¡Estaba en el zurrón!

Ató el soldado el zurrón y se sintió del todo bien y con gran apetito. Se levantó de la cama, corto una rebanada de pan, le echó sal y se la comió. Luego se bebió una jarra de kvas1 y se sintió completamente repuesto de su enfermedad.

—————

1 Bebida campesina rusa.

—No quisiste, desnarigada —dijo a la muerte—, entenderte conmigo por las buenas. Ahora te haré saber lo que significa meterse con un soldado ruso.

Una voz preguntó desde el zurrón:

— ¿Qué piensa hacer de mí?

— Aunque me apena perder mi zurrón —respondió el soldado—, tendré que despedirme de él. Ahora mismo te hundiré en las aguas corrompidas del pantano, y no lograras salir del zurrón en toda tu vida.

¡Suéltame, soldado! —Imploró la muerte—. ¡Te doy tres años de vida!

— No, amiga —dijo el soldado—, no pienso soltarte.

— Si me sueltas —gimió la muerte—, te dejaré vivir treinta años más.

— Está bien —aceptó el soldado—, te dejaré en libertad si prometes que en treinta años no morirá nadie.

— Eso es imposible —objetó la muerte—. ¿Acaso puedo vivir sin matar a nadie?

— En esos treinta años roe tocones, raigones y piedras.

— La muerte dio la callada por respuesta. El soldado se puso las botas y el abrigo y sentencio:

— Si no quieres, te llevaré al pantano.

La muerte se apresuró a decir, muy asustada:

— Sea. En treinta años no tocaré a nadie. Roeré tocones, raigones y piedras, pero suéltame.

— Cuídate muy bien de engañarme —le advirtió el soldado.

Llevó el soldado a la muerte al lindero de la aldea, abrió el zurrón y dijo:

— Escapa, antes de que lo piense mejor.

La muerte echo mano de su guadaña y puso pies en polvorosa en dirección al bosque. Una vez allí se apresuró a roer tocones, raigones y piedras. ¡Qué remedio le quedaba!

La gente vivía desde entonces sin penas, sin saber lo que era una enfermedad, y no se moría nadie.

En fin, así pasaron casi treinta años.

Los hijos del soldado crecieron y se casaron. La familia era muy numerosa. Había que ayudar a éste, aconsejar al otro, leerle la cartilla al de más allá y hacer de todos personas de provecho.

El soldado trabajaba lleno de gozo. En todo le acompañaba la suerte, y su vida toda marchaba como sobre ruedas.

Era el soldado muy diligente y ¿acaso podría pensar en la muerte?

Pero la parca no había olvidado el trato y se presentó al cabo de los treinta años.

El soldado no entro en discusiones y dijo:

— Yo estoy acostumbrado a la vida militar. Estoy hecho a presentarme con armas y pertrechos al toque de generala.

Si ha llegado la hora, trae el ataúd.

Trajo la muerte un ataúd, de encina con flejes de hierro. Levanto la tapa y mando:

— Tiéndete, soldado.

— ¿Es que no sabes cómo hay que hacer las cosas? —grito colérico el soldado—. ¿Acaso las ordenanzas prescriben que un viejo soldado proceda al buen tuntún? En el servicio, el jefe de sección ensena siempre a los soldados lo que hay que hacer, y luego da las ordenes. En esto hay que seguir la misma regla: muéstrame lo que debo hacer y, luego ya, me das la orden.

La muerte se tendió en el ataúd, diciendo:

—Mira, soldado, cómo hay que tenderse: estira las piernas y cruza las manos sobre el pecho.

El soldado, que solo esperaba aquello, tapo apresuradamente el ataúd y clavo los flejes.

— Quédate ahí —dijo a la muerte—, que yo bien me encuentro donde estoy.

Cargo el soldado el ataúd en un carro, lo llevó a la orilla del rio y lo echó al agua.

La corriente arrastró el ataúd y llevó la muerte al mar.

Muchos años pasó la muerte surcando las olas a gente vivía encantada y no se cansaba de ensalzar al soldado. El buen hombre no envejecía. Casó a sus nietos y nietas y ensenaba a vivir a sus bisnietos. De la mañana a la noche gobernaba su hacienda sin darse punto de reposo y sin conocer el cansancio.

Pero he aquí que estalló una tempestad terrible. Las olas estrellaron el ataúd contra las rocas. La muerte salió a la orilla, arrastrando a duras penas los pies, tambaleándose al embate del viento.

Descansó tendida en la orilla del mar y, con gran esfuerzo, llegó a la aldea en que el soldado vivía. Entró en el patio de la casa y quedó al acecho, esperando a que el hombre saliera.

El soldado se disponía a sembrar trigo. Tomo un saco vacío y se dirigió al granero para llenarlo de simiente. De pronto, la muerte salió a su encuentro y dijo, riendo a carcajadas:

—¡Lo que es esta vez, no te escaparás!

El soldado, viendo mal la partida, pensó: “¡Sea lo que sea! Si no logro escapar a la muerte, por lo menos le daré un buen susto a la desnarigada”.

Saco de entre pecho y camisa el saco vacío y grito:

—¿Echas de menos el zurrón? ¿Quieres ir a parar a las aguas corrompidas del pantano?

El miedo hizo que el saco le pareciera a la muerte el zurrón encantado. Huyó la parca espantada y se perdió de vista en menos que canta un gallo. Desde entonces, mata furtivamente.

Piensa la maldita: “Debo procurar que no me ponga la vista encima el soldado. Si me ve, iré a parar al pantano”.

Desde entonces vive el soldado feliz y contento, y dice la gente que se está aún riendo de la muerte.

Aleksandr Nikoláyevich Afanásiev. 11 de julio de 1826.- Moscú, 23 de octubre de 1871 Fue un destacado folclorista ruso de la época y el primero en editar volúmenes de cuentos de tradición eslava que se habían perdido a lo largo de los siglos.




‘No quiero morir’: los rusos huyen para no ir al Ejército

Parte de Novedades…
Todo estaba preparado: en apenas 24 horas se ha sellado el destino de miles de civiles rusos que serán enviados al frente próximamente. Un día después de que el presidente Vladímir Putin decretase una movilización parcial de su población, las oficinas de reclutamiento comenzaron a recibir a la primera oleada de ciudadanos que han recibido su citación del Ministerio de Defensa. Las imágenes del día fueron las colas abarrotadas ante las sedes y autobuses de alistamiento, donde se agolpaban varones de todas las edades. Algunos de ellos, bastante mayores.
El ministro de Defensa, general Serguéi Shoigú, había anunciado que serían llamadas a las armas unas 300.000 personas pese a haber sufrido, según sus cifras, 5.937 bajas mortales en los combates contra el ejército de Ucrania, aunque en realidad se supera por mucho las bajas que tuvieron en la guerra de Afganistán. Sin embargo, el diario independiente Nóvaya Gazeta Europa(ruso, Новая газета; literalmente, «Nueva Gaceta») es un periódico ruso conocido en su país por su cobertura crítica y su periodismo de investigación de los asuntos políticos y sociales ruso) publicó que, según sus fuentes de la presidencia, en un punto borrado del decreto iba a figurar un millón de reclutas.
Desde todos los puntos del país llegaron imágenes del reclutamiento. El presidente de Chechenia, Ramzán Kadírov, ha sido uno de los grandes valedores de la movilización tras el desastre militar que el Kremlin encajó en la provincia ucrania de Járkov. En Chechenia, el bloguero opositor Abu Saddam Shishani grabó un vídeo en el que se veía una columna enorme de hombres camino del punto de alistamiento.
No acudir a la citación puede suponer años de cárcel debido a las enmiendas introducidas en el Código Penal por el Parlamento ruso.
Entre los movilizados figuran algunos de los más de 1.300 detenidos en las protestas encontra de la guerra.
Antes de ser enviados a filas, los ciudadanos deben pasar un examen médico para comprobar si son aptos o no, o presentan alguna limitación para el servicio. Tras ello, la junta militar puede decidir si concede una exención o un aplazamiento temporal. Además, los mayores de 50 que durante su servicio militar pasado no pasaron del rango de soldados rasos están exentos.
Aunque se trata de una movilización parcial y no total de la población, el decreto fue redactado de una forma lo suficientemente imprecisa para que el reclutamiento pueda ser repartido por la geografía del país con los criterios que crea más convenientes el Kremlin en cada momento.
El Kremlin aseguró que solo llamaría a filas a hombres con experiencia militar.
Los movilizados serán, en palabras del presidente ruso, personas que “se encuentran actualmente en la reserva, especialmente aquellos que han servido en las fuerzas armadas, que tienen ciertas profesiones militares y experiencia relevante”.
El mandatario no aclaró cuántos reservistas serán convocados. Pero su ministro de Defensa aportó después la cifra de 300.000. Y añadió: “No se trata de gente que nunca haya visto o escuchado nada acerca del Ejército. Los estudiantes pueden seguir yendo a clase”.
El Comité de Defensa ha informado de que la primera oleada de movilizaciones comprenderá a soldados de hasta 35 años y suboficiales de hasta 45.
En Rusia están obligados a cumplir el servicio militar los hombres de entre 18 y 27 años. Su duración suele ser de un año, aunque no es difícil librarse de este servicio por razones médicas o por estar estudiando.
Los contratos de los combatientes rusos desplazados a Ucrania se prolongan, aunque estén a punto de expirar, hasta que termine el periodo de “movilización parcial”.
Rusia dispone de 25 millones de personas que han cumplido el servicio militar y que, en un momento dado, podrían ser llamados a filas en un contexto de movilización general y no parcial, como la de ahora. El Ejército ruso dispone de un millón de personas en activo (frente a las 209.000 de Ucrania). El pasado agosto, tras cumplirse seis meses de la invasión de Ucrania, Putin firmó un decreto, cuya entrada en vigor está prevista para 2023, por el que aumentaba el número de efectivos en 137.000. Así, a partir del próximo año, el Ejército ruso prevé contar con más de 1,15 millones de miembros.
El número de reservistas asciende a dos millones.
El cuerpo de reservistas lo forman antiguos miembros de las fuerzas armadas y aquellos que han tenido contratos con los servicios de seguridad y emergencias del Estado, lo que incluye bomberos y policía. El centro de análisis Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés) señalaba que “tradicionalmente” solo el 10% de los reservistas reciben entrenamiento después de haber cumplido el servicio militar. Y citaba un análisis según el cual la cifra de reservistas activos, en el sentido occidental, con entrenamientos regulares mensuales y anuales, era solo de 4.000 o 5.000 personas.
El Distrito Militar Sur del Ejército organizó el año pasado una formación activa y remunerada para reservistas. Su meta era llegar a los 38.000 efectivos.
Tampoco será fácil equipar a 300.000 nuevos efectivos. Sobre todo, si se tiene en cuenta que precisamente la equipamiento sobre el terreno ha sido uno de los flancos débiles del Ejército ruso en Ucrania.
Analistas y expertos citados por The New York Times calculan que el número de tropas rusas no supera actualmente los 200.000. Al verse más que duplicada esta cantidad con la llegada de los reservistas, Moscú estaría en disposición de defender mejor los más de 1.000 kilómetros de línea en el frente. “Sin embargo”, señala el diario, “los observadores dicen que la mayor parte del personal de alto rango ya ha sido desplegado, y los llamados necesitarán más entrenamiento y armas”.
En un análisis realizado por Neil MacFarquhar para el The New York Times, menciona como ha dejado estragos la conspiración rusa.
Media docena de soldados rusos hablan sobre ser enviados a un área de combate intenso en el este de Ucrania sólo 11 días tras su movilización. Al preguntarles sobre su práctica de tiro, un recluta con barba contesta, “una vez. Tres cargadores”.
En un pueblo cerca de Ekaterimburgo, en el centro de Rusia, hombres recién movilizados marcan el paso en ropa de calle. “Sin metralletas, uniformes ni zapatos, nada”, expresa un testigo no identificado. “La mitad de ellos tiene resaca, son viejos, están en riesgo -debería haber una ambulancia lista”.
En otros lados, veintenas de familiares de soldados rusos recién reclutados se amontonan afuera de un centro de entrenamiento, pasando por la reja artículos a los reclutas -botas, boinas, chalecos antibalas, mochilas, bolsas para dormir, colchonetas, vendas y comida.
“Nosotros compramos todo”, declaró una mujer llamada Elena al medio noticioso Samara Online.
A pesar de leyes severas que prohíben criticar la “operación militar especial” en Ucrania, las redes sociales rusas rebosan de escenas como éstas en videos que circulan extensamente. Estas publicaciones critican al Ministerio de Defensa por actuar justo como lo predijeron expertos militares de Occidente: enviando apresuradamente a miles de soldados recién reclutados, sin entrenamiento y mal preparados a Ucrania, demasiado desesperados por tapar huecos en sus líneas de defensa como para moldear a los hombres para que formen unidades de combate cohesivas.
Una señal extrema de desorden se dio el 15 de octubre, cuando dos hombres de un ex Estado soviético abrieron fuego contra un campamento de entrenamiento ruso. Mataron a 11 voluntarios e hirieron a 15 antes de ser abatidos, reportaron los medios rusos.
El Ejército ruso está batallando para equilibrar dos objetivos, indicaron analistas militares: desplegar tropas suficientes para frenar los recientes avances ucranianos, mientras que reconstruyen las fuerzas de infantería diezmadas durante ocho meses de guerra. Inevitablemente, algunos reclutas ya han sido abatidos o capturados, generando críticas aún más duras contra el esfuerzo de movilización anunciado el 21 de septiembre y visto como un desastre desde un principio.
“El resultado de la movilización es que hombres sin entrenamiento están siendo lanzados al frente”, escribió Anastasia Kashevarova, una bloguera militar quien ha apoyado la guerra, en un post lleno de furia, sumándose a las críticas. “Cheliabinsk, Ekaterimburgo, Moscú -los ataúdes de zinc ya están llegando”, agregó. “Nos dijeron que habría entrenamiento, que no serían enviados al frente en una semana. ¿Estaban mintiendo de nuevo?”.
Hasta ahora, el Kremlin ha tolerado críticas contra el manejo de la guerra, mientras que encarcelaba o multaba a quienes cuestionaran la necesidad de la invasión. No obstante, ha habido rumores recientes de que debería tomar medidas enérgicas también contra críticos del Ejército.
El 14 de octubre, el Presidente Vladimir V. Putin confirmó que 16 mil conscriptos ya habían sido enviados a unidades de combate, algunos con apenas cinco a 10 días de entrenamiento. Los reclutas eran urgentemente necesarios, dado que el frente en Ucrania abarca casi mil 130 kilómetros, explicó, añadiendo que el entrenamiento continuaría ahí.
La evidencia de la falta de entrenamiento es anecdótica, pero el simple número de videos de toda Rusia, junto con reportes noticiosos, comentarios y amenazas dispersas por parte de los conscriptos de una huelga debido a las condiciones, subraya la profundidad de los problemas.
En un video ampliamente circulado, un recluta de Moscú asignado al Primer Regimiento de Tanques -una afamada unidad duramente golpeada al inicio de la invasión- dijo que el comandante había anunciado que no habría práctica de tiro o siquiera entrenamiento teórico antes del despliegue de los hombres.
Otro video mostraba a un grupo de unos 500 hombres desaliñados, la mayoría con el rostro cubierto por pasamontañas, parados junto a un tren en la región de Belgorod, cerca de la frontera con Ucrania. El narrador señaló que no habían sido asignados a unidades específicas, que habían vivido en “condiciones inhumanas” durante una semana, que habían tenido que comprar su propia comida y que carecían de municiones.
El Gobierno de Belgorod anunció que la mayoría de los hombres sería devuelta al centro de Rusia para recibir entrenamiento adicional. Incluso Roman Starovoit, el Gobernador de la región contigua de Kursk, denunció las condiciones de entrenamiento. Describió comedores en ruinas, regaderas oxidadas o descompuestas y la falta de camas y uniformes.
El 13 de octubre, el Gobierno de otra región, Cheliabinsk, se contó entre los primeros en anunciar oficialmente las muertes de soldados sin entrenamiento, con cinco abatidos en el este de Ucrania. El anuncio no detalló las circunstancias, pero el servicio ruso de la BBC citó a familiares y amistades de los hombres, quienes aseguraron que los soldados fueron desplegados “como carne de cañón” sin entrenamiento de combate.
De manera similar, un jefe de departamento en el Gobierno municipal de Moscú, Aleksei Martynov, de 28 años, quien no tenía experiencia de combate, resultó muerto en Ucrania días después de ser destacamentado, informó Natalya Loseva, una periodista con el canal de televisión estatal RT, en Telegram. Su reporte no pudo ser confirmado independientemente.
“El liderazgo militar ruso sigue comprometiendo la futura reconstitución de la fuerza al priorizar la movilización inmediata de la mayor cantidad de hombres posible para el combate en curso en Ucrania”, señaló el Instituto para el Estudio de la Guerra, en Washington, en una evaluación reciente.
Un reporte del Ministerio de Defensa británico secundó esa evaluación, al indicar, “la incapacidad de efectivos rusos para destruir equipo intacto antes de emprender la retirada o rendirse subraya el pobre estado de su entrenamiento y sus bajos niveles de disciplina en batalla”.
Los funcionarios rusos buscan darle un giro positivo a la conscripción. Sergei K. Shoigu, el Ministro de Defensa de Rusia, anunció que 200 mil reclutas se preparaban en alrededor de 80 campamentos de entrenamiento y 6 centros educativos. Putin puso fin a la movilización impopular, afirmando que 220 mil reclutas serían suficientes, en vez de la meta anunciada en un principio de 300 mil.
El número de tropas rusas en Ucrania sigue siendo turbio. Alrededor de 200 mil soldados fueron desplegados para la invasión, pero agencias de inteligencia de Occidente revelan que entre una tercera parte y la mitad ha resultado muerta o herida.
El Ministerio de Defensa ha producido una serie de videos mostrando a “mobiks” -como se conoce a los reclutas en la jerga rusa- aprendiendo felices a disparar, atacar tanques, amarrar un torniquete, colocar una mina terrestre y otras tareas militares.
“En general, el personal está totalmente preparado, listo para operaciones de combate y ansioso por unirse a las filas de las unidades de combate y destruir al enemigo”, manifestó un soldado identificado sólo por su nombre de pila, Magomed, en un video del Ministerio de Defensa grabado en un campo de entrenamiento en el este de Ucrania o cerca de ahí.
Una inyección de cientos de miles de reclutas podría detener los avances ucranianos al corto plazo, pero los analistas militares aseguraron que Rusia batallaría para cambiar su suerte en los próximos meses.
Las líneas rusas en el este de Ucrania se han colapsado una y otra vez ante la arremetida de soldados mejor entrenados y más motivados. Algunos analistas dicen que el Ejército ruso tiene una evidente falta de unidades cohesivas en las que la infantería, la artillería y las fuerzas aéreas estén preparadas para trabajar juntas.
Andrei Gurulev, un diputado de línea dura en el Parlamento federal y un oficial de alto rango en las reservas, escribió en Telegram que tomaría al menos uno o dos meses para que Rusia pudiera desplegar unidades entrenadas.
Otros sugirieron que sería hasta el invierno.
La Unión Soviética mantuvo una infraestructura permanente de entrenamiento militar, que fue desmantelada tras su colapso en 1991. Con el inicio de la guerra, instructores militares fueron enviados a Ucrania, lo que dejó a las unidades batallando para llenar el hueco con veteranos y maestros de academias militares.
“Han perdido a muchos especialistas militares”, comentó Gleb Irisov, un veterano de la Fuerza Aérea rusa y ex analista para la agencia noticiosa estatal TASS. “No hay nadie para entrenar a esta gente nueva”.
Incluso antes de la guerra, señalaron Irisov y otros, Rusia batallaba para entrenar a sus dos generaciones de aproximadamente 100 mil reclutas cada primavera y otoño, con reportes de problemas como tropas mal alimentadas.
De manera inesperada, parte de la mayor concentración de entrenamiento se lleva a cabo en el Donbás, el área del este de Ucrania que ha sido encendida por la guerra desde que Rusia inició un movimiento separatista ahí en el 2014.
La primavera pasada, varones en el Donbás eran arrebatados de las calles y enviados directamente al frente. Pero en medio de la matanza, hubo un cambio de actitudes, dijo Kirill Mikhailov, un investigador en el Equipo de Inteligencia sobre Conflictos, una organización fundada en Rusia para dar seguimiento a conflictos que involucran a tropas rusas.
Los funcionarios en la región se dieron cuenta de que habían “derrochado sus fuerzas a cambio de poca ganancia”, explicó Mikhailov, y, por lo tanto, supieron que tendrían que obtener mejores soldados de los conscriptos rusos.
Sin embargo, por ahora, con miles de reclutas llegando a raudales a Ucrania, parece que el Kremlin está enfatizando cantidad sobre calidad”.
Oleg Matsnev contribuyó con reportes a este artículo.

La Guardia Nacional es Militar

Héctor Torres Maubert

Parte de Novedades…

En 2019, el Congreso aprobó la creación de la Guardia Nacional para atender la complicada situación de seguridad que atraviesa el país. La idea era contar con una corporación de seguridad con entrenamiento y disciplina militar, sujeta a un régimen civil y de protección a los derechos humanos.

La Guardia Nacional encarna una de las grandes polémicas de los últimos 15 años en México. ¿Deben encargarse las Fuerzas Armadas de la seguridad pública? Desde que militares y marinos empezaran a actuar de policías en el país, muchas voces han criticado el modelo, señalando su falta de capacitación y los problemas que ello genera. Desde diciembre de 2006, son miles las denuncias contra militares por violaciones a derechos humanos. Su falta de capacitación y la opacidad de la Secretaría de la Defensa alimentan a los críticos.

Con el último cambio de Gobierno, la aparición de la Guardia y la consagración de su aspecto civil en la Constitución, el debate parecía zanjado. Los militares seguirían en las calles mientras la Guardia nacía y crecía. En 2024, la nueva corporación, adscrita a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, tomaría el relevo. Los militares volverían a los cuarteles. Pero todo eso ha cambiado en unas pocas semanas, situación que tiene revuelto el tablero político.

En el anterior sexenio la Sedena había creado Brigadas de Policía Militar para cada una de las 12 regiones militares en el país, sumadas a las tres ya existentes, para apoyar y coadyuvar a los batallones y regimientos y de más unidades del ejército en materia de seguridad pública, en dichas brigadas se habían dotado de personal bien entrenado, armado, equipado y con conocimiento policíaco y de derechos humanos. Con secciones de granaderos, caninas, sanidad y con una fuerza de personal de 1800 a 2500, sus batallones eran los que se encargarían de combatir al crimen organizado y apoyar a las corporaciones de policía estatales, municipales y dar protección a la ciudadanía. Pero esto no paso, las brigadas de la policía militar del ejército y los batallones y compañías de la policía naval de la Marina pasaron por completo a la Guardia Nacional.

La Guardia Nacional nació en 2019 como sustituta de la Policía Federal, corporación de seguridad que funcionó durante los gobiernos del PAN, con Vicente Fox y Felipe Calderón y el último del PRI, con Enrique Peña Nieto. La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, en diciembre de 2018, motivó la desaparición de la Policía Federal. El mandatario la consideraba corrupta e insalvable.

El nacimiento de la Guardia Nacional no fue ninguna sorpresa para nadie. Ya en noviembre de 2018, en la presentación de la estrategia de seguridad del Gobierno electo, el mandatario anunció su advenimiento, como parte de la estructura de la Secretaría de la Defensa. El futuro secretario de la dependencia, Luis Crescencio Sandoval, dijo entonces: “Se tratará de una fuerza adicional a las Fuerzas Armadas ya existentes y que se integrará a la de Defensa”.

Nomenclatura clásica de la historia militar en México, la Guardia Nacional, que agrupó a las milicias populares durante la guerra contra Estados Unidos a mediados del siglo XIX, y ayudó a Porfirio Díaz a alcanzar el poder pocos años después, volvía así a la vida, ahora como parte del Ejército regular, profesional, del moderno Estado mexicano. En un principio se nutriría de parte de la planilla de policías federales de la vieja corporación, y de policías militares y navales. Con el tiempo se ha visto que la mayor parte de sus integrantes son elementos del Ejército y la Armada. Para dotarla de personal, armarla y hacerla numerosa a cada unidad del ejército y marina, llámese batallón o regimiento se le quitaron de 150 a 300 elementos militares que pasaron directamente a la nueva institución, dejando a las corporaciones limitadas en su estructura y capacidad de respuesta, (o sea, si una unidad tenía 650 efectivos ahora solo contaran con 350, un número muy pequeño para una corporación militar).

El anuncio de López Obrador de noviembre de 2018 dio pie a una de las grandes discusiones del sexenio, presente ahora igual que entonces. La Guardia Nacional, ¿debía depender del Ejército? La academia y parte de la oposición señaló enseguida los peligros de que el Gobierno adscribiera la nueva corporación a las Fuerzas Armadas. No en vano, el balance del uso de militares en tareas de seguridad pública durante los 12 años anteriores no había sido bueno.

Desde diciembre de 2006, los gobiernos de Calderón y Peña Nieto habían empleado a militares como policías de forma masiva. Miles de efectivos dejaron de lado sus labores de cuartel y empezaron a participar en patrullajes, persecuciones, tiroteos y aniquilación. La idea era apoyar o sustituir cuerpos de policía corruptos, incapaces o una mezcla de ambas. El problema es que las denuncias contra el Ejército y la Armada por uso excesivo de la fuerza, ejecuciones, tortura y desaparición forzada se contaban por centenares.

Con el pasado reciente parte de la ciudadanía, academia y oposición pelearon la naturaleza civil de la Guardia Nacional. Exigieron que dependiera de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y no de la Secretaría de la Defensa; que hubiera procesos de capacitación para guardias que se alejaran de los códigos formativos de las Fuerzas Armadas. En un primer momento, lo consiguieron. En la reforma a la Constitución que aprobó el Congreso quedó establecido que “las instituciones de seguridad pública, incluyendo la Guardia Nacional, serán de carácter civil, disciplinado y profesional”.

A lo largo de estos años, los mismos que pelearon la naturaleza civil de la Guardia Nacional, muchos adscritos al colectivo Seguridad sin Guerra, criticaron una militarización encubierta de la corporación. Al frente, el Gobierno había colocado a un general de brigada en proceso de retiro (después fue ascendido a divisionario por el senado de la república), Luis Rodríguez Bucio, general que había sido entrenado en los años 80 en “la Escuela de las Américas” primeramente se encontraba en Panamá y posteriormente en territorio estadounidense, en dichas aulas los preparaban para aniquilar y luchar contra la insurgencia. La mayor parte de sus integrantes eran además militares en comisión y sus grados, aunque aparecían con nombres distintos, semejaban los del Ejército. (Actualmente los miembros de la Guardia Nacional sustentan sus grados de la corporación, pero en el pecho llevan sus verdaderos grados como militares. )

Había algo más que preocupaba a la oposición. En sus primeros meses, el Gobierno había conseguido prorrogar el uso de soldados y marinos en tareas de seguridad pública, más allá de la misma Guardia Nacional. Esto es, que elementos de las Fuerzas Armadas, capacitados para ser lo que son, marinos y soldados, seguirían actuando de policías, en tanto la Guardia Nacional se fortalecía.

Pero la alarma sonó cuando, en junio de 2021, López Obrador declaró que su objetivo era devolver la Guardia Nacional a la estructura orgánica de la Secretaría de la Defensa, como había planteado originalmente, antes de llegar al poder, en noviembre de 2018. Entonces dijo que en 2023 impulsaría una nueva reforma a la Constitución para reorganizar la burocracia de las dependencias. Un año más tarde, el mandatario anunció que aceleraría sus planes, con algunos cambios.

Morena, partido de López Obrador, carece de la mayoría necesaria para cerrar una reforma constitucional. Tiene, eso sí, fuerza suficiente para enmendar leyes y reglamentos. Por eso, el plan de López Obrador de cambiar la Constitución quedó aparcado y el Gobierno mandó al Congreso proyectos para reformar cuatro leyes, aprobados sin problema alguno. Se da así la paradoja de que las leyes del ramo de seguridad, incluida la de la Guardia Nacional, responden ya al objetivo del Ejecutivo, señalando su adscripción a la Defensa, pero la Constitución sigue diciendo que la corporación es civil.

La oposición ya ha anunciado que presentará acciones de inconstitucionalidad contra las reformas legislativas, asuntos que deberá resolver la Suprema Corte de Justicia de la Nación en los próximos meses. Entre tanto, el Gobierno ha recuperado un aliado, perdido durante las discusiones por la reforma energética. Se trata del PRI, que no solo apoya al Gobierno, sino que defiende una nueva prórroga del uso de militares en tareas policiales hasta 2028.

Más allá de la pertinencia de usar solados en tareas policiales, o de militarizar el principal cuerpo de seguridad del país, una de las principales preocupaciones de la oposición, limitada ahora mismo a la coalición PAN-PRD, Movimiento Ciudadano y organizaciones civiles, es el poder creciente del Ejército, simbólico, pero sobre todo económico.

Con el cambio en las leyes, la Secretaría de la Defensa manejará el presupuesto de la Guardia Nacional, que ascenderá el año que viene, a falta de que el Congreso lo apruebe, a 146.000 millones de pesos, unos 7.500 millones de dólares. Será una cantidad récord para el Ejército, que nunca manejó tal cantidad de dinero.

Su fortalecimiento presupuestario en cuestiones de seguridad pública alimenta su conexión con la Administración de López Obrador, que ha confiado a las Fuerzas Armadas amplias parcelas de gobierno estos años. Desde diciembre de 2018, el Ejército y la Armada se ocupan de una cantidad creciente de tareas, lejos de su campo habitual, de combate, consagrado en el plan DN-III, el auxilio a la población en situaciones de desastre.

Las Fuerzas Armadas se encargan actualmente de las aduanas, marítimas y terrestres, de la construcción de obras emblemáticas de la actual Administración, caso de tramos del Tren Maya o el recién inaugurado aeropuerto Felipe Ángeles, cerca de la capital, o del manejo y mantenimiento de infraestructuras, caso del mismo Tren Maya.

Mientras la Guardia Nacional hará la función de policía y combatirá a las organizaciones criminales con el uniforme blanco y negro y no con el olivo, pero sabemos que son militares y que desde un principio nació militar y seguirá siendo militar.

India en ejercicios militares con los rusos

En el año 2020 Estados Unidos y sus aliados y socios en el Indopacífico llevaron a cabo un ejercicio militar multinacional para ayudar a garantizar que la región se mantenga segura para la navegación marítima.

Las fuerzas navales de Estados Unidos, India, Australia y Japón realizaron el 24 º Ejercicio Malabar en la bahía de Bengala. Los estadounidenses se dieron cuenta de la gran capacidad militar de India. En un ejercicio de las fuerzas aeronavales, los pilotos americanos se enfrentaron a pilotos de combate indús, el resultado admiro y enojo a los mandos de los Estados Unidos ya que un solo piloto de la fuerza aeronaval de la India en simulación derribo a tres aeronaves F-15 Eagle americanos, siendo los indios en ganar el ejercicio militar en el aire, dejando a los aviones de combate americanos muy mal parados.

Nueva Delhi no ha condenado la invasión rusa de Ucrania y tampoco ha impuesto sanciones a Putin Seis meses después de invadir Ucrania y mientras las fuerzas ucranianas acaban de lanzar una gran contraofensiva en la región de Jersón, al sur del país, Moscú ha inaugurado la edición 2022 del ejercicio Vostok, organizado cada cuatro años en el Lejano Oriente ruso. En los juegos de guerra de este año movilizará nada menos que 50.000 militares durante la primera semana de septiembre. Y esto será gracias a la participación de 13 contingentes extranjeros, cuyo tamaño no se ha especificado.

Aunque los funcionarios de defensa rusos han afirmado que las maniobras son puramente defensivas y no están dirigidas a ningún país en particular, no dejan de estar revestidas de simbolismo en medio de la actual guerra de Moscú en Ucrania y de las crecientes tensiones geopolíticas en Asia.

Expertos en defensa afirman que serán observados de cerca por potencias regionales como Japón y Corea del Sur, sobre todo porque Rusia y China siguen mostrando sus crecientes lazos políticos y militares y una atención conjunta en el Pacífico.

La participación de India también ha añadido otra capa de intriga a estos juegos de guerra. Nueva Delhi mantiene desde hace tiempo lazos de defensa con Moscú, pero también fuertes relaciones con Washington. China e India están inmersas en una disputa fronteriza en el Himalaya que provocó un enfrentamiento mortal hace sólo dos años, y los indios se están preparando para realizar ejercicios militares con Estados Unidos cerca de la frontera china en octubre.

Estados Unidos ha expresado su gran preocupación por la decisión de que India se haya unido a estas maniobras militares., han dicho que era decisión de Nueva Delhi apuntarse al ejercicio militar con cualquier país y añadió que cada país participante toma sus propias decisiones.

“Nos inquieta que cualquier país se ejercite con Moscú mientras Rusia libra una guerra brutal y no provocada contra Ucrania. Pero, por supuesto, cada país participante tomará sus propias decisiones. Y lo dejaré así”, Así lo informo la Casa Blanca, a través de su vocería.

Aunque Nueva Delhi aseguró que se mantendrá al margen de la parte marítima para no herir la sensibilidad de Japón, este último también expresó su preocupación por el ejercicio militar.

India ya ha intervenido anteriormente en simulacros militares multinacionales celebrados en Rusia -un destacamento del país formó parte de las maniobras Zapad, celebradas en 2021-, y los analistas afirman que su presencia en estas, en medio de la invasión rusa de Ucrania, reafirma los lazos amistosos de Nueva Delhi con Moscú, a pesar del estrechamiento de la asociación estratégica con Estados Unidos.

El reto para la diplomacia india consiste en navegar por las aguas de las turbulencias geopolíticas mundiales al tiempo que protege su crecimiento y desarrollo.

Nueva Delhi se ha abstenido de condenar la invasión rusa de Ucrania y no se ha sumado a las sanciones occidentales contra Moscú. Además, el petróleo que importa de este último ha experimentado un fuerte incremento este año beneficiándose de grandes descuentos.

El país ha defendido sus compras como algo necesario para un país en vías de desarrollo y con carencias energéticas como el suyo. Pese a estar adquiriendo armas de otros países, como Israel y Estados Unidos, gran parte de su armamento actual es de origen ruso algunas armas de última tecnología y otro tanto de hace 20 años.

Con China y Rusia aliándose contra un Occidente liderado por Estados Unidos, India ha intentado situarse como amigo entre ambos bandos. También en la amplia participación del país en ejercicios multilaterales. Tras la crisis de Ladakh en 2020, el peso de su orientación estratégica en los foros multilaterales se ha desplazado hacia Estados Unidos y sus aliados, aunque sigue manteniendo su presencia en agrupaciones que incluyen a Rusia y China.

Por otro lado, los simulacros reflejan los crecientes lazos de defensa entre Moscú y Pekín, que se han fortalecido desde que Putin envió sus tropas a Ucrania. China se ha resistido a criticar la acción rusa, culpando a Estados Unidos y a la OTAN de provocar a Moscú, además de criticar las sanciones impuestas a Rusia.

Moscú, por su parte, ha respaldado firmemente a Pekín en medio de las tensiones con la Casa Blanca que siguieron a la reciente visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi. El presidente ruso estableció un paralelismo entre el apoyo de Estados Unidos a Ucrania y el viaje de Pelosi a Taiwán, acusando a ambos de formar parte de los supuestos esfuerzos de Biden por fomentar la inestabilidad mundial.

Rusia y China han llevado a cabo una serie de juegos de guerra conjuntos en los últimos años, incluyendo ejercicios navales y patrullas de bombarderos de largo alcance sobre el Mar de Japón y el Mar de China Oriental. De hecho, por primera vez el año pasado las tropas rusas se desplegaron en territorio chino para realizar maniobras conjuntas.

Putin y Xi Jinping han desarrollado fuertes lazos personales para reforzar una “asociación estratégica” entre los antiguos rivales comunistas, ya que tanto Moscú como Pekín se enfrentan a crecientes tensiones con Occidente. Asimismo, Putin ha señalado que Rusia ha estado compartiendo con China tecnologías militares altamente sensibles que ayudaron a reforzar significativamente su capacidad de defensa. Esto a provocado que India por su situación geográfica y geopolítica se siente presionada por ambos países y decide estar mas cerca de ellos y irse alejando de los Estados Unidos.

 Twitter:HectorMaubert

El general del caso Ayotzinapa

Héctor Torres M.

El general Alejandro Saavedra Hernández, a quien el 4 de septiembre de 2018 el general Salvador Cienfuegos recomendó como su sucesor en la Secretaría de la Defensa Nacional al entonces presidente electo Andrés Manuel López Obrador, y quien es considerado como “el general de la noche de Iguala”, deberá ser localizado por el área jurídica de esa misma institución para cumplimentar una orden de aprehensión en su contra, la más importante de las 20 contra militares anunciadas por la Comisión de la Verdad y el Acceso a la Justicia (COVAJ) del caso Ayotzinapa.

Desde su cuartel en Chilpancingo, como comandante de la 35 Zona Militar, el general Saavedra tuvo acceso directo a las comunicaciones de inteligencia que, en tiempo real, desde las 17:00 en que un grupo de estudiantes salió de la Escuela Normal de Ayotzinapa, dieron cuenta de todas sus actividades y eventos relacionados, incluida la serie de ataques en la que mataron a seis personas, llevaron a la desaparición a 43 y dejaron con muerte cerebral a uno más.

En esta cadena de acontecimientos, señaló la COVAJ, autoridades civiles y militares como el general Saavedra y su subordinado inmediato comandante del 27 Batallón de Iguala, el entonces coronel y hoy general brigadier José Rodríguez Pérez (también con orden de aprehensión), incumplieron su deber de intervenir para salvaguardar las vidas de los civiles desarmados, que estaban bajo ataque a balazos de conocidos criminales de bandas y de policías municipales corruptas.

Además, prosiguió la COVAJ, el 27 Batallón abandonó a uno de sus miembros, el soldado Julio César López Patolzin, que estaba en misión de infiltrar e informar sobre las actividades de los alumnos. Esto se había informado hace un par de años en boca del entonces secretario de la Defensa Salvador Cienfuegos.

Las cosas pueden ser aún más graves; sin embargo, en mensajes de texto que intercambiaron presuntos implicados y en poder de la COVAJ, indican una coordinación constante en la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014 entre El Chino y El Negro (dos de los jefes de Guerreros Unidos) y El Coronel (probablemente Rodríguez Pérez) para “arreglar el problema” de los estudiantes que quedaban vivos; asimismo hay reportes de actividades conjuntas esa noche de El Negro y El Coronel, y que los restos de “la mayoría” de los estudiantes asesinados fueron trasladados “al Batallón”, presumiblemente el cuartel de Iguala que está en las cercanías de todos los puntos de ataques contra normalistas.

El general Saavedra Hernández es del arma de artillería y fue comandante de un regimiento de esa arma. Así mismo, fue comandante de la guarnición militar en Puerto Escondido Oaxaca cuando portaba el grado de general brigadier, también intervino en la masacre de Tlatlaya en el Estado de México. Ya como general de brigada fue nombrado comandante de la 35 Zona Militar en Chilpancingo Guerrero el 2 de junio de 2014, y el 30 de junio condujo a sus tropas para proveer seguridad perimetral a las del 102 Batallón de Infantería en esa localidad mientras realizaban las maniobras para encubrir la matanza de esa madrugada.

El alcalde de Cocula en ese momento, César Miguel Peñaloza Peñaloza, declaró a la PGR que el general Saavedra les había recomendado a los exmilitares que comandaron a la policía municipal, que tuvo un rol clave en los ataques contra los normalistas. Nadie ha investigado esa denuncia.

Y el general Saavedra, por casi ocho años, no sólo no fue procesado, sino que recibió una serie de premios y ascensos tan vertiginosa y significativa que lo puso a punto de ser secretario de la Defensa Nacional.

El 20 de noviembre de 2014 a sólo 9 semanas de los crímenes de Iguala y el mismo día en que se produjeron manifestaciones de protesta de dimensiones históricas-, fue promovido de general de Brigada a general de División, mismo grado que aun por jerarquía no le tocaba, por lo menos le faltaba 2 años más para poder ser considerado para la tercera estrella.

Diez días después, el 30 de noviembre, lo elevaron de comandante de la 35 Zona Militar a comandante de la IX Región Militar, que abarca todo el estado de Guerrero, con lo que lo convirtieron en el hombre fuerte, muy fuerte de esa entidad.

El 27 de octubre de 2015, el gobierno de Peña Nieto le otorgó la coordinación de la Estrategia Federal de Seguridad en el estado, con lo cual, además de ser el jefe de cada soldado en Guerrero de la 27 zona militar en Acapulco y de la 35 zona militar en Chilpancingo, así como de la base aérea número 7 en Pie de la Cuesta, adquirió poder de decisión sobre prácticamente todas las corporaciones policiacas que actuaban ahí: federales, estatales y las de todos los municipios que habían aceptado el mando único, más de 7 mil efectivos tenia bajo su mando.

Si verdaderamente se proponía combatir la violencia, el general Saavedra fracasó. Los homicidios y otros delitos siguieron en acelerado crecimiento en todo el estado sobre todo en Acapulco hasta que fue removido de la Región Militar, el 28 de noviembre de 2016.

Pero cayó en cama muy blanda: pasó a ser contralor del Ejército y Fuerza Aérea y, el 1 de diciembre de 2017, a jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, dos puestos muy importantes en alto mando de la Sedena.

Nueve meses después, el general Salvador Cienfuegos le propuso al presidente electo Andrés Manuel López Obrador a dos generales de División para ocupar la Sedena, Saavedra Hernández y el subsecretario general Roble Arturo Granados Gallardo que era el de mayor antigüedad en la jerarquía militar.

López Obrador designó en cambio al general Luis Cresencio Sandoval González que solamente llevaba dos años como divisionario (tres estrellas) y que en ese momento se encontraba como comandante de la IV región militar en Monterrey Nuevo León.

Hasta el 2 de marzo de 2021, Saavedra Hernández fue director del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas, donde aprovecho esa mina de oro para quitarles a muchos militares retirados su pensión y defraudar a otros tantos. Muchos elementos de tropa, oficiales, jefes y hasta generales retirados se quejaban del mal trato que recibían por elementos cercanos a Saavedra Hernández.

Mientras uno de los subordinados del general Alejandro Saavedra, en ese momento el coronel Rodríguez Pérez comandante del 27 batallón de infantería en Iguala, lo que se sabía que era jefe de la sección de Operaciones del Estado Mayor de la Sedena ya como general brigadier. No se sabe si Rodríguez sigue estando activo con el mismo grado o ya con el grado de general de brigada. Hasta el momento el subsecretario Alejandro Encinas apunta a la implicación de José Rodríguez, comandante en ese momento del Ejército en Iguala, en el ataque. Es la primera vez que se señala la participación de militares en la desaparición de los jóvenes. Se asegura que el entonces coronel Rodríguez Pérez ordenó asesinar a 6 de los 43 normalistas de Ayotzinapa días después de desaparecer, el cual fue ordenado por su superior inmediato que era Alejandro Saavedra, “el general del caso Ayotzinapa”.