Oro y espejitos

Jesús Emilio de Leo

Al inicio de cualquier periodo de gobierno siempre entra en juego el factor de la curva de aprendizaje, el cual no es más que el tiempo que debe de transcurrir hasta que el equipo entrante tenga claro el panorama de los asuntos que tiene que atender. Una campaña política resulta ganadora cuando el nivel de expectativa encuentra que las propuestas son atractivas, pero a veces se abusa de ellas con el único propósito de hacerse del poder. En muchos casos se promete construir infraestructura de servicios sin reflexionar en los elementos que se requieren para su operación, es más, aún a costa de la infraestructura existente.

Cada obra nueva requiere dotación de personal para su atención, pagar, servicios básicos como luz, agua, teléfono, servicios digitales, mobiliario, limpieza, seguridad, etc. Construir es fácil, operar y administrar son el problema. En tanto eso ocurre, pasa el tiempo y la infraestructura presenta necesidades de mantenimiento que deben ser atendidas tan pronto sea posible, ya que se aproxima la temporada de lluvias o los temblores generan algunos riesgos.

Hay una gran diversidad de trámites que cubrir con otras instancias, las cuales también avanzan a sus tiempos y de acuerdo a su propio nivel de experiencia.

Y mientras todo esto transcurre, la infraestructura anterior no cuenta con planes de mantenimiento preventivo y generalmente las intervenciones se justifican en la urgencia de su atención o cuando se filtran a la prensa los riesgos a los que se expone a la ciudadanía que acude a ella.

Pero, ¿de quién es la responsabilidad?, la respuesta a esta pregunta generalmente es la acostumbrada, señalar a alguien en particular de no prever los daños que se ocasionaron. La sociedad queda satisfecha con la separación del cargo o la destitución de alguien o simplemente con el linchamiento mediático, pero esto en muchas ocasiones no resuelve todos los problemas porque es son errores estructurales. En política generalmente se piensa en lo nuevo y no en mejorar con lo que ya se cuenta, tal vez la infraestructura nueva no era necesaria, pero es el testimonio de una administración gubernamental. También debemos de entender que el “buen trabajo” queda registrado en la actualización, equipamiento, mantenimiento y uso que se le otorgue a la infraestructura existente.

No todo lo nuevo es oro, ni todo lo anterior son espejitos.

Reinicio del ciclo

Jesús Emilio de Leo

En Oaxaca está próximo a iniciar un nuevo ciclo de aproximadamente 2,190 días, duración que tiene una administración gubernamental. Serán seis años que estarán marcados por la elección presidencial de 2024, la cual impactará en la elección de Senadores, Diputados Federales, Locales y Presidentes Municipales.

Estudios de opinión revelan que la sociedad anhela un cambio, pero la paradoja radica cuando hay que explicar el cambio. Hemos demostrado que somos una sociedad de contrastes, ocasionada por nuestra propia visión de entender el mundo y también por el exceso de paternalismo gubernamental, como ejemplo hay que reflexionar en torno al grave problema que ha generado la falta de un depósito final para la basura que todos producimos. Existen segmentos de la sociedad que piensan que es un problema único y exclusivo del gobierno municipal o estatal, por eso es mejor colocarla en la calle para que alguien más se ocupe de ello. Si así fuera, el cambio que se espera, es aquel que solo trae beneficios personales y no aquellos que son necesarios para la colectividad. Hemos dejado de pensar en el bien general.

Sin la perspectiva del bien común, cualquier administración del partido que sea, tiene ante sí una derrota previamente anunciada, lo mucho o poco que se haga no se percibirá como un logro sino como lo insuficiente de su desempeño y a ello han habrán contribuido todas las fuerzas políticas, por eso, la democracia ha generado graves desencantos que nos tienen al borde del endurecimiento de las medidas políticas poniendo en riesgo los derechos ciudadanos.

Gobernar no es asunto fácil para nadie, es una habilidad que requiere sentido común, perfil, coherencia, comunicación y transparencia. Mientras los gobiernos han implementado mayores reglas para el ejercicio de la autoridad, han dejado de lado el mejorar el nivel de la ciudadanía. En sociedades tradicionales de los pueblos de Oaxaca al igual que en sociedades europeas, el nivel de ciudadanía es fundamental para conocer sobre los asuntos públicos, también para entender las oportunidades y los problemas que implican su resolución. La aplicación del presupuesto y la priorización de las obras son asuntos que competen a todas y todos.

La ciudadanía debería de entender que no todos los problemas se van a resolver en 2,190 días, lo que deberíamos de comprender es que nuestra participación ayudaría a resolver muchos de nuestros propios problemas. Sin esta perspectiva, siempre viviremos en el desencanto de las promesas incumplidas y cualquier cambio sólo será de partido hasta que se nos acaben las opciones.

El resentimiento entre la izquierda

Jesús Emilio de Leo

Diversos autores no logran consenso respecto al momento en el cual se inició el uso de los términos derecha e izquierda en política, sin embargo, afirman que fue en 1789, año en el que se suscitó la Revolución Francesa.

Fue Honoré Gabriel Riquetti, Conde de Mirabeu, quien afirmó que el uso de los términos derecha e izquierda fue para darle “geografía” a la recién conformada Asamblea Nacional. A la izquierda del presidente estarían los adeptos de una nueva constitución y del veto nulo del Rey, el cual no podría modificar las decisiones de la Asamblea. En el centro se ubicaron los moderados, quienes no tenían opiniones definidas en torno a la actuación del Rey, y, a la derecha, se ubicaron quienes estaban a favor de que el Rey pudiera vetar las decisiones de la Asamblea.

En México, la izquierda ha estado vinculada a concepciones marxistas, anarcosindicalistas con lazos troskistas y estalinistas que dieron paso a movimientos magonistas, cardenistas, zapatistas y lombardistas. Los pensamientos maoístas y guevaristas dieron paso las guerrillas rurales y urbanas para después dar paso al EZLN y al EPR, figuras que finalmente se insertaron en este nuevo siglo a través de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca.

En muchos de estos episodios de la izquierda en México, un actor esencial con papel de antagónico han sido las Fuerzas Armadas, cuyo desempeño histórico ha sido trigarante, imperial, nacional, liberal, federal, revolucionario, constitucionalista y convencionalista. Fue el presidente Lázaro Cárdenas, penúltimo militar al frente de la presidencia, quien en 1937 estableció las misiones y funciones del Ejército Mexicano para defender la integridad y la soberanía de la nación, garantizar la seguridad interior y auxiliar a la población civil en casos de necesidades públicas.

De acuerdo a la historia del Ejército Nacional, a partir de 1965, se integró el Plan DN-IIIE, el cual es identificado como un plan de auxilio a la población civil que fue puesto en marcha el siguiente año para enfrentar los efectos que había generado el huracán “Inés” en las costas de Tamaulipas y Veracruz. Los resultados de esa incursión fueron positivos, por ello, el Ejército se ha ganado el respeto generalizado, ya que se ha convertido en una figura clave que atiende los efectos adversos ocasionados por fenómenos geológicos, hidrometeorológicos y químico-tecnológicos en nuestro país y en misiones solidarias de carácter internacional.

Sin embargo, al perder el PRI la elección presidencial en el año 2000, el gobierno de Vicente Fox, integró la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP), cuyo propósito fue conocer la verdad sobre crímenes y violaciones a los derechos humanos producto del desarrollo e implementación de políticas represivas sistemáticas por servidores públicos del gobierno de México durante tres décadas: sesenta, setenta y ochenta, las cuales corresponden a los gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo. El resultado de esas investigaciones se plasmó en el Informe Histórico presentado a la sociedad mexicana, resultando 532 indiciados y el único expresidente que tuvo responsabilidad penal fue Luis Echeverría, quien fue exonerado en 2009.

El informe describe acciones y hechos ocurridos en la etapa conocida como “Guerra Sucia” y cuál fue la participación que tuvo el Ejército, instancia que desempeñó tareas de sustitución de las policías, derivadas de instrucciones políticas con el objetivo de dirimir asuntos internos y contener delitos. En muchas ocasiones, el Ejército fue requerido por gobernadores para resolver conflictos sociales en los cuales había la participación de intereses económicos principalmente. Con Luis Echeverría al frente de la presidencia, desarrolló estrategias de contrainsurgencia, cercando a la población y asediando a la guerrilla. El informe asienta que existieron ilegalidades sistemáticas.

El Ejército durante muchos gobiernos, incluidos los de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, solicitó un marco jurídico que defendiera su actuación frente a las instrucciones que recibía de los mandos civiles, pero esta petición siempre fue controvertida derivado de la continua resistencia de los partidos de izquierda que se sentían agraviados por hechos ocurridos en Guerrero, Oaxaca y Chiapas principalmente, lugares en los que desaparecieron o fueron torturados militantes de sus expresiones ideológicas.

Finalmente, esta semana fue aprobado en el Senado de la República, con los votos de Morena, PRI, PT, PRD, PVEM y PES, el decreto que reforma la Constitución para que el presidente de la República pueda disponer que las Fuerzas Armadas participen en tareas de seguridad pública hasta el 2028, en tanto la Guardia Nacional desarrolla su estructura, capacidades y distribución territorial.

Con este hecho, la izquierda histórica ha quedado enfrentada a la neo izquierda.

Aprender a ser oposición

Recientemente como a lo largo de su historia, se ha criticado el desempeño del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por promover una iniciativa de reforma al artículo 5º transitorio del decreto constitucional que creó la Guardia Nacional con el propósito de ampliar el período por el cual el Ejército puede participar en las tareas de seguridad pública.

Esta propuesta le ha sido cuestionada por el Partido Acción Nacional (PAN) y por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), quienes fungen como sus más recientes compañeros en la Alianza va por México, la cual no ha tenido resultados significativos en las recientes elecciones en las que como bloque se han enfrentado a MORENA. Sin embargo, se ufanaron de su posición en el Congreso de la Unión al anunciar que pusieron en marcha una moratoria constitucional con la intención de frenar cualquier intento de modificación al marco constitucional que quisiera hacer el presidente López Obrador, situación que se ocurrió con su propuesta de reforma eléctrica.

Hasta este momento parecía que ya se había consolidado un bloque opositor articulado con miras a las próximas elecciones presidenciales, pasando antes por las del Estado de México y Coahuila.

La reacción natural fue eliminar la percepción opositora de la alianza, así que desde Campeche se inició la búsqueda de cualquier “pecadillo” que hubiera cometido Alejandro Moreno, ex gobernador de ese estado y actual presidente nacional del PRI, a quien le encontraron indicios de tráfico de influencias, desvío de fondos federales, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y fraude fiscal. Esto ocasionó que la Alianza va por México se distrajera de su plan de acción, ya que se empezó a manejar la posibilidad de un juicio de desafuero en contra de Alejandro Moreno como diputado federal, con la posibilidad de que enfrente los cargos que deriven en su contra.

Ante este escenario, el PRI cercano a Alejandro Moreno en la Cámara de Diputados, presentó la iniciativa para ampliar el plazo mediante el cual el Ejército Mexicano podrá participar en las tareas de seguridad pública hasta el año 2029. La propuesta generó confusión entre los integrantes de la Alianza va por México con llamados de atención al PRI para que retirara la iniciativa o que la votara en contra y que, con ello, no se pusieran en riesgo los acuerdos de los tres partidos en una alianza que de por sí es extraña, ya que los tres partidos son antagónicos históricamente, mezcla de derecha e izquierda que hace incomprensibles sus planes, más allá de los electorales. Por un lado el PAN que surgió para enfrentar las políticas surgidas de la Revolución en un franco desacuerdo con el PNR-PRM-PRI y por otro lado el PRD, partido que durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari acusó al PRI de fraudulento y de ser responsable de los asesinatos cometidos contra varios de sus integrantes a lo largo y ancho de todo el país.

Pero el PRI no sabe ser oposición, su naturaleza es su origen, fue el partido que emergió desde el gobierno como mecanismo para dirimir mediante el quehacer político, las exigencias de los líderes revolucionarios que demandaban sus canonjías por haber participado en la gesta heroica. Así siempre ha sido el PRI, basta con recordar su desempeño en los primeros gobiernos encabezados por un partido distinto, el PAN, durante los cuales, el Congreso encabezado por Manlio Fabio Beltrones tuvo un papel preponderante para la conducción de la gobernabilidad y fue quien hizo posible la aprobación de las reformas propuestas por Enrique Peña Nieto, que ahora están tan desprestigiadas.

El PRI no se asume como oposición.

Sociedades colapsadas-acuerdos posibles

 

Jesús Emilio de Leo
De acuerdo a lo que establece el Diccionario de la lengua española de la Real Academia, colapso tiene como significados destrucción, ruina de una institución, sistema o estructura. 
A la sociedad en general debe preocuparle la falta de proximidad entre sus estructuras, integradas por el gobierno, la población, medios de comunicación, sociedad civil organizada y el empresariado. Hace falta una revisión del estado en el que se encuentran las relaciones entre estos sectores. 
A pesar de la sobre-regulación que existe del ejercicio del servicio público no se ha logrado desvincularlo de la imagen de corrupción que pesa sobre él. Las campañas de difusión que emprenden los gobiernos cada vez son menos eficaces en un país donde hay millones de personas que haciendo uso de sus nombres o no, producen mensajes a través de las redes sociales. La veracidad y la credibilidad no son elementos a los que se les otorgue importancia cuando se consume información en las redes. 
La población en general se ha enfrascado en exigir los derechos a los que cree que debe tener acceso sin reparar en que se necesita tener un marco de obligaciones para que puedan existir esos derechos, tal es el caso del pago de impuestos y no solamente del IVA, aunque sea el impuesto más generalizado. Una eficiente recaudación, le permite a un gobierno mejorar sus condiciones de crédito y solicitar empréstitos para financiar obras que deben ser en beneficio de la población, del empresariado, de los medios, etcétera, para que sean aplicados en carreteras, alumbrado, energía, infraestructura tecnológica y de comunicación por mencionar algunos. En este punto es adecuado que surjan distintas visiones respecto a los modelos de desarrollo que pueden prevalecer, no se trata de “neoliberalizar”, pero el argumento fundamental debe ser, generar una planta productiva y eficiente para acercar derechos a la población que debe actuar de manera corresponsable para que en conjunto se realicen ejercicios de priorización, los cuales no deben implicar darle más a unos y menos a otros, bajo la premisa de que ya no hay dinero que alcance para atender el cúmulo de necesidades existentes. 
Un ejemplo de la cara amable de la rudeza de la recaudación es cuando hace posible tener instancias nobles como lo son las instancias culturales, museos, teatros, bibliotecas, salas de cine, instituciones musicales, las cuales también deben obedecer a un diagnóstico de necesidades porque si no a la larga terminan deteriorándose. 
Un punto de partida necesario será la honestidad de la comunicación de los gobiernos para poner en blanco y en negro el estado actual de las cosas, es decir, transparentar qué se tiene y para qué alcanza. Esta acción, aunque parezca simple, no lo es para el mundo político, ya que su característica principal es la de generar expectativas para mantener la inercia de las cosas, pasan de la clientela electoral durante las campañas al mercado de las necesidades durante el gobierno, cuya población al considerar que no han sido satisfechas impulsa una necesidad de cambio constante que ha agotado la opción de partidos políticos existentes. 
Es entendible que a nadie le guste dar malas noticias, menos a los actores políticos quienes siempre andan en la búsqueda de la siguiente campaña electoral, pero el desencanto generalizado está ocasionando el colapso de las sociedades y no sólo el de los partidos políticos, situación que también es grave. 

Giro hacia la izquierda

Jesús Emilio de Leo

La disputa entre China y Estados Unidos por controlar los principales ámbitos económicos está derivando en una nueva forma de conceptualización del mundo. Hace unas semanas, John Bolton, quien se desempeñó como asesor de Seguridad Nacional en la administración de Donald Trump, confirmó lo que todos sabían, pero que no podían probar, que Estados Unidos planificaba golpes de Estado en el extranjero y puso como ejemplo a Venezuela.

Esta declaración provino del gobierno más ultraderechista que ha tenido Estados Unidos, después del de Ronald Reagan, quien en conjunto con Gran Bretaña y el Vaticano lograron vencer al bloque soviético a finales de la década de los ochenta del siglo pasado. También le dio sentido a la historia latinoamericana de las décadas de los 60, 70 y 80 del siglo XX, las cuales se suscitaron varios golpes de estado que tuvieron como propósito instaurar dictaduras militares.

La aspiración de las naciones latinoamericanas a tener regímenes que promueven una ampliación de las libertadas civiles siempre ha sido temida por Estados Unidos, país que ha desarrollado grandes industrias culturales productoras de contenidos para mostrar una visión de una nación que promueve el desarrollo y que se considera a sí misma como la tierra de las oportunidades.

El fracaso de la guerra de Vietnam, el asesinato del católico Kennedy, la destitución de Nixon, el bloqueo a Cuba, los escándalos sexuales de Clinton, la llegada de Obama como primer presidente de origen afroamericano y el gobierno de Trump, son episodios que le han significado a Estados Unidos, el cuestionamiento internacional a su idea como modelo global de desarrollo económico.

Después de la victoria sobre el bloque de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y aceptando que el capitalismo como modelo tiende a generar crisis económicas recurrentes, además de que no elimina la pobreza, Europa le dio entrada a un modelo que buscaba darle sentido al desarrollo social, y así surgió la socialdemocracia, gobiernos electos por vía democrática que respetaban las reglas del mercado pero que impulsaron la incorporación de una agenda social para la definición de políticas públicas. Tuvo su auge en los noventa y llegó a América Latina con aquella generación que promovía el liberalismo social, que en México tuvo a su principal exponente en Carlos Salinas de Gortari. El ánimo contagió a varios países latinoamericanos que después fueron calificados como los peores gobiernos que encarnaron el capitalismo.

Un hecho significativo de la época tuvo lugar el 1 de julio de 1997, fecha en la cual el Reino Unido le devuelve la isla de Hong Kong a China, considerada la isla financiera más importante reintegrada a un gobierno socialista.

Este hecho permitió que el antiguo modelo socialista chino incorporara elementos de una economía de mercado a nivel internacional, lo cual fue visto por especialistas como una evolución del modelo económico social chino.

En América Latina, la desacreditación de quienes se desempeñan como políticos y su corrupción, ha derivado en la idea de construir un modelo de desarrollo que reconozca a los grupos que habitualmente han sido marginados, el cual ha empezado a tener sus primeras conquistas en Chile y en Colombia, naciones que tienen marcadas diferencias con Venezuela, Bolivia Nicaragua y Cuba, pero que se reconocen mutuamente y son respetuosos de sus procesos históricos. La llegada de Biden después de Trump al gobierno norteamericano ha implicado cambiar las formas de relación con quien se asumía el tutor de América.

Paulatinamente, Estados Unidos ha ido cambiando la producción de su consumo cultural, en una franca aceptación de los cambios que se han detonado en el mundo. El cómic o las historietas animadas como principal fuente ideológica se ha ido transformado en los últimos años, Peter Parker personaje que encarna a Spider Man murió y su papel ahora es desempeñado por Miles Morales, joven casi niño afroamericano de Brooklyn y las mujeres desempeñan papeles cada vez más destacados en estas series.

Indudablemente la cosmovisión generacional del mundo está cambiando, el mundo está dando un giro a la izquierda y a Morena le quedan varios años en el gobierno, llegando a convertirse prácticamente una fuerza homogénea, al igual que como lo fue el PRI, pero la gente espera que haya marcadas diferencias en la forma en la que ejercerán el poder.